Basurófago
Veterano
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Lo de la lubricación extra es cierto, pero sólo al principio. Llega un momento en que la sangre se va secando y el efecto es el contrario, te quedas pegado. No se puede usar condón porque se acartona y no hay manera, así que hay que ir a pelo por cojones, que además es lo que mola porque sientes como si tu polla se hubiera transformado en un arma homicida.
Yo creo que para los que somos un poco misóginos, darle caña a una tía con la regla, lejos de ser asqueroso, es doblemente placentero, ya que además de follártela le estás haciendo desangrarse cosa fina.
También he comido coños mientras estaban con el tomatazo, pero sin embadurnarme la cara en sangre, que para todo hay que saber.
Los que les parezca que todo esto es asqueroso es que son maricones perdidos, aunque todavía no lo sepan.
El caso más gore relacionado con esto lo viví en Salamanca, pero no fui yo el artífice, sino un colega. Habíamos ido a pasar un finde, y el tío este se llevó a una guiri al hostal. A la mañana siguiente nos dijo que fuésemos a ver la habitación, y la verdad es que a mi me dio hasta impresión. Parecía como si el mismísimo Hattori Hanzo hubiese irrumpido allí katana en ristre y hubiese hecho una atroz carnicería. Había salpicaduras en las paredes y hasta por el techo (aunque lo del techo no tengo muy claro ahora mismo si es cierto o lo ha ido añadiendo mi imaginación), y no precisamente manchas pequeñas, no, yo creo que la matanza del tocino es menos enfarragosa.
Aclaro que si me causó impresión no fue porque el tío se hubiera follado a la guiri en esas condiciones, que ojalá hubiera sido yo (mi colega, no la guiri), sino porque viéndolo así parecía la escena de un crimen más que un picadero.
Yo creo que para los que somos un poco misóginos, darle caña a una tía con la regla, lejos de ser asqueroso, es doblemente placentero, ya que además de follártela le estás haciendo desangrarse cosa fina.
También he comido coños mientras estaban con el tomatazo, pero sin embadurnarme la cara en sangre, que para todo hay que saber.
Los que les parezca que todo esto es asqueroso es que son maricones perdidos, aunque todavía no lo sepan.
El caso más gore relacionado con esto lo viví en Salamanca, pero no fui yo el artífice, sino un colega. Habíamos ido a pasar un finde, y el tío este se llevó a una guiri al hostal. A la mañana siguiente nos dijo que fuésemos a ver la habitación, y la verdad es que a mi me dio hasta impresión. Parecía como si el mismísimo Hattori Hanzo hubiese irrumpido allí katana en ristre y hubiese hecho una atroz carnicería. Había salpicaduras en las paredes y hasta por el techo (aunque lo del techo no tengo muy claro ahora mismo si es cierto o lo ha ido añadiendo mi imaginación), y no precisamente manchas pequeñas, no, yo creo que la matanza del tocino es menos enfarragosa.
Aclaro que si me causó impresión no fue porque el tío se hubiera follado a la guiri en esas condiciones, que ojalá hubiera sido yo (mi colega, no la guiri), sino porque viéndolo así parecía la escena de un crimen más que un picadero.