dejad los putos animales de los cojones, eso sólo fue una anécdota
Capitulo 5-2º parte
Yo por aquel entonces, tal vez influenciado por la televisión y la genial serie antes mencionaba creía en eso que llaman amor, también creía que una persona si te besa de la forma que lo hizo ella te quería de verdad, al menos la mitad que yo a ella.
Me fui a casa sintiéndome feliz, creo que fue la última vez que me he sentido feliz sin estar bajo los efectos del alcohol… Pensé en ella, pensé que por fin había encontrado mi amor correspondido… Y decidí llamarla.
Sus palabras, que ahora a todos nos suenan como algo normal para mi fueron como una puñalada en los cojones, diría corazón pero una puñalada en el corazón apenas duele, porque mueres rápido… en cambio en los cojones debe ser otro cantar: “Esto sólo ha sido un rollo, no hay nada”
No hay nada… se repitió en mi cabeza… NADA, la nada, el vacío, la ausencia, la falta… lo que yo había sentido con ese beso, la felicidad que me había provocado, las ilusiones que me hice… no fueron NADA.
Cuando te ocurre algo así lo primero a lo que recurres inconscientemente es al autoengaño, así que yo pensé que ella estaría confusa o algo parecido así que seguí insistiéndola y cortejándola, pensando que tal vez podría haber algo por fin… Pero tal cual dijo ella… no había NADA.
Me costó asimilarlo, me costó demasiado… caí en una profunda depresión que me llevo al alcohol, ese fiel compañero que aún hoy no me ha abandonado, ese amigo que no te pone excusas ni se queja, ese compañero que siempre está cuando lo necesitas y con el que te puedes evadir…
Mi personalidad cambió completamente, si antes ya no confiaba en los humanos ahora pasé directamente a odiarlos… Dediqué el resto de mis dias a beber y a intentar olvidar lo que aún hoy recuerdo con claridad
“esto sólo ha sido un rollo, no hay NADA”
-Marina Mateo de la Sen, mi verdugo.
Capítulo 6: Mis “amigos”
Volvamos a retroceder en el tiempo, situémonos en 6º de E.G.B. otra vez… Como dije en mi infancia, yo no tenía amigos y tampoco me preocupaba el tenerlos, me bastaba mi mundo… pero en 6º la cosa cambió, creí hacer amigos… uno de ellos llamado Daniel Domínguez, tal vez el que más me ha durado sin contar al ace, con cuya compañía conté desde 6º de EGB hasta 3º de BUP y el antes mencionado “sujetavelas” del día en el que hubo NADA.
Empecé a creer en la amistad, cosa rara, dije joder, le importa a alguien, tengo un amigo… ya no era solo un grupo de pervertidos que se pajeaban, era un amigo, alguien que se preocupaba por ti, alguien que te necesitaba y tu necesitabas… O eso pensaba yo, pero tardé en darme cuenta.
En 8º de E.G.B. conocí otro supuesto amigo, llamado Enrique Puerta con el que mantuve contacto hasta los 19 años y al cuál he llamado varias veces después para comprobar como me daba largas…
Este sujeto en cuestión fue el que en cierto modo en el que me apoyé cuando tuve el desengaño con Marina… Prometimos no volver a enamorarnos de nadie… el rompió su promesa al mes siguiente y yo aún hoy en día la mantengo, ni siquiera mi ennovia, la de las zapatillas bukkake que es con la que mas he estado he llegado a estar enamorado de ella…
Al entrar en el instituto (que era el mismo colegio pijo, solo que estaba dividido en 3 edificios, educación infantil, el colegio y el instituto) éstos dos son los únicos amigos que mantuve, y durante los años se fueron añadiendo más, de los que ya no se absolutamente nada…
Promesas, amigos para siempre, nunca perderemos el contacto… mierda, todo mierda… y el Holocausto me dio la razon.
Capítulo 7: el Holocausto
A mediados de curso de 3º de B.u.P. en la prision del desierto ocurrió algo importante. El dueño de la prisión (que no era el director, sólo el dueño) vio que no era normal que un colegio cuya cuota mensual por alumno era de más de 50000 pesetas de entonces estuviera lleno de delincuentes juveniles, drogadictos y gente que pasaba de todo. Yo me incluía en éste último grupo, justo después de lo de Marina, me dio todo igual.
Así que el dueño, debido a las continuas quejas de los padres, decidio contratar un nuevo director, apodado SR. GUARRO, tan sólo era un juego de palabras con su apellido real, el hombre era bastante limpio… tan limpio como dejó el colegio a las 3 semanas de ocupar el cargo.
El 40% de los alumnos fueron expulsados, algunos incluso fueron detenidos por la policía denunciados directamente por él (sobre todo los camellos) yo en un primer momento no fui expulsado, tan sólo advertido… pero la verdad no quería seguir al lado de Marina, verla cada día era como si tuviera que sentarme en una silla con 1 pincho metido por el culo en cada clase… y cada vez el pincho mas grande y más gordo.
En la segunda parte del Holocausto fui expulsado por acumulación de faltas de asistencia (no soportaba ir a clase, era demasiado para mí), quise hacer una vida nueva, quise olvidar estos recuerdos que aún hoy en día machacan mi cerebro y decidí adentrarme en el mundo laboral a los 16 años, ganarme la vida, comprobar la mierda de vida que le espera a todo el mundo… y mi biografía aun sigue… No olvidaré hablaros de EL ACE.