Terminada ayer.
Dejando a un lado otras cosas, la segunda temporada representa un claro y objetivo bajón de interés y calidad respecto de la primera entrega. Las cifras de audiencia están ahí, la serie ha sufrido una brutal caída de interés.
Sólo son siete capítulos, pero aburre por momentos. Toda la temporada está llena de casualidades y de gente que aparece siempre en el último momento en, exactamente, el lugar adecuado. Una vez, pase. Dos, ya les vale. Siempre, pues toca los huevos.
Al margen de eso, la serie representa la eliminación del hombre blanco, por un lado (no hay personajes como tal), y un empoderamiento del coño total: todo son personajes femeninos. TODO son hembras manjenado el cotarro. El personaje de Elie, absolutamente insufrible.
Finalmente, laerie termina siendo una mera excusa para contarnos una historia de amor lésbico. Porque de eso va la serie, de eso trata en realidad. Es pura propaganda LGTBIQ+. Nada más que eso.
No tengo ningún interés en ver más entregas de esta serie. Buenas tardes.