La muchachada nui sale.

He visto cambiar sitios de botellón por sitios de práctica deportiva y están desérticos. A ellos sumado que para practicar tenis pádel o fútbol hay que pagar...pagar ..

Para echar una pachanga de fútbol, un cinco contra cinco (eso hace un total de diez, para los de letras) debería saliros por cabeza a una litrona chusquera de las que se bebe smokingman.
 
Aquí había un antro que hace menos de una década tenía un cartel que prohibía el acceso con gorra para que dominicanos y demás subseres no se macheteasen dentro. Ahora les ponen tapa de cecina en una placa de pizarra con su Verdejo a los de Vox. Y sigue con el mismo nombre, no te creas que el cambio fue muy radical.
Es la gentrificación, brother.

Aquí tres cuartos de lo mismo. La calle donde hace diez años había agujeros infectos a tope de sidra, listeriosis y borrachos con los pantalones vomitados se ha peatonalizado y reconvertido en sitio de terraceo con sus tapas, sus vinos y sus carteles de oferta de gintonis caligrafiados elegantemente.
Los antaño despreciables sacos de mierda borrachuzos que paraban ahí son los mismos que a dia de hoy, quince años después, siguen (seguimos) frecuentándolo.
 
Qué movida, no, premo. Ignoraba completamente que estuviese así el panorama, como siempre decís que ahora las chavalas se desvirgan a los 13 y son más putas que nunca, pues me imaginaba que los disco-pub de ahora sería una especie de sodoma y gomorra donde pillaba todo quisqui. La última vez que yo me pedí un cubata me costó 600 ptas, y recuerdo haberlos bebido a 450 ptas en los bares de mi pueblo. Madre mía, lo que ha llovido. ¿Se dice cubata todavía, no?
 
Hay gente que dice cacharro y cachi, pero creo que ya lo decían antes, era una cuestión de retraso.
 
Última edición:
Un machete, una cocacola con agua milagrosa, un cubalibre, y en mi tierra se decía un cacharrino.
 
Normal, quién en su sano juicio va a pasarse la noche en un antro con música deleznable para disminuidos psiquicos, rodeado de endiosadas, panchitos, demás moronegrada con reggaeton a toda ostia y copas de garrafón a precio de blue label? Para encima que al volver a casa un hassan cualquiera te meta un destornillador en el costao para robarte el móvil.

El último finde quedé con una chica que conocí en tinder, cena en restaurante, dos birras en un pub irlandés normal y a casa a echar un polvete. Antros con charcos de meados por las esquinas, perdonavidas y dueños estafadores como si desaparecen mañana mismo.
 
Ser empresario de la noche en los años 80, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal), 90s, era ganar dinero a palas.
Recuerdo tener que vaciar cajas registradoras 2 veces algunas noches ya que no cerraban de la cantidad de billetes.
Eran tiempos de aglomeración, ausencia de controles alcoholemia y bonanza, y una generación, nacida en los 70.
Ni normas de aforo, ni de insonorización.
Ser empresario de la noche era creo yo uno de los negocios legales más rentables que habían.
 
Las nuevas generaciones en general dan muestras de ser gilipollas, pero no creo qué diste mucho de como nos verian hace tiempo los viejales a nuestra generación.

Lo único que envidio de la muchachada son esas proto-putas de 15 años avidas de meterse pollas en la boca. En mi epoca tocar pelo a esa edad era algo digno de hacer una placa como homenaje.
 
Lo mejor es el problema que ellos mismos estan creando y despues ofreceran "solucion" cuando se vaya de madre.
A los de siempre les da igual, los hosteleros seguiran mamando de la teta guiri balconing y los que se queden en casa donaran sus orocs al Gabe Newell.
 
Nunca le vi sentido a esa modalidad de ocio. Principalmente por la música, aún en los 90 estaba bien salir y escuchar el Maquina Total 6 o el Bolero Mix de turno.

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Poco despues me entregué al rock y metal haciéndome partisano de aquellos eurohits, ya esa música no molaba, el pirriaque era caro y el garrafón era doloroso a la mañana siguiente.

