La única vez que me hice una chuleta fue en clase de religión de 5º de egb. Los 10 mandamientos. No me salía del ñáquel estudiármelos y me los copié en un papel dina4, me lo metí doblado en la manga, y, haciendo el exámen en la tarima porque el cura era un hijo de puta, lo saqué, lo calzé delante, y a copiar. Me levanté, le dí el exámen, cogí la chuleta de la tarima, la tiré a la papelera y me senté. Ni puto mu me dijo el tío.
¿Te has sacado una chuelta? Me preguntó mi compañero. Sí. Y seguí a mis cosas.
Yo era Ama y aún no lo sabía.