Me ha sorprendido gratamente el cambio de rumbo que sigue el capitulo desde su inicio hasta su fin. Se inicia de una manera oscura, tetrica, como anteriores sesions finals, con Cuddy y Wilson hablando con la policia y sometiendose a ese interrogatorio callejero. Despues el capitulo sigue y te mantiene en vilo por saber que hara House para que todo acabe como acaba. El momento mas grande llega al final con la escena del coche empotrado en la casa de Cuddy. Pero no es la escena en si (que tambien
) sino el como la desarrollan los guionistas y el director; podria ser algo tetrico, grotesco, muy oscuro, con una atmosfera de depresion y enajenacion mental, pero no, lo pintan como un gag, como algo humoristico, divertido, que no arranca la lagrima ni la sospecha, sino la risa. Al final House sale del coche, se acerca Cuddy, cuya tez oscila entre lo pavoroso, el nerviosismo absoluto, la indignacion y una falta de entendimiento galopante, y le entrega el cepillo (amo
, aunque solo hubiese faltado un "thanks" por parte de Lissa), para posteriormente irse andando con la estupefacion que tiene Wilson encima, que aun no sale de su asombro. Un golpe en el menton para toda teoria o cabala que pudiesemos habernos hecho. En cuanto al que pasara, si ha sido algo imaginado o no, me da exactamente igual, esos ultimos 2 minutos hacen que el presente merezca la pena mas que nunca.