Es que me he leído la sentencia y la presunta víctima le ha metido un gol a los cinco amiguetes, a la justicia y a España entera. Una mujer que se aburría porque sus amigos la habían dejado tirada y se morrea con un hombre sin conocerlo de nada, y que se va a buscar un hotel para meterse todos en la misma cama... luego se dirigen a un portal donde se introduce con ellos sin ninguna violencia.
En la sentencia ella reconoce que lleva una vida sexual activa desde los 16 años y que sabe por tanto las consecuencias de acostarse con otras personas, en las grabaciones ella aparece gimiendo en varias de ellas, luego la tipa pregunta cuando ha acabado todo que si se puede ir con ellos de fiesta y se enfada y estalla cuando le dicen que no y descubre que le han robado el teléfono.
Aquí está una de las claves de lo que ha pasado, la acumulación de inmoralidad con un delito. Que es lo que habría ocurrido si en vez de acostarse con cinco hombres se hubiera acostado con uno y que después de follar la hubieran invitado a copas y no le hubiera arrebatado el teléfono.
Estoy totalmente convencido de que cuando hubieran acabado las fiestas y ella hubiera regresado a Madrid, se relamería de gusto de saber que ha tenido una aventura en un portal con un tío bueno y que le habría sacado unas birras gratis y ni habría habido denuncia por abusos sexuales ni nada.
Insisto en que mi conclusión es que nos ha metido un gol a todos porque además desde el principio se ha destruído la presunción de inocencia de los cinco acusados.
Y para terminar os diré que muchas veces me he encontrado mujeres llorando por la calle sentadas en bancos o saliendo de edificios de oficinas y ni en broma se me ha ocurrido acercarme a una de ellas; si han perdido su curro o el novio las ha cambiado por una veinteañera, que se aguanten.