PepetrolaX
Freak
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Mi problema es que me gustan las de 25 a 35 años.Hay dos tipos de tíos que a día de hoy están que trinan:
1. Ninguna mujer les hace puto caso, o a lo sumo alguna petarda que se cansa rapido.
Para mantener a una tía a tu lado y que te tome en serio para algo estable tienes que básicamente ser un alfa a día de hoy, como he explicado tantas veces.
2. Los que actúan como las mujeres de ahora: quieren más, buscan más, no se conforman y viven con la esperanza de encontrar una mujer chollo plagada de virtudes cuando la realidad es que el tope, su tope, es lo que hasta ahora han conocido.
Este fenómeno se explica con el libertinaje, el divorcio, las páginas de ligoteo y la cultura actual que empuja a esta vida hedonista.
En psicología no recuerdo el nombre, pero se explica con el juego de comprar un helado con dos situaciones.
Tenemos la situación uno. En la tienda hay tres sabores que son los de toda la vida. Chocolate, vainilla y fresa. Eliges uno y punto.
En la situación dos ya no hay tres sabores sino que hay treinta. Están los de toda la vida, los de casi toda la vida como el limón o la naranja. Los que llegaron después de eso y a día de hoy tampoco son raros como el melón, el plátano, etc. Están los sotisficados, el ron con pasas, la tarta de queso... Están los novedosos como el helado de gintonic o de caipirinha. Por ahí hay huevo Kinder, y frutas raras del bosque. La oferta es amplia. Acabas eligiendo uno después de pensar mucho, pero es que hay lo menos siete u ocho que te apetecen un montón, y otros tantos que te los comerías sin dudar y que siempre te gustaron. Y alguno que nunca probaste pero te supone un reto porque tiene buena pinta.
Al final vas a elegir uno, y te lo comerás, pero algo en ti te frustra, y es el pensar en aquellos que te has perdido. Te va a dar un poco de rabia el dejar ahí otras opciones. En definitiva acabas siendo algo menos feliz que con la situación uno, en dónde se te ofrecen los tres sabores de siempre y eliges el chocolate sin ningún tipo de duda posterior.
Esto es lo que le pasa a casi todas las tias hoy día, y a los tíos que de vez en cuando alguna que otra se van comiendo.
El compromiso aburre y está plagado de dudas porque la tentación de conseguir algo mejor está ahí, en un mundo en dónde en el puto metro hay carteles publicitarios de Tinder. Así que se cambia constantemente de pareja, aunque la felicidad nunca llega y el reloj gana la partida.
Antes las veo crías y después las veo viejas aparte que están en edad de sacarle las tripas a los hombres.
Casi ninguna me hace ni puto caso así que asunto arreglado.