Harry the 卍 rebuznó:
Pero que penoso es el guanche de mierda. No deberia jugar jamas con la roja.
Ademas en el autobus del barcelona se han visto dos banderas independentistas catalanas. Idiotas todos los cules del resto de España por hacerse de un equipo que es y representa lo que representa.
Es costumbre quitarse la gloriosa zamarra nacional y afiliarse al independentismo. No sentirse español es legítimo, inexplicable rehusar de semejante dádiva del destino, pero respetable. El corazón tiene sus razones y no siempre corresponde a la racionalidad descifrarlas. Yo soy partidario de una política de puertas abiertas, que cada uno elija su camino y defienda los colores que más erecto le pongan. No hay nada reprochable en esto. Lo imperdonable es la cobardía, la doblez, el judaísmo militante, el agachar la testuz cuando conviene y no tener los cojones bien puestos para decir que rojigualda no es tu bandera.
Hay varias manadas de ex-deportistas que se ponían muy firmes escuchando el himno nacional y que años después declararon sin rubor su compromiso con otros colores. Y a mi esto me parte el corazón, me siento como una mujer burlada por esos galanes mediterráneos y norteños que me ponían ojitos pero en el brega era otra la razón de su suspiros. Yo no quiero triunfos, se convivir perfectamente con el fracaso, nací en los 70, viví el Mundial 82, no necesito copas del mundo para seguir fiel a una bandera, con Seve y Angel Nieto teníamos de sobra. Lo que no quiero son mercenarios, lo que no quiero es verles detrás de una pancarta, cuando su carrera ya no va sufrir ninguna merma, diciendo lo de una nación una selección.
Pedro puede sentir lo que quiera, es un derecho que todos deberíamos reconocerle, lo que no puede es llevar la Roja y días después decir que quiere una Canarias Libre. La defensa de sus ideas exige sacrificios, renunciar a ciertas citas internacionales, a cierto prestigio, pero el compromiso nunca es gratis. Tener principios, tener moral, siempre tiene consecuencias, no es fácil y por mucho menos otros acabaron en el patíbulo o en la cárcel. Esto no da para drama, pero si para reflexión, para exigir que los patriotas ejerzan como tales, salgan del armario y se ganen el respeto de su pueblo asumiendo riesgos.
Un bechi para todos, con amor, la vida es mejor.