@Alano @Denny Crane @Rhodium @HerbMan @Sr. Brans
El candado sale volando por los aires y aterriza en el suelo unos metros más allá. HerbMan levanta la pesada tapa y contempláis el brillo cegador que sale del cofre repleto de monedas de oro. En un rincón del mismo descubrís también una botellita negra hemérticamente cerrada por un tapón de cristal, llena de un líquido dseconocido. En el cofre encontráis igualmente un guante de seda negro. La admiración por el tesoro se corta cuando escucháis un leve chasquido y el rostro de HerbMan se contorsiona de dolor al claverse una pequeña flecha en su estómago. No es una herida grave, pero desde luego molesta. Le ayudáis a arrancar la flecha y vendar la herida con partes de vuestros ropajes. Mientras algunos le asisten, otros miran el contenido del cofre con más cautela: dentro hay 25 piezas de oro y, por lo que se refiere a la botella, su etiqueta indica que contiene una dosis (sólo una) de Poción de la Invisibilidad. El guante sigue siendo un misterio. Debéis repartir el botín como elijáis (decidilo por el chat y cuando estéis de acuerdo sobre cómo se llevarán las cosas, lo anotaré en vuestras fichas). Mientras repartís el botín, HerbMan ha recuperado la compostura y emprendéis de nuevo el viaje, por el camino que habíais venido pero tomando el giro contrario en la bifurcación. Finalmente llegáis a un cruce: podéis ir hacia el norte o hacia el este. Los cambios en vuestras estadísticas son los siguientes:
Alano: R14 S12
Denny Crane R15 S11
Sr. Brans R12 S14
HerbMan R13 S14
Rhodium R18 S7
@Häskelärk @Refugiado @Monstroid @spizo
(uno tiene que forzar la puerta, para no hacerlo más largo asumo que se abre, pero debéis decidir alguien que haga la tirada de 2 dados para ver si además de abrirla, se hace daño, elegidlo entre vosotros)
La puerta atrancada se abre violentamente tras tu carga y un olor nauseabuendo te da de pleno en la nariz. En el interior de la estancia, el suelo se halla cubierto de huesos, fango y vegetación en descomposición. Un viejo harapiento, desgreñado, y de largas barbas grises, se abalanza contra vosotros pegando alaridos y blandiendo la pata de una siella de madera vieja. ¿Está, como parece, simplemente loco, o se trata de un truco? Podéis intentar razonar con él o desenvainar vuestras armas y atacarle.