toxicosmos
Clásico
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- 9 Dic 2008
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Sábado noche. Local de moda, de modernos de mierda. Has ido allí, a sabiendas de que no te gusta, a ver un concierto y un disjockey que no pincha la mierda que estás acostumbrado a escuchar. La noche va discurriendo entre temazos y cubatas. Uno de tus amigos conoce al Dj y, como es lo más cercano que conoces al buen salvaje de Rosseau, se ha traido unos discos para dejárselos al pincha en la cabina. Hay un acuerdo tácito para que, de vez en cuando, pueda ojear alguno y pasárselo al pinchadiscos. Tu amigo mete la mano en la cabina, yendo a por los discos. Aparece, fugaz, una figura que se acerca hacia el con una velocidad pasmosa. No pasan dos segundos y ves a tu amigo a varios metros de ti, frente a él y empujándole fuertemente por el pecho, vislumbras lo que estabas temiendo:
"VENGA, A LA PUTA CALLE YA, COÑO"
Temes que pueda hacer daño a tu amigo, ya lo ha echado un par de veces antes y os tiene una especial inquina. Empujar a alguien por una tarima de esa manera y por una cosa tan nimia, te parece exagerado.
Sales afuera, olvidando todos tus enseres, para ver qué puede pasar.
Sabes lo que vas a encontrar, lo sabes de sobra:
"Sólo quiero recuperar mis discos, joder"
"Si mi compañero me dice que no te deje pasar, no te dejo pasar"- contesta el golem de carne que custodia la entrada.
Sales, visiblemente enfadado y pensando "no son formas, joder".
"El lunes os meto una denuncia que se os va a caer el pelo, cabrones."
De repente, aparece el jefe de seguridad. Curioso, es un puto enano scandalffiano, un enano coñón, al que sabes que rebentarías con media hostia.
"Antes de hablarme, quítate el polvo blanco que tienes en la nariz"
"Qué cojones me estás contando, puto enano de mierda", sabes muy bien lo que has tomado y lo que no, y estás más limpio que el bolsillo de cachondo mental viajando por Brasil. " Mira, añado una mierda más a la lista, me estás injuriando y lo sabes, desgraciado. Mírame las pupilas, ¿no sabes distinguir un catarro de una nariz enfarlopada?"
"Mis discos, mi chaqueta", tu amigo, que sí va más pasado de vueltas que Filimbi en una boda gitana, intenta entrar.
"Joder, que no vayas, J., que ya mandaremos a alguien. ¿No ves que estos putos sacos de hormonas te pueden matar de un guantazo?"
Tu acompañante hembra les grita "Haber estudiao", mientras tu mente va forjando varios planes:
plan a) intentar contactar con el master and commander de la noche mallorquina, hombre de pocos escrúpulos que probablemente reciba encantado ofertas de, bajo alguna denuncia verosímil, poner el antro patas arriba por registro policial o por alguna indeseada inspección de sanidad
plan b) Crosta style: agarrar un material combustible y otro comburente y acercarte una noche de poco trasiego a recrear la escena del comienzo de "en el nombre del padre", pero sin gente dentro
plan c) agenciarte un veneno potente, entrar al cabo de unos meses, cuando ya no recuerden tu jeto. Pedir una cerveza, darle unos sorbos. Ir al baño, vaciar el veneno en la botella, volver a la barra. Dar el cambiazo a algún cliente (sí, hay víctimas inocentes, pero en la guerra todo vale) y darte el piro. Posible repetición de la operación en semanas sucesivas. Nota: el veneno puede ser desde gravemente indigesto hasta mortal, pero siempre ha de dar un margen de acción.
Tras una hora de discusiones, intentos fallidos, de escuchar que te vetan la entrada "porque tú eres el que dices que vas a denunciarnos"
Al final, y tras haber recuperado todos los enseres de tu colega,y de retirarle la mano al enano coñón que parece que ha recuperado parte del juicio (tarde, hijo de la gran puta) vuelves a casa y le pegas un polvo a tu acompañante femenina que roza la violación.