En segundo lugar, la compañía y el gentío. Todos nos conocíamos y al que llegaba de otro pueblo se le molía el lomo (cosas de pueblos de la España profunda), particularmente si sacaba pecho o venía a raptar con la soga del amor, a las gachís. No se admitía rapto de nuestras Sabinas particulares, aunque la mayoría eran orcos de solemnidad. Las peleas, los vasos de tubo voladores,.. ese ambiente ya cansaba. Ni que decir de lo malo que es beber con tarados de pueblo, la conversación se torna pésima, las vomitonas frecuentes, y el olor a culo, insoportable.

La navidad pasada, por cosas de socializar con compañeros fuimos a un garito. Una maña experiencia con garrafón etiquetado como Jameson que solo trajo vomitera agria, cara de pelota embarcá y pesares al día siguiente.

Mis chusqueras litronas son una ambrosía cotidiana y mis auriculares Audiotecnica garantía de sordera prematura, tinnitus en aumento, placeres livianos, dinero en la petaca y la tranquilidad.
 
Mis últimos cuatro polvos han sido:
Dos vía Facebook añadiendo tías al tun tun aunque de forma tendenciosa.
Otros dos (y repitiendo) vía una página en la cual dice ser para conocer gente y realizar "actividades". Todos puntuando 9/10.
Por los cojones voy a salir a aguantar subnormales en bares como me pasaba en dos de cada tres veces que lo hacía.
 
Un machete, una cocacola con agua milagrosa, un cubalibre, y en mi tierra se decía un cacharrino.

Y no había medios en tu pueblo? En el mío aún los hay, o eso creo.

Ser empresario de la noche en los años 80, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal), 90s, era ganar dinero a palas.
Recuerdo tener que vaciar cajas registradoras 2 veces algunas noches ya que no cerraban de la cantidad de billetes.
Eran tiempos de aglomeración, ausencia de controles alcoholemia y bonanza, y una generación, nacida en los 70.
Ni normas de aforo, ni de insonorización.
Ser empresario de la noche era creo yo uno de los negocios legales más rentables que habían.

De lo que más me enorgullezco como vendedor es de haber dejado de invertir en licores para los bares. Hace unos 20 años o más éramos los que vendíamos alcohol a todos los bares en muchos kilómetros a la redonda. Y hará más de 10 que dije que esto iba a petar y que no quería volver a invertir grandes cantidades de dinero en licores para ganar una puta mierda de margen y que encima muchos me los tuviera que comer con patatas porque no pagaban. En mi pueblo llegó a haber más de 20 bares en la época de la marcha, más de 10 discopubs y discotecas y el resto bares normales, y ahora hay 2 discopubs y 6 bares normales. Creo que tomé una buena decisión.
 
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Pero qué dices, chaval. He estado en tu pueblo y ahí no hay mimbres pa 10 discotecas.
 
Pero qué dices, chaval. He estado en tu pueblo y ahí no hay mimbres pa 10 discotecas.

Discotecas había 2, una de invierno y otra de verano, que eran del mismo dueño y nunca estaban abiertas a la vez. Discopubs si que había muchos y muy buenos. Por si no lo sabes la pegatina de uno salió en una peli de Almodóvar.
 
En la relación dialéctica entre tinder y las discotecas que alguno ya ha identificado está la clave del asunto. En realidad son ellas las que silenciosamente marcan el nuevo rumbo, como casi siempre. En el momento en el que tienen la posibilidad de ser las protagonistas sensuales del mercado de la carne de una manera mucho más barata, cómoda, segura e incluso saludable han sido las que han dejado de salir con posibilidad de romance, para, cuando lo hacen estar en modo "estoy con mis amigas pasándolo bien, no quiero babosos alrededor".

