Dios... que loles que me he pegado con este hilo. No tiene precio, de verdad.


A mi pillarme follando, como que no, porque nunca he follado en casas familiares ni propias ni ajenas, siempre tirando de coche y en casas desocupadas a ser posible.
Pero sí me pasó algo curioso.
Primera novia y tal, yo era del pueblo de al lado. Nochebuena...
Tras salir por ahí, vamos en el coche a un camino poco frecuentado en pleno campo a echar el polvo de rigor. Con la cosa de que nos estábamos despelotando, se me cayó la cartera al suelo, y la puse en el hueco que hay en la puerta del conductor.
Total, que todo bien, polvo y demás, la dejo en su casita y me voy a dormir a la mía, ya casi amaneciendo.
A esto que me llama a las dos de la tarde, yo todavía dormido, y me pregunta:
- ¿Qué, y la cartera, dónde la tienes?
- Ah... pues creo que me la dejé en el coche...
- No. No está en el coche...
- Gñe, ¿entónces dónde está?
- La tengo yo en las manos.
La cosa fue así.
Al acabar el polvo, salir del coche a echar una meada (reconozco que disfrutaba de esas meadas al aire libre, descamisado, despeinado, sudoroso y con el pantalón aun desabrochado) y la cartera cayó al suelo, justo al borde del camino ese.
Al amanecer, un agricultor, supongo, o alguien que echaría un paseo por dicho camino, encontró la cartera. La abrió, vio mi foto y (sorpresa, sorpresa), me reconoció como el novio de la nativa de dicho pueblo. Que cosas...
No tuvo el buen hombre otra cosa que hacer que ir hasta la casa de mi entonces novia, y decirle a su madre, que fue la que abrió la puerta:
- Disculpe usted, pero me he encontrado esta cartera en tal camino al lado de un descampado, y creo que es del novio de su hija (su madre ni me conocía).
Fue la madre a despertar a mi ex, le preguntó si era mi cartera, y ella colorada le dijo que si.
La madre se la dió y le dijo: "para otra vez tened más cuidado".
En fin, nada comparable a lo vuestro, pero es lo que hay.
Lo más curioso de todo este asunto, es que en la cartera había una cantidad de dinero nada despreciable (pues había sacado del banco para pasar las navidades y lo llevaba todo encima).
No faltaba ni un euro. Flipando me quedé.