Este hilo ha saltado por los aires, compadre...se ha intentado escribir un tebeo costumbrista simpático pero al final ha salido un cuento de terror firmado por Lovecraft.
Necesito ordenar algunas piezas del puzzle, por ejemplo ya se que esto es una carrera de fondo y no un 400, empiezo a tener una serenidad y un poso para actuar que antes no tenía. He empezado a ser mas humilde y considerar que cometo errores y que a veces hay que dar un paso atrás.
Con las mujeres siempre me ha pasado como esos niños malcriados que reciben un juguete, con su papel de regalo y su lacito, las mujeres son ese regalo, y ese regalo hay que acariciarlo, quitarle el lacito, poco a poco despegar el celo e ir abriendo el envoltorio, suavemente. Yo siempre he hecho lo contrario, lo he intentado abrir a trompicones, como no he encontrado la forma correcta, lo he tirado al suelo, lo he vuelto a coger, he berreado, he lanzado el regalo por toda la casa, he llorado tirándome al suelo, y al final todo el envoltorio roto y el juguete partido en trozos. Ese he sido yo, totalmente torpe con las envras, y es hora de considerarlo en toda su extensión.
Así que ahora toca hacer un reboot y dedicarse a recorrer los fríos e inhóspitos parajes del nuncafollismo. Habrán momento que no sentiré las manos, que tendré que hacer un fuego para poder calentarme en medio de la nada, donde pasaré por lugares con posadas que me provocarán para caer en la cranco-tentación, y cometas que iluminarán la noche fugazmente.
Todo tiene un final, hasta las pesadillas mas horrendas.