Cada persona es un mundo, pero hay feminas que perfectamente aguantan 3 cubatas, que tampoco es tanto (y a saber en cuantas horas), y luego a cada cual le sienta diferente, yo por ejemplo conduzco mejor, otros les da por ser agresivo, y a esta le dio un calentón)
Ya se que se ha dicho mil veces, pero vamos a decir claramente lo que pasó, el pagafantas o los que fueran no estaban para mas fiestas, y a esta que aún estaba con el punto le quedaban mas ganas de alegría, de entre los personajes variopintos que se encontró, fue el gordito grasioso con acento andaluz el que no quiso desperdiciar esa oportunidad (después de muchos intentos esta era la suya).
Luego fueron presentándose el resto de macacos sevillanos, estos mas guapitos, con sus barbitas cuidadas y ese seseo y esa grasia que tanto ponen a las madrileñas, como buitres revoloteaban a su alrededor, ella se sentía hot, las conversaciones fueron volviéndose cada vez mas picantes, y el efecto del alcohol fue la escusa perfecta para dejarse llevar, justo fue terminarse el último cubata que iniciaron su marcha a buscar un lugar donde la única que no sabía muy bien como iba terminar la cosa era ella, como caminando por una irrealidad.
Cuando solo encontraron aquel portal, empezó el magreo, ella se dejó llevar, incluso participó, no quería parecer que no dominaba la situación. Luego empezó el cerdeo fino, los buitres empezaron a restregarse y a pedir turno, entre risas y grabaciones de móviles, ella seguía fuera de ese mundo donde las acciones tienen reacciones, luego la fiesta padre y las humillaciones, el gordo asqueroso poniendo su culo, el milico haciendo gestos de cabalgar mientras le daba palmadas en el culo, los gestos y risotadas que ya empezaba a percibir acabó en la traca final, un baño de leche agria. Un olor que tardaría en quitarse y que le recordaría todo lo que pasó.
De pronto, en su cabeza ocurrió algo que solo pasa en el cerebro femenino, el blanco pasa al negro sin pasar por los grises, su gesto cambió. Lo peor fue la despedida, los macacos se fueron dando saltos de alegría, riendo, sin ningún gesto amable hacia ella, quizá solo la sonrisa burlona del que le había robado el móvil (mas tarde se daría cuenta), mientras ella permanecía inmóvil y lefada. La fiesta seguía para ellos, pero para ella había terminado.
Para colmo le habían robado el móvil, "hahaha cabesa ensima el Isra le robo el movil a la piba que arte", salió del portal andando como un zombi, con la moral por los suelos, se sentó en un banco, y recordó el momento en que se despidió de su amigo (ojala pudiera dar marcha atrás), lo sucia y humillada que se sentía, y encima el robo del móvil la dejaba totalmente perdida y sola. Se derrumbó y entro en llantina, llamando la atención de una pareja, lo tenía a huevo, lo que dijo es que la habían violado y robado, y realmente se sentía así.
Esto debería de terminar del modo mas digno posible, que sería ella en un convento de clausura y estos 5 individuos paseando encadenados y desnudos por las calles mientras la turba le arroja piedras. Pero vivimos en el S XXI, como si fuéramos mejores por eso.