84, esto creo que ya lo comenté una vez.
Me basaré en la obra de Niestzsche para explicarlo.
Más bien copiaré descaradamente su idea: Cataluña resulta la perdedora de la jugada mientras que España resulta la ganadora.
Cataluña entonces empieza a decretar y a identificar una nueva moral para hacer más llevadera su derrota, y no es otra que identificar y decretar como "malas" las actitudes que caracterizan a España en sus momentos de poderío: bravura, prepotencia económica, imperialismo, ambición, malotismo... Y lo que hace es identificar como "buenas" las características opuestas a estas últimas porque son las del enemigo pero que son características que no te conducen a la victoria: pacifismo, humildad, paciencia, etc.
Percibir de este modo las cosas solo la ha perjudicado, porque al ser sus habitantes buena gente, poco egoístas y muy hospitalarios, aquí vinieron millones de castellanos 50 años atrás que lejos de agradecer esa caballerosidad no han hecho otra cosa, buena parte de ellos, que ir a la suya a colonizar en masa consciente o inconscientemente, me da igual. Y muchos descendientes de estos últimos están reproduciendo con los nouvinguts negrunos el tic buenrollista que los catalanes anteriores reproducían con sus abuelos.
Te voy a poner otro increíble ejemplo. El ejemplo de Josep Guardiola, que les pide a sus jugadores que no se presenten a entrenar delante de él con deportivos rollo Ferrari, es decir, coches macarras, agresivos y prepotentes.
Les pide que se repriman, existe esa represión hacia lo excelso o hacia lo que es ostentosamente excelso. A chavales de 20-32 años que lo han ganado todo, que son multimillonarios, que a cada momento les recuerdan que son el mejor equipo de la historia del deporte más popular del mundo, que son los putos Reyes de la noche, de sus ciudades de origen, del restaurante al que vayan o de las niñas del garito en el que estén presentes.
Pero no les pide que no acudan con un todoterreno Mercedes, por ejemplo. Tampoco les impide que se dejen ver con esto:
¿Por qué?. ¿No es acaso lo mismo?. Es lujuria, es distinción, es grandilocuencia. Tú te bajas de este coche en la Avenida Diagonal y te quedas con toda la puta peña, pero este coche no es de maloso, aunque es de dominador, de triunfador, de imperante.
Es decir, ahí ves que instintivamente las ganas de vencer están ahí, pero existe la necesidad de disfrazarlas o cuanto menos de dulcificarlas, de alisarlas, de bruñirlas, todo producto de ollas mentales.
Este ejemplo lo puedes extrapolar a montones de facetas. Una ciudad grande, en la que hay Ferias millonarias y que no te la acabas en dos días, pero hemos de ponerle el toque del Bicing, por ejemplo:
Hemos de darle ese toque bohemio, ese toque de humildad, de romanticismo, de respeto a la madre naturaleza y a los mejillones cebra.
No. No puede ser una ciudad como París, Roma o Madrid, en la que no saben sentir lo que es ser libre y biciclero. No podemos dejar la enorme Avenida Diagonal tranquila, que ya bastante tiene con sus dimensiones. No. Tenemos que llenarla de estaciones Bicing.
No puede ser que un tio de Alemania, de Bélgica, de Rusia, de Francia, de Italia o de Irlanda venga y te diga, como ocurre cientos de veces "Qué ciudad más grande tenéis, tio. En Europa solo París y Londres que recuerde son más grandes", y te lo dice con admiración, como diciendo "olé vuestra puta polla". No, eso no puede ser. Tenemos que introducir todas estas pequeñeces para empequeñecerla aunque no lo sea, tenemos que darle ese puntito marca de la casa.
Más ejemplos extrapolables hay pero estoy hasta el gorro de escribir tanto.