El lunes salí y el martes tuve que hacer un recado demasiado largo como para dejar tiempo para entrenar, así que perdí el
Hierro. El jueves también fallé porque estoy durmiendo fatal. Excusas, todo excusas, lo sé. No sé qué cojones me pasa con el sueño, me desvelo a la mínima, con lo bien que he dormido yo siempre.
El lunes, como quedé pronto y sabía que iba a beber cantidades ingentes de alcohol, sólo hice una hora de muay thai. El miércoles me quedé media hora extra después de la primera, básicamente pateando sacos para mejorar técnica, pero cansa lo suyo.
Hoy ha sido el primer día que hago al completo las dos clases de thai. De las dos horas, puede que me haya pasado veinte minutos con la visión de túnel. No es coña. Ayer dormí 5 horas no consecutivas.
Hemos hecho sparring en ambas horas. En la primera sólo boxeo, me ha tocado una historia que ya me ha pasado demasiadas veces, el tío que pesa 25 kg menos que tú, que mide 20 cm menos y que, con un round por delante, entra a morir en la primera combinación. Me ha cazado el labio superior con ganas, me ha dolido el cuello y todo de lo bien que me la he comido. No soy ningún abusón, le he esperado y se ha zampado, él solito con sus ganas, más hostias que un monaguillo bulímico. Luego se ha quejado de que le estaban tocando los tíos más grandes para el sparring, pero no he visto a nadie obligarle a ir a muerte, cuando en ese momento estábamos aún calentando. Al final nos llevaremos bien, parece buen chaval y tiene huevos, eso seguro.
En la segunda hora, ya en sparring de muay thai, me ha tocado con una tía. Por cómo hablaba hasta hoy, que no habíamos peleado, pensaba que era suramericana, pero me ha demostrado que si no es hija de los Balcanes, merece el pasaporte honorífico. Ha sido
maravilloso. Antes de empezar me ha pedido que no me cortase, vaya ovarios, esa sí que pesaba 30 kg menos holgadamente. Decía que le molesta que la gente con ella se mida demasiado y vaya sólo a marcar, que así no aprende. Me lo he pasado de puta madre, sin hacerle daño le he dado alguna de esas que te recuerdan dónde debe estar la guardia y además ella se ha soltado y me ha metido un par de buenas contras en la jeta. Me ha dado con los dedos del pie en el codo y ha seguido peleando cojeando, no quería parar. "No es grave", decía, a la pata coja como karate kid. Luego le he sacado el aire de una patada en las costillas y ha seguido en menos de 5 segundos. Me quito el sombrero.
Mañana sí, mañana mancuernas. Y si tengo tiempo y abren, las vendas nuevas y el bucal, que hoy he babeado con un perro con el que tengo, que no me cabe en la boca.
Me voy a ver si ha subido McKayla algún vídeo hoy.