Humor...¿femenino? Hombres que follan almohadas

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Hola Ada. Ahora es cuando cuentas el chiste y si no tiene gracia me río igual... ¿lo pillas?
 
AdaByron1 rebuznó:
¿Qué le dice una impresora a otra....?

- ¿...Esa hoja es tuya o es impresión mía?

Risas enlatadas.

A mí me ha hecho cierta gracia la última frase.
 
¿Cuándo comprenderéis que si la mujer no tiene sentido del humor es, en estrictu sensu, porque no lo necesita?
La mujer es el elemento penetrado, la bagatela adquirida, la montaña (alguna en sentido literal) escalada.
El sentido del humor del varón, afilado a lo largo de cientos de centurias y nutrido (con suerte) de un amplio catálogo de referencias culturales, no es sino una mera interfaz para comunicarse de forma óptima con el coño de la cosa-presa o hembra.
No es natural que una mujer tenga sentido del humor: ella está para ser agasajada y colmada de comentarios ingeniosos que no entenderá, pero su intuición le susurrará dulcemente al oído que "ese chico tan mono se está esforzando mucho para resultarte gracioso;además parece estable: A POR ÉL".
Dulcificadles la vida de todas las formas que vuestro ingenio os permita pues ellas son nuestro verdadero motor en el culo, nuestra estamina más preciada, nuestra verdadera especia melange.
Además su vida es un puto infierno, una espantosa condena cumplida no en el tártaro o en santa Elena, sino en el cuarto de baño sintiéndose unas perras gordas e indignas.
Creedme cuando os digo que, si el hombre alguna vez llegó a la luna, fue gracias a una mujer.
EXTRAS:
-Es cierto que en este post has tratado de mezclar ( sin éxito por otra parte) los melifluos y esquivos estilos de Yo hice a roqueIII Y Rubén_clv?
-Bueno, cuando escribí este post quiero creer que estaba más bien bajo la influencia de una equilibrada mixtura entre cachondo mental e ILG.
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-Podrías ser un poco más prólijo con tu respuesta?
-Me refiero a que mi estado mental durante la elaboración de este post era el de un semi perroflauter madrileño que conoce palabras como "cesura" o "hemistiquio", pero combinado con el estado de ánimo que se te queda cuando le mandas dinero a una sudamericana inmunda para no verlo nunca más.
-Entiendo.
 
DeCarlo_ rebuznó:
Aquí también había mucho de improvisación. Tronchante, hoyga :lol:

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¿Y qué? Era una cría.
Yo cuando estaba en el instituto tartamudeaba cuando me hablaba el maestro. Y luego en 5º de carrera le llevaba la contraria al profesor en un anfiteatro con 60 personas, con toda la tranquilidad del mundo.

Ha madurado y ha mejorado en todo. Más mérito.

ilovegintonic rebuznó:
Buen ejemplo este que dices, viene a ilustrar lo que se ha dicho por aquí varias veces.

¿Qué tiene que ver la frecuencia con la que uno se ría con su sentido del humor? Nada. El tonto del pueblo de mi madre está completamente descojonado todo el día, desde que se levanta hasta que se acuesta, y no tiene ni puta gracia el pobrecillo. Y desde luego su sentido del humor no es que sea la cosa más elevada del mundo. Los retrasados mentales, por lo general, ríen por todo.

Para una tía, señores, el estar riendo como una subnormal es tener sentido del humor.
Sí, una persona que se ríe muy a menudo puede parecer tonta.

Sin embargo una persona que sonríe muy a menudo no tiene un pelo de tonta. Una sonrisa transmite positividad, transmite confianza, caer bien...

Cuando tratas con una persona que te sonríe y es amable, sin querer te muestras más accesible, más abierto a satisfacer sus peticiones, te resulta más complicado darle un "no" por respuesta. Se trata de personas que se valen de su actitud, su inteligencia emocional, para lograr su objetivos en la vida, tanto a nivel laboral como personal. En muchos casos ayudando a compensar una falta de inteligencia formal.

Así que las mujeres saben muy bien lo que hacen cuando ríen. Se trata de un instrumento más de seducción.
 
AdaByron1 rebuznó:
El sentido del humor es general, connatural al ser humano, incluso en no-sé-qué estudio venía a concluir que las mujeres nos reímos de media al día bastante más que los hombres.

(...)

Yo personalmente me río mucho con los insultos, humillaciones y desprecios con los que los foreros adornan la naturaleza femenina. ¿pero entonces .... por qué os atrae tanto lo femenino?

Lo señalado en el primer párrafo ya se lo ha explicado el Sr. Neumal, existe una risa automática que no tiene por qué ser espontánea y natural sino que, al contrario, se ve forzada por el contexto. En eso las mujeres son especialistas; padezca usted en el metro o en una cafetería al típico grupito de grullas cuarentonas o de adolescentes ruidosas riéndose sin tasa, a carcajadas; ármese después de valor para levantarse y preguntarles de qué coño se están riendo y con toda probabilidad serán incapaces de responder a ello porque no tienen ni idea.

¿Atracción por lo femenino? Tal vez, no lo niego. Me gusta meterla en los chochetes, oiga, no puedo negarlo ni obviarlo, es superior a mí. Es más, durante años he estado dispuesto a soportar todo tipo de gilipolleces durante horas, días o incluso semanas por meterla por primera vez y seguir metiéndola hasta que me cansaba de ese agujero. Ahora tengo menos tiempo, también menos paciencia, escasos escrúpulos y más dinero, así que me ahorro peajes y suelto guita para seguir metiéndola a mi antojo. Y eso hasta que deje de gustarme o no se me levante, que todo se andará.
 
