Dimebag Darrell rebuznó:
No hay nada mas democratico en este mundo que quemar iglesias, como mis estimados amigos del black metal noruego dicen, deberia de hacerse mucho mas.
Y con mejor combustible, que los curas y las monjas no arden demasiado bien.
Dimebag Darrell rebuznó:
Pero le guste o no la republica defendia la democracia y de no ser por el alzamiento españa hubiera vivido en democracia hace mucho mas tiempo.
Querrá decir las izquierdas, no la República, puesto que ésta pertenecía tanto a unos como a otros. Y no, no defendían la democracia puesto que no respetaban las reglas de la democracia. No respetaron la voluntad popular en las elecciones del 34, que ganó la CEDA, obligándoles por la fuerza a no formar gobierno, e imponer sus candidatos por encima de los elegidos por el pueblo. Eso no es democracia, ni mucho menos defensa de la democracia.
Dimebag Darrell rebuznó:
Hombre, si te atacan te tendras que defender digo yo, pero la culpa es de quien ataca no de quien se defiende.
Si estás buscando que te den de hostias, no te quejes cuando empieces a recibirlas. Y las izquierdas estuvieron mucho tiempo buscando y alimentando el conflicto.
Dimebag Darrell rebuznó:
No he dicho que sea usted quien lo hace.
Pues no me haga preguntas de las que sabe la respuesta.
Dimebag Darrell rebuznó:
Ya pero yo no hablaba de la poblacion civil , sino de los nazis, esa gente que gustaba de matar a todo aquel que no fuera como ellos, curioso exactamente igual que el franquismo.
Ya, amigo, ya, pero el problema que tienen las guerras es que a menudo pagan justos por pecadores. Igual que murieron inocentes en el lado republicano, también lo hicieron en el lado nacional. Y eran inocentes, ojo, no inocentes buenos e inocentes malos, simplemente inocentes. Por eso me escuece mucho que parezca que los exterminadores eran los franquistas, y que los republicanos eran fuerzas de pacificación que no cometieron ningún crimen de guerra. Se repartió fuego en las dos direcciones, y el dolor y la muerte estuvieron muy repartidas.
...
Personalmente, a mi no me importan los muertos de la guerra civil ni pienso que a nadie le importen. Han pasado 70 años, por lo que no queda practicamente nadie vivo que recuerde el conflicto y dentro de 20 mas, cero patatero. Suponer que haya gente ahora que este dolidisima por los familiares perdidos en la guerra (familiares que no se han conocido) es una gilipollez. Solo es un arma electoral, pero arma de doble filo. Y eso es peligroso.
...
Ese es su error, camarada. La abuela de mi novia, por poner un ejemplo, aun no ha podido enterrar a su padre como Dios manda, muerto entonces, porque no saben donde están sus restos. Y eso la angustia terriblemente, y lo entiendo.
Yo soy español, muy orgulloso de serlo, muy orgulloso de mi patria, la mejor entre todas. Pero por encima de todo soy hijo de mi padres, nieto de mi abuelos, bisnieto de mi bisabuelos y así sucesivamente hasta el infinito. Siento un respeto profundísimo por esa gente que en determinado momento de su vida decidieron tener descendencia, a lo largo de los siglos, hasta llegar a mi. Yo soy lo que soy porque ellos fueron lo que fueron. Respiraron el aire que yo respiro, trabajaron la tierra que ahora piso, la regaron con su sangre, la misma sangre que ahora corre por mi venas, para que yo pudiera a día de hoy tener la cabeza bien alta y poder decir sin temor que soy español. Si no les muestro respeto a ellos, ¿a quién coño se lo voy a mostrar? Y si alguno de ellos estuviera a 3 metros bajo tierra, en un zanja en la que algún maldito hijo de la grandísima puta le metió después de pegarle un tiro por
rojo, yo intentaría por todos los medios darle el descanso que se merece, en el lugar adecuado. ¿No lo haría usted? Si tiene un mínimo de humanidad, dirá que sí.
Pues eso es lo que quiere la abuela de mi novia. No quiere abrir heridas, no quiere enfrentar a nadie, no quiere guerra ni revancha. Quiere poder llorar a su padre como todo hijo debe hacer, frente a una lápida con su nombre inscrito, coronada por la Sagrada Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.
Mi novia no conoció, como es evidente, a su bisabuelo. Pero conoce a su abuela, le es muy querida, y a ella también le afecta que en la fecha señalada su abuela lo pase mal. Y sus hijos conocerán el dolor de su bisabuela por mano de su madre, y así sucesivamente. Afrentas como esa no se olvidan fácilmente, pues la sangre de los inocentes es muy difícil de limpiar.
Es necesario que el Estado, en representación del Pueblo de España, ponga a disposición de estas personas todas las herramientas necesarias para que puedan encontrar a sus familiares y darles el descanso merecido. Es hora de mirar al pasado con respeto y con comprensión para aquellos que aun lo sufren, y de devolver a su sitio aquello que fue injustamente arrancado de las manos de los suyos. Como hombres de bien, como demócratas, como hijos y nietos, como personas, es nuestra obligación. La de todos. Que, llegado el momento, no sintamos vergüenza al encontrarnos frente a ellos.
He aquí que veo a mi padre,
he aquí que veo a mi madre,
a mis hermanas y mis hermanos.
He aquí que veo el linaje de mi pueblo hasta sus principios.
Y he aquí que me llaman, me piden que ocupe mi lugar entre ellos,
en los atrios de Valhalla, el lugar donde viven los valientes para siempre.
¡ODIN!