Bueno hay piezas en el puzzle que no encajan, vale que tienen los mejores médicos y que puede acortar el tiempo de recuperación, pero sobreponerse a una lesión y operación de menisco en menos de un mes para volver a competir a nivel élite, ojo, no jugar pachangas, no, a nivel élite y ganar en sets corridos con esa superioridad es simplemente imposible.
Segundo punto, Djokovic es un humano no un cruce como semidiós. Puede ser muy bueno técnicamente, muy inteligente en pista y cuidarse mucho, pero al final no deja de ser una persona que está más cerca de los 40, que de los 20 con lo que eso implica, el cuerpo tarda más en recuperarse, en reparar tejidos y volver a un nivel óptimo, hacerlo en un tiempo récord y jugar a ese nivel en una superficie inestable como la hierba es disparatado.
Punto tres, Djokovic forma parte del entretenimiento, industria que genera muchísima pasta y de la que él es de los actores estelares. Todos sabemos que el deporte de élite en el fondo es una mentira en la que el dopaje está a la orden del día para aumentar las capacidades de los deportistas y brindar un espectáculo que al resto de mortales nos parezca difícil de alcanzar y digno de idolatría. Al final esto me recuerda a cuando en el culturismo quiso implantarse en serio los controles antidopaje y que los participantes subiesen a la tarima libres de sustancias anabólicas, el público simplemente no reaccionó bien porque lo que veían estaba cerca de conseguirse con un método de trabajo eficiente, aquí pasa más de lo mismo, la gente quiere ver partidos de 4 horas, con jugadas, intercambios y golpes imposibles a pesar de los jet lag, carga de partidos, tiempo en pista etc.
Resumiendo, que si fuese una persona normal sin dopaje Djokovic aún estaría en recuperación.