Alano
Asiduo
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Algunos pensarán que si ya les costaba la misma vida ligar cuando tenían esa edad, con cuarenta o cincuenta, será virtualmente imposible. Pues bien, no, no es imposible. De hecho, es un fenómeno que he venido observando a lo largo de estos años y que es relativamente frecuente.
Hay muchas chicas que no desean un niñato, que buscan un tipo que se conserve bien, que tenga un poder adquisitivo medio y que les ofrezca las cosas que la generación actual no puede, pues muchos no tienen ni para pipas y viven en casa papis.
Ahí entra nuestra habilidad y nuestra experiencia. A las chicas siempre les han gustado los mayores, aunque tuvieran solo cinco o seis años más que ellas. Conozco al menos ocho o diez casos en los que la diferencia de edad supera la década.
¿Qué podemos ofrecerles? ¿Cómo se vendrán con nosotros? Desde pasar los puentes en casas rurales, hasta barra libre. Ellas aún no están desgastadas por las relaciones y se enamoran más fácilmente que una cuarentona. Luego encontraréis amor. Estas no son tan peligrosas como las que tienen el reloj biológico a punto de saltar; pero tened cuidado, pues también son capaces de hacerse un bombo para tratar de atraparos.
Cómo abordarlas, ahí está la cuestión; unos lo harán a través de redes sociales; otros en la vida real, desde los gimnasios, hasta otras actividades lúdicas. Una vez la conoces, es sencillo, pues más sabe el diablo por viejo que por diablo. Cenas, copas en bares elegantes (es una generación de botellón) y sobre todo que vean que eres un hombre hecho y derecho.
¿Conocéis casos así? ¿A qué esperáis para imitarles? Relatad vuestras experiencias y entre todos sacaremos una pequeña guía sobre cómo hacerlo.
Hay muchas chicas que no desean un niñato, que buscan un tipo que se conserve bien, que tenga un poder adquisitivo medio y que les ofrezca las cosas que la generación actual no puede, pues muchos no tienen ni para pipas y viven en casa papis.
Ahí entra nuestra habilidad y nuestra experiencia. A las chicas siempre les han gustado los mayores, aunque tuvieran solo cinco o seis años más que ellas. Conozco al menos ocho o diez casos en los que la diferencia de edad supera la década.
¿Qué podemos ofrecerles? ¿Cómo se vendrán con nosotros? Desde pasar los puentes en casas rurales, hasta barra libre. Ellas aún no están desgastadas por las relaciones y se enamoran más fácilmente que una cuarentona. Luego encontraréis amor. Estas no son tan peligrosas como las que tienen el reloj biológico a punto de saltar; pero tened cuidado, pues también son capaces de hacerse un bombo para tratar de atraparos.
Cómo abordarlas, ahí está la cuestión; unos lo harán a través de redes sociales; otros en la vida real, desde los gimnasios, hasta otras actividades lúdicas. Una vez la conoces, es sencillo, pues más sabe el diablo por viejo que por diablo. Cenas, copas en bares elegantes (es una generación de botellón) y sobre todo que vean que eres un hombre hecho y derecho.
¿Conocéis casos así? ¿A qué esperáis para imitarles? Relatad vuestras experiencias y entre todos sacaremos una pequeña guía sobre cómo hacerlo.