En las relaciones humanas la sinceridad no existe, por la sencilla razón de que al otro no le interesa lo que tú quieras conseguir de él, sino lo que él quiera conseguir de ti, y como no suelen coincidir ambas cosas, si se pretende utilizarle, hay que hacerle ver que él conseguirá sus propósitos con esa relación, de lo contrario está abocada al fracaso.
En este ámbito del que hablamos:
Si tú abordas a una mujer diciéndola la verdad: que la deseas y quieres acostarte con ella esa noche sin tener después el menor vínculo, te va a rechazar, porque eso no es lo que ella busca, lo que ella busca es una aventura, no sentirse un mero objeto sexual, sino vivir una experiencia nueva que la gratifique; y parte de esa experiencia es verse seducida por alguien misterioso e interesante que la ha visto como alguien especial y han tenido un romance, que aunque breve, ha sido intenso. Evidentemente eso no es en lo que tú estás pensando, pero ella sí. Entonces si quieres tener sexo con ella, tendrá que ser haciéndola saber y ver que ella es especial para ti, que has sentido algo por ella, que te dejas arrebatar por la pasión que alguien tan especial y única y que lo vale como ella, te ha generado, porque de lo contrario se siente insultada, menospreciada, herida, cosificada incluso.
Es absurdo por ello pedir honestidad a los demás, cuando en este caso alguien que sea honesto se va a llevar un NO ofendido como respuesta. Hay que mentirlas, porque ellas mismas se mienten, se engañan constantemente, manipulan la realidad para que sea afín a sus fantasías. Eso si pretendes conseguir tus fines.
Así que montarte un personaje, hacer tu función, decirla lo que ella espera oír y hacer lo que espera que hagas, forma parte del repertorio de cualquier seductor. Los galanes, de hecho, además de tener un físico atractivo, la mayoría de ellos, disponen de una no menor inteligencia emocional, que les hace intuir lo que la otra persona espera oír de ellos y fingir muy bien el papel adecuado para cada mujer. Luego ya es cuestión de cada uno si se quiere continuar con esa farsa o no, pero es que la vida es un gran teatro.
Recordad: Ellas no se acuestan con un hombre la primera cita, ellas no se masturban, qué va, ellas no hacen dieta ni gimnasia, es su constitución, en realidad ninguna se cuida nada, ellas buscan algo especial, no se conforman con cualquier cosa, porque ellas son especiales y se merecen lo mejor que se lo han dicho en los anuncios de la tele. Así que si queréis ponerlas vuestras inyecciones de carne en sus rajas, tendréis que seguirlas el rollo, aunque luego se quejen de que las habíais mentido, pero es que ellas también mienten, constantemente.
Simplemente: ellas juegan con nuestro deseo sexual, vosotros jugad con su deseo de ser amadas, decidlas esas mentiras tan dulces que tanto las gustan, aunque en el fondo sepan que no son verdad, porque tanto vosotros como ellas cambiaríais a vuestro compañero sin pensarlo si alguien inmensamente rico y atractivo se fijara en vosotros. Luego no hay nada especial en eso, solo un mercado de la carne donde has hecho creer a tu interlocutor que tu valor vale tanto como lo que él aspira por el suyo, que suelen tenerlo bastante inflado, la mayoría.
He conocido a gordas que rechazan sin pudor a tíos que valen muchísimo más que ellas, porque ellas merecen algo mejor, se lo creen y todo, terminan solas, pero lo prefieren a pensar que se han rebajado a follar con alguien que no estaba en su imaginaria altura y no se lo curró. No las hizo sentirse especiales, deseadas, amadas, así que se hacen un dedo pensando en su príncipe azul que las colmará de dichas y placeres y se duermen en la cama, solas, repito.
Alguna hay que espabila y al cabo de los años piensa: o me resigno a quedarme sola sin sexo con hombres o rebajo el listón y me lío con tíos que aunque no me gusten del todo son mejor que mi dedo, entonces se apuntan a esas webs de contactos o se vuelven más simpáticas y receptivas con tíos que antes ni miraban; pero continua con su fantasía de la “Relación” que tiene con tal hombre, aunque para el hombre ese, dicha relación sea un simple y hasta si me apuran sórdido intercambio de fluidos, pero ella no se va a abrir de piernas si no se la trata con la dulzura, la delicadeza, la mentira, la impostura, en definitiva, que requiere para sentirse bien. Funciona así.
Así que la infrahumana que ha abierto este hilo no sé de qué cojones se queja, pero son así de profundamente gilipollas estas tipejas.
Que asco las tengo por Dios.
Un saludo.
PD Lo mejor es cuando las dejas en evidencia y te contestan todo ufanas: “a ti ninguna mujer te ha amado” como si eso fuera la causa última de todo, y no es más que un despropósito, porque las mujeres no aman a los hombres, aman a las idealizaciones que hacen sobre ellos y adjudican a algún idiota que conocen en su círculo. Y el hecho de que “te ame” una estúpida de éstas, no te hace nada especial más que a sus tarados ojos. Pero son así, el día que no las deseéis, simplemente sentiréis pena de las tullidas mentales que tenemos como compañeras en este Planeta y de toda la mierda que tienen en sus mentes y que tantas veces nos han hecho tragar, por ejemplo en los cortejos y lo sumamente irracionales que son. Porque no tienes que ser un caballero sino un crápula que la avasalle y rompa sus “noes y barreras”. Estas tías son subnormales emocionalmente, son subhumanas, están en una escalón por debajo de nosotros, lo querréis ver o no, pero mentalmente no son maduras ni razonables, ni lógicas ni normales, sino un montón de anormales adocenadas por la moda imperante y víctimas de sus hormonas, inestables y taradas. Solo unas pocas se salvan y tú no eres una de ellas.
Y si no creéis que lo que he escrito sea cierto, que venga Maese Wetamir y dictamine su certidumbre.