Afirmar que las mujeres no tienen sentido del humor me parece cuanto menos precipitado. Tal vez tengan un humor distinto al masculino, pero no carecen de él. Yo me he encontrado a más de una chica graciosa, con salero, con capacidad de reacción para encontrar unas divertidas salidas en discusiones de coña.

Ahora bien, y en esto debo dar la razón a la mayoría, humor, lo que se dice humor, capacidad de crear situaciones de LOL de la nada o partiendo de una base pues andáis más bien cortas, ignoro por qué.

Los humoristas masculinos siempre han sido infinitamente mejores que las mujeres humoristas, también ignoro por qué.

Que ignorancia destila mi mensaje, pardiez.


Un saludo
 
saca-al-tarado rebuznó:
Lo señalado en el primer párrafo ya se lo ha explicado el Sr. Neumal, existe una risa automática que no tiene por qué ser espontánea y natural sino que, al contrario, se ve forzada por el contexto. En eso las mujeres son especialistas; padezca usted en el metro o en una cafetería al típico grupito de grullas cuarentonas o de adolescentes ruidosas riéndose sin tasa, a carcajadas; ármese después de valor para levantarse y preguntarles de qué coño se están riendo y con toda probabilidad serán incapaces de responder a ello porque no tienen ni idea.

Yo le respondo de qué se rien esas mujeres: se ríen por fin, ABIERTAMENTE, del subgénero al que Vd. representa (decirle que en épocas anteriores las risas eran solapadas y disimuladas, pero siempre, siempre han existido).
 
Tan solo tenéis que poner Paramount Comedy, a ver si el monólogo de alguna fémina os hace gracia.
 
AdaByron1 rebuznó:
Yo le respondo de qué se rien esas mujeres: se ríen por fin, ABIERTAMENTE, del subgénero al que Vd. representa (decirle que en épocas anteriores las risas eran solapadas y disimuladas, pero siempre, siempre han existido).

La madre que me parió, lo que hay que leer.

Por cierto, deje de una vez de emplear esa coletilla-sandez del género.
 
AdaByron1 rebuznó:
Yo le respondo de qué se rien esas mujeres: se ríen por fin, ABIERTAMENTE, del subgénero al que Vd. representa (decirle que en épocas anteriores las risas eran solapadas y disimuladas, pero siempre, siempre han existido).
Soy de los que opina que para reirse de algo o alguien debe existir una posición de superioridad sobre el otro, porque si no, lo que haces es exponerte al ridículo. Por lo tanto que las mujeres se rian de los hombres es una absoluta paradoja.
 
Gregory_Peck rebuznó:
Afirmar que las mujeres no tienen sentido del humor me parece cuanto menos precipitado. Tal vez tengan un humor distinto al masculino, pero no carecen de él.

Yo también me inclino a pensar así. Tal vez no queráis hacer memoria, pero mujeres humoristas hemos tenido en España; otra cosa es que hicieran más o menos gracia, teniendo en cuenta el momento histórico-social en el que practicaban su humor. Acordaos por ejemplo del dúo de las Vitudes, de Lina Morgan, de las hermanas Hurtado, de Beatriz Carvajal o incluso de Rosa María Sardá. Hoy en la actualidad, ya contamos con las dos o tres de las que habéis hablado todos, pero si miramos fuera de nuestras fronteras seguro que encontramos más. Por ahora no me acuerdo más que de Whoopi Goldberg y de Cameron Díaz, la cual me viene a la memoria en aquella entrevista en la que no paró de eructar y hacer el garrulo al más puro estilo macho ibérico bebido.

Con todo ese puñado de mujeres cómicas, o al menos viviendo de la comedia, me atrevo a pensar que el estilo de humor femenino es bien diferente al masculino. Para mí ellas basan el humor en lo realista, mientras que el hombre prefiere lo surrealista. La mujer es capaz de criticarse a sí misma, pero siempre que sea dentro de unos parámetros realistas. El hombre, sin embargo, prefiere el chiste absurdo, con algo de escatológico a ser posible.

Aún así, común para hombres o mujeres, me quedo con la sentencia de un famoso actor cómico español que ahora no recuerdo que, en una entrevista, afirmó que el humor proviene de lo inesperado. Amén.
 
Rafael Medina rebuznó:
Tan solo tenéis que poner Paramount Comedy, a ver si el monólogo de alguna fémina os hace gracia.

Más sencillo es ver que la mayoría de humoristas son hombres, tanto los que salen en esa cadena como en general.
 
No me imagino a una mujer escribiendole las frases a Groucho Marx o los guiones a la troupe de Muchacha Nui. El humor femenino es, en el mejor de los casos, terriblemente obvio e inmediato, de trazo grueso, muy dado a la hipérbole, a la exageración deformada como elemento cómico. Es más burla que humor, más chanza que ironía, carecen de esa sutileza, de ese doble sentido, de ese surrealismo y velocidad mental de los cómicos masculinos.

Hay mujeres divertidas, gracias a Dios una de ellas me espera en la cama ronroneando como una gatita. Sin embargo es más una cuestión de complicidad, de conexión, de haber participado los dos en un hecho singular, que al rememorlo se adorna de impresiones comunes, se teatraliza, y precisamente por eso muchas veces las mujeres resultan divertidas, más por como lo dicen que por lo que dicen.
 
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