Desde el punto de vista de un hombre, la verdad que posiblemente le duela a muchos es que salir sin expectativas de ligar no es lo mismo. Ni se le parece. Uno podía salir también "a pasárselo bien con sus amigotes y nada más", pero sin el telón de fondo de ser una actividad en la que a la vez que te diviertes juegas papeletas en la rifa del follar esa noche, se viene abajo todo el atractivo implícito en ese "pasártelo bien". Y bajo este panorama de bajísimas expectativas uno puede recordar que aquella época del auge del discotequeo tampoco es la arcadia que la nostalgia nos puede intentar colar y viene bien traer a la memoria los rechazos dolorosos, el camino de vuelta a casa de la vergüenza, del qué estoy haciendo con mi vida, las borracheras excesivas que solo buscaban un tiempo de prórroga, un milagro, que en la huída hacia adelente se aparezca el destino soñado por arte de magia.
 
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Mis últimos cuatro polvos han sido:
Dos vía Facebook añadiendo tías al tun tun aunque de forma tendenciosa.
Otros dos (y repitiendo) vía una página en la cual dice ser para conocer gente y realizar "actividades". Todos puntuando 9/10.
Por los cojones voy a salir a aguantar subnormales en bares como me pasaba en dos de cada tres veces que lo hacía.

Vía Favebook? Eso que era un reto? porque mira que tiene que ser difícil eso. Me parece original al menos, añades a unas tías sin mas y darle un poco de pico y pala, esta bién.
 
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Es que comparas el mundo en general, este país en particular, de fin de siglo pasado, primeros de este, con el actual y dan ganas de banearse. Hoy en día la sociedad es un estercolero bastante grande y hediondo
 
"Salir de marcha" siempre ha sido una puta mierda para él 76,34% de las personas. Frío o calor, incomodidades variadas, música dantesca taladrado tímpanos y provocando acúfenos. Horos y tiempo tirado en alcoholes malos, trasportes, perfumes y ropajes inútiles. ¿Y para qué? Unos pocos para follar, otros pocos para emborracharse y ese restante 76,34% para encajar, para hacer lo que se espera de uno, para no ser el rarito.

El horror. Ojalá gracias a los milennials no quede una puta discoteca abierta en 2030.
 
Un machete, una cocacola con agua milagrosa, un cubalibre, y en mi tierra se decía un cacharrino.
En algunos sitios, como en el restaurante que trabajo en ocasiones, se les llama pelotis. (vaya nombrecito pinkimonkis y tal)

Y yo también los últimos gubatas que tomé los pagué en pesetas, no llegaba a 500pts.

Ahora , como bien dice el pana @PLSTYLE , la juventud no tiene de donde rascar. Rasca la güifi del papá, compra unos risquetos en el D%A y se va a casa de un hamijo a jugar a un algo. Intronautas del XXI, como nosotros.

"Salir de marcha" siempre ha sido una puta mierda para él 76,34% de las personas. Frío o calor, incomodidades variadas, música dantesca taladrado tímpanos y provocando acúfenos. Horos y tiempo tirado en alcoholes malos, trasportes, perfumes y ropajes inútiles. ¿Y para qué? Unos pocos para follar, otros pocos para emborracharse y ese restante 76,34% para encajar, para hacer lo que se espera de uno, para no ser el rarito.

El horror. Ojalá gracias a los milennials no quede una puta discoteca abierta en 2030.
Otra cosa.
Yo no salgo de marcha ni nada de eso, pero por motivos veo fiestas en Madrid.
Una cosa que observo en esas fiestas:
Hay mucho HOMO, pero mucho. Mucho más que en épocas pretéritas, más descarado, mucho muchacho.

K♂rma y :nohomo:
 
"Salir de marcha" siempre ha sido una puta mierda para él 76,34% de las personas. Frío o calor, incomodidades variadas, música dantesca taladrado tímpanos y provocando acúfenos. Horos y tiempo tirado en alcoholes malos, trasportes, perfumes y ropajes inútiles. ¿Y para qué? Unos pocos para follar, otros pocos para emborracharse y ese restante 76,34% para encajar, para hacer lo que se espera de uno, para no ser el rarito.

El horror. Ojalá gracias a los milennials no quede una puta discoteca abierta en 2030.
Zoomers. La chavalada de ahora son zoomers. Los millenials en 5 años seremos boomers, como les paso a los gen-x, que un día estaban viendo grunge en la MTV y el siguiente te enseñaban los mejores vídeos del rellano de hace 10 años en su móvil con funda de cuero.
 
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