En los de mi pueblo, estuve yendo desde los 3 años. No sé en que pensaba mi madre cuando me dejaba ir, creo que nunca se asomó a ver lo que había ahí. Iba con mi hermano, que tenía 8, y el hijoputa se ponía a jugar a la del SFII y me dejaba jugando al Out Run.
Había que estar muy atento, porque ahí la gente de 25 años, le daba igual que tú tuvieras 10, no paré de ver a mis amigos jugar y que les bajaran los pantalones, les pegaran una compresa en la espalda, o directamente les jodieran la partida. Yo para sobrevivir en los barrios bajos siempre he sido espabilao, y sabía a quién y cómo arrimarme, y si había que pegarle un par de pipadas a un porro para que la gente se riera de como se moría el niño, pues se hacía.
Aún así, recuerdo que en la zona de los futbolines, donde estaba el peligro, donde se fumaba base y donde las leyendas contaban que el PÚTON se había follado a una downie, ahí, daba igual que tuvieras cuidado, era territorio comanche.
Casi me matan, por ir a alcahuetear una partida. A un hijoputa, yo con 5 o 6 años, y el con más de 20, al pasar por los mangos del futbolín, le metió un ostión desde su lado AL CASO y me dió con el mango de mi lado en la garganta, que casi me parte la tráquea. Yo llorando y muriéndome en el suelo, y la gente riéndose
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En esa zona, a veces había un DOBERMAN de 3 metros de alto, atado, comiéndose a los incautos que se acercaban demasiado.
Me acabo de acordar que una vez un AMO, cogió a un amiguito mío en volandas, lo puso boca abajo, y lo dejó caer de cabeza, POR EL LOL. Todo el mundo riéndose, mi amigo muerto en el suelo. Yo me reí también, no fuera a ser yo el siguiente.