Esta mañana, en sintonía con lo que cabe esperar de un ciudadano medianamente cívico y
preocupado por por los poderes fácticos que han de ejercer su yugo sobre él,
he acudido a mi
colegio electoral a votar en el
Referéndum sobre la aprobación o no del Tratado de
Constitución Europea.
No sé qué decirles al respecto,
no tenía verdaderamente
una opinión forjada ni nada que se adecuase a una decisión en firme, pero sí me sentía en la obligación moral de
ejercer mi derecho a pronunciarme.
Como aún soy persona joven a pesar de mis canas incipientes (que no se rían los poseedores de entradas capilares que yo de eso a cambio no gasto), he tenido pocas oportunidades de votar en la vida, pero puedo estatar que, hasta el momento, he participado
en todas, a excepción de la segunda ronda para el Ayuntamiento de Madrid, desencantado con el asunto
Tamayo y
Sáez de cuyos nombres no quería acordarme, pero, qué cojones, acabo de hacerlo y ello me encabrona no saben ustedes cuánto.
Pero corramos un estúpido velo.
La
Constitución Europea es un compendio legislativo de trescientas y pico páginas,cuatrocientos y pico artículos, que ríanse ustedes de las Guías Telefónicas de la Comunidad de Madrits. :? Escrita en
términos jurídicos, su lectura resulta tan amena y comprensible como pueda serlo un block de cuentas del señor Albert Einstein. Mucha sustancia, mucha buena intención, pero a mi que
me lo expliquen, si me hacen el favor. Al menos lo intenté.
No se puede hacer campaña informativa más
desinformante que ésta. Gobierno y oposición se han empeñado en sufragar
anuncios con famosetes de medio pelo afirmando que si la Constitución mola, que si la Constitución es chanchi, que si se han cascado cuarenta pajotes castellanos leyendo las páginas de la constitución.
¿Se han preocupado por
hacernos entender por qué debemos refrendar con
un SÍ semejante mamotreto impreso en castellano, catalán, gallego, vasco y "valenciano" (éste y el de los senyeros les salió a 2 x1)? ¿De forma oficial el Estado se ha preocupado de facilitar la labor de comprensión de aquello que va a ser la LEY con mayúscula en nuestra vida social y económica futura, resumiéndonos, explicándonos las
diferencias, publicitando verdaderamente los pormenores de la Constitución para que yo, o el panadero de mi barrio, o el frutero del mercado Peñagrande, o mi vecino sordo del segundo, o la madre del cordero pudiese elegir un designio acorde con su opinión verdadera...?
En mi modesta opinión, esto
no se ha hecho en absoluto. A mi que el holandés de gangoso deje catalán Johan Cruyff, el pringao rubiales de Cuéntame o el niño gordinfleras de Aquí no hay quién viva me aconsejen vivamente meter en el sobre la papeletea del SÍ, francamente, me la suda a cuatro manos. Por mi, como si se las pica un pollo.
Creo sinceramente que
se ha tratado de aborregar al ciudadano español, de forzarle a votar a favor a pesar de su descoñocimiento, de imponer como buena una decisión que ya han tomado por nosotros. Como mamá cuando con 8 años le hizo al peluquero cortarnos el pelo al vergonzante estilo tazón "
porque va a quedar la mar de mono", pasándose por el forro del salvaslip nuestros lloriqueos y sorbidas de mocos varias a modo de pacífica protesta.
Conclusión a todo esto: presentarles
mi VOTO fotografiado, prueba irrefutable de su realidad:
Papeleta del SÍ + Papeleta del NO + moneda de Euro + post-it con el siguiente comentario:
ESTIMADOS SEÑORES MIEMBROS DE LA MESA ELECTORAL:
EN CONCIENCIA, NO PUEDO PRONUNCIARME A FAVOR O EN CONTRA DE ALGO DE LO QUE, COMO EL 95% DE LOS CIUDADANOS, NO ESTOY INFORMADO CONVENIENTEMENTE.
ADJUNTO MONEDA PARA QUE ESCOJAN MI DESIGNIO A CARA O CRUZ. POSTERIORMENTE PUEDEN QUEDARSE CON LA MONEDA COMO COMPENSACIÓN POR LAS POSIBLES MOLESTIAS CAUSADAS.
Un abrazo.