Buenas, estimados foroputeros. Me acabo de registrar en esta entrañable comunidad y recurro a vosotros para intentar encontrar respuestas a las dudas que acuden a mi (inexperto en lides puteriles) intelecto.
Sin más paso a exponer la situación que me paso en un pequeño lupanar de medio postín:
Antes de todo tengo que decir que esto fue la quinta vez que iba de putas en mi vida, por lo que no se que es lo normal o habitual en las relaciones con estas señoritas de alegre vida. Mis experiencias anteriores habían sido bastante malas, con chicas que no se implicaban lo suficiente, que se notaba claramente que estaban fingiendo y deseando que acabaras cuanto antes, que te cuentan mentiras que sabes que no son verdad ("que grande la tienes"), etc... por lo que iba sin otra pretensión que descargar la escopeta...
Resulta que estando apoyado yo en la barra, en pose puteril mientras bebía mi copa se acercó a mi una morena de apariecia nacional, un poco veterana y no especialmente atractiva, aunque con cierto punto de morbo... el caso es que en principio no habría pensado subir con ella, y además me había puesto los dientes largos una mulata explosiva que se paseaba por el local... El caso es que en unos minutos de conversación la chica, que su acento delató latinoamericana, demostró tener una clase, cultura, educación, simpatía y sensualidad no conocidas por mí antes dentro del gremio prostibulario. Esto me convenció a pagar los 60€ de rigor.
Una vez en la habitación mientras nos quitábamos la ropa nos empezamos a besar... yo jamás había besado a una lumi en la boca, ya que nunca me gustó la idea de besar una boca por la que acaban de pasar unos cuantos cimbreles en las últimas horas... pero ella lo buscó, me dijo que le gustaba, que la besara y yo, aunque un poco reacio al principio, me acabé entregando. Mientras la cosa pasaba a mayores me dijo que le gustaba (nada nuevo en una lumi... ya lo se), que hacía mucho tiempo que no hacía el amor, que la gente que iba a ese local no le gustaba ninguno y que estaba encantada de que apareciera por allí alguien como yo... me pedía que le lamiera los pezones y llevó mi mano a su coño... que ante mi sorpresa estaba húmedo como un arrozal... vamos que todo indicaba que la chica estaba caliente de verdad.
Me la cepillé bien duro, como mandan los cánones, y vino su orgasmo, aunque no podría afirmar si real o fingido, la verdad parecía que la chica gozaba realmente... todo ello mientras nos besábamos, la chica no paraba de clavar su mirada en mis ojos, apretarme el culo y la espalda...
Todo sin prisas... pasamos bastante de la media hora... resumiendo: un polvo que, si no fuese por la transacción económica previa, sería como el de una tía normal que te ligas por ahí en la noche, quitando el final, con un francés a pelo descomunal (mientras me pedía que la masturbara), que no se suele ver en la chica de a pie actual...
Al acabar, y en medio de una agradable conversación, sin prisas, me dijo que iba a estar una temporada... que podía anotar su número sin compromiso y que esperaba volverme a ver, si me apetecía (claro... otros 60€ pensé).
Ahora me asaltan las dudas y es donde recurro a vuestra experiencia puteril, ya que la mía es escasa y esta situación ha sido diferente a todos mis anteriores encuentros... Creo que la chica ha pasado un buen rato, por lo menos mejor que con los viejos sudados que visitan el local... yo tengo 30 años, iba bien lavadito y soy razonablemente atractivo... vamos, que me he follado a chicas físicamente mejores que estas sin pagar... ¿puede pasar que la chica disfrute mientras da su servicio, o realmente hay algunas que fingen muy bien? ¿quizás una estrategia para tener clientela fija en un local donde hay chicas mejor físicamente que ella? La verdad es que esta situación me tiene perplejo... ¿que os parece?