Ya que, a lo largo del tiempo que estuve allí, se repitió una escena similar en tres ocasiones (ya es casualidad, joder... ¿no se dan cuenta de que son ellos mismos que van pasados de rosca?), os pregunto:
- ¿Os han echado alguna vez de una discoteca?
- ¿Habeis visto sacar a alguien?
Explicad motivos, maneras y todo aquello que os llamara la atención.
Te jodes, haber estudiao, cuando estabas a tiempo, a ver dónde hay otro pringao que mate por su sueldo.
"VENGA, A LA PUTA CALLE YA, COÑO"
Temes que pueda hacer daño a tu amigo, ya lo ha echado un par de veces antes y os tiene una especial inquina. Empujar a alguien por una tarima de esa manera y por una cosa tan nimia, te parece exagerado.
Sales afuera, olvidando todos tus enseres, para ver qué puede pasar.
Sabes lo que vas a encontrar, lo sabes de sobra:
"Sólo quiero recuperar mis discos, joder"
"Si mi compañero me dice que no te deje pasar, no te dejo pasar"- contesta el golem de carne que custodia la entrada.
Sales, visiblemente enfadado y pensando "no son formas, joder".
"El lunes os meto una denuncia que se os va a caer el pelo, cabrones."
De repente, aparece el jefe de seguridad. Curioso, es un puto enano scandalffiano, un enano coñón, al que sabes que rebentarías con media hostia.
"Antes de hablarme, quítate el polvo blanco que tienes en la nariz"
"Qué cojones me estás contando, puto enano de mierda", sabes muy bien lo que has tomado y lo que no, y estás más limpio que el bolsillo de cachondo mental viajando por Brasil. " Mira, añado una mierda más a la lista, me estás injuriando y lo sabes, desgraciado. Mírame las pupilas, ¿no sabes distinguir un catarro de una nariz enfarlopada?"
"Mis discos, mi chaqueta", tu amigo, que sí va más pasado de vueltas que Filimbi en una boda gitana, intenta entrar.
"Joder, que no vayas, J., que ya mandaremos a alguien. ¿No ves que estos putos sacos de hormonas te pueden matar de un guantazo?"
Tu acompañante hembra les grita "Haber estudiao", mientras tu mente va forjando varios planes:
plan a) intentar contactar con el master and commander de la noche mallorquina, hombre de pocos escrúpulos que probablemente reciba encantado ofertas de, bajo alguna denuncia verosímil, poner el antro patas arriba por registro policial o por alguna indeseada inspección de sanidad
plan b) Crosta style: agarrar un material combustible y otro comburente y acercarte una noche de poco trasiego a recrear la escena del comienzo de "en el nombre del padre", pero sin gente dentro
plan c) agenciarte un veneno potente, entrar al cabo de unos meses, cuando ya no recuerden tu jeto. Pedir una cerveza, darle unos sorbos. Ir al baño, vaciar el veneno en la botella, volver a la barra. Dar el cambiazo a algún cliente (sí, hay víctimas inocentes, pero en la guerra todo vale) y darte el piro. Posible repetición de la operación en semanas sucesivas. Nota: el veneno puede ser desde gravemente indigesto hasta mortal, pero siempre ha de dar un margen de acción.
Tras una hora de discusiones, intentos fallidos, de escuchar que te vetan la entrada "porque tú eres el que dices que vas a denunciarnos"
Al final, y tras haber recuperado todos los enseres de tu colega,y de retirarle la mano al enano coñón que parece que ha recuperado parte del juicio (tarde, hijo de la gran puta) vuelves a casa y le pegas un polvo a tu acompañante femenina que roza la violación.
Ya que, a lo largo del tiempo que estuve allí, se repitió una escena similar en tres ocasiones (ya es casualidad, joder... ¿no se dan cuenta de que son ellos mismos que van pasados de rosca?), os pregunto:
- ¿Os han echado alguna vez de una discoteca?
- ¿Habeis visto sacar a alguien?
Explicad motivos, maneras y todo aquello que os llamara la atención.
Te jodes, haber estudiao, cuando estabas a tiempo, a ver dónde hay otro pringao que mate por su sueldo.