Tres trabajadores de un McDonald's de Farmington, Nuevo México (Estados Unidos) han sido procesados por crímenes de odio después de que grabaran a fuego una esvástica a un cliente navajo con discapacidad psíquica.
William Hatch, de 29 años, Paul Beebe, de 26 y Jesse Sanford, de 25, están acusados de marcar el brazo de un joven navajo de 22 años con una esvástica usando una percha calentada en una estufa, según publica la prensa estadounidense y que recoge
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Además, raparon una cruz gamada en la cabeza de la víctima y dibujaron con un bolígrafo consignas neonazis como KKK y "White Power" ("Poder Blanco").
Los tres trabajadores son los primeros acusados en Estados Unidos de crímenes de odio y podrían ser
condenados a penas de hasta diez años de cárcel.
Están acusados también de conspiración, agresión y secuestro. En caso de demostrarse que el joven navajo fue secuestrado, la condena podría convertirse en cadena perpetua, mientras que si se les declara culpable sólo de conspiración, la pena será de cinco años de cárcel. La víctima era un cliente que fue agredido cuando los trabajadores acabaron su turno laboral.