El bedel
MUJER CON ENVIDIA DE PENE
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Hay días que te despiertan con la certeza de que algo terrible acaba de empezar, como decía Cortázar. Días en los que sabes que lamentarás no haber sido atropellado una mañana de verano como la de hoy por aquel gitano en bicicleta que se saltó un semáforo en el momento en que decidías enviar una gilipollez desde el móvil. Esos días aciagos sólo pueden salvarse con milagros, pequeños milagros como la contemplación de una improvisación estética creada por la naturaleza. Puede ser una vereda bajo un pasillo de Álamos en primavera, o el canto inusitado de un pajarillo ante la luz de noviembre. O podría también ser un zurullo soberbiamente trazado, un polígono de tres vértices, con tres lados perfectamente armónicos, engarzado en las paredes de cerámica de un inodoro
(a propósito, inodoro suena como Polidoro... Polidoro de Rodas, el escultor).
El triángulo inscrito en un círculo o en un cuadrado simboliza las formas que han sido y serán, la eternidad, el tiempo fluyendo como un arroyo.... o como el chorro de una cisterna. Que los animales pueden hacer o percibir el arte, aún es objeto de debate entre los sabios. Pero ¿pueden los intestinos esculpir conscientemente una obra? ¿No dicen acaso que el sistema digestivo es el segundo cerebro (falta referencia bibliográfica)? Un cerebro capaz de comunicarse con su dueño para avisarle de que un peligroso nivel de estrés ha sido alcanzado, o ¿por qué no?, que la vida aún merece la pena vivirse.
(a propósito, inodoro suena como Polidoro... Polidoro de Rodas, el escultor).
El triángulo inscrito en un círculo o en un cuadrado simboliza las formas que han sido y serán, la eternidad, el tiempo fluyendo como un arroyo.... o como el chorro de una cisterna. Que los animales pueden hacer o percibir el arte, aún es objeto de debate entre los sabios. Pero ¿pueden los intestinos esculpir conscientemente una obra? ¿No dicen acaso que el sistema digestivo es el segundo cerebro (falta referencia bibliográfica)? Un cerebro capaz de comunicarse con su dueño para avisarle de que un peligroso nivel de estrés ha sido alcanzado, o ¿por qué no?, que la vida aún merece la pena vivirse.
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