Ligar en la red
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FrikazoArgail rebuznó:
Escribe bien, mamón. Te has registrado ya? Te recomiendo lovoo. Pon alguna foto dando una patada voladora y ya está, la lanzar besitos.
raizen rebuznó:
Pero quien queda habiendo hablado con las fotos de otro? Se podria hacer si lo que te interesa es ver su cara de gñé.
Otra cosa es poner una foto gancho y una vez iniciado el contacto (o antes, como deserteur) le haces saber que no eres tú. Eso hice yo con la niñata tetona. Con otras hubo alguna opción.
Otra posibilidad es que le des el cambiazo, ya sea total o parcial. A una de badoo le hablaba con las fotos de un alpha y en las privadas puse una mia (aquella en blanco y negro con la mano en la cabeza). La torda no se coscó y en wasap salgo con la mia y me habla tan ricamente. Si le hubiera entrado en badoo con la foto del wasap o con la privada no me hubiera contestado (de hecho diria que así fué). Lo que pasa que es una gorda...
Le Déserteur
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Resubo el hilo porqué justo hoy mi sumisa ha recibido el siguiente mensaje privado por twitter. No es nada escandaloso, pero ejemplifica los burdos intentos de ligar con sumisas... que vale que sólo sean 140 caracteres, pero por lo menos se lo podrían currar un poco más.
pastanaga
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MIP rebuznó:
A mí también me ha costado pillar que lo que dice es que ese texto se lo ha mandado un tío a una tía, y no al revés. Por lo tanto, de ser un mensaje que le alegraría la semana entera a un tío, pasa a ser una puta mierda que apenas le sube medio punto el ego a la tía.
Le Déserteur
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Que hay en "mi sumisa ha recibido hoy este mensaje..." que no se entienda.
Lolitonta
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Las tristes barrabasadas de una badulera/pofera/loquesea
Traté de conseguir una cita en línea y ni siquiera una persona me mensajeó de vuelta | Upsocl Mujer
Traté de conseguir una cita en línea y ni siquiera una persona me mensajeó de vuelta
Este artículo fue originalmente escrito por Patrice Bendig para Huffington Post.
Los servicios de citas en línea me hicieron sentirme más sola y rechazada que nunca.
Esta es mi cara de “soy una persona normal y feliz” ¿Estoy haciendo mucho esfuerzo?
Siempre supuse que la vida después de la universidad iba a ser difícil. Unirme al mercado laboral durante uno de los momentos económicos más turbulentos de la historia de nuestra nación, significaba que tendría que trabajar mucho más para entrar a la industria de las comunicaciones. Irme de la casa de mis papás significaba que tendría que aprender a vivir bajo un presupuesto muy limitado, lo que resultaría en muchas comidas de fideos instantáneo la semana antes del día de pago. Lo que no esperé es que mi vida romántica sería así de difícil.
Si mi vida dependiera de ello, aún así no podría conseguir una cita. Sólo con escribir esta oración me dolió. Siendo una mujer heterosexual y soltera en un área metropolitana, uno pensaría que es bastante simple conocer hombres. No me gusta beber mucho, así que la escena de los bares no es mi tipo de plan de viernes noche. Y, aunque creo que no hay nada de malo con el sexo casual, no es para mí.
Aunque soy introvertida y prefiero pasar tiempo con mi gato mirando Netflix, salí de mi zona de comodidad y me uní a un equipo mixto de fútbol y me registré a una clase de comedia. Fue una pérdida de tiempo. La mayoría de los tipos ya tenían una relación y, el resto, mostró cero interés en mis torpes intentos de coqueteo. Cuando nada fructiferó, recurrí a la única salida que nunca me había defraudado: Internet.
“Me fascina crear listas de cosas que debo hacer antes de morir y obligarme a hacer actividades nuevas, como cocinar (¿esa es una actividad, no?). Soy adicta a los frapé de café, a mi sobrino de cuatro años, a la música de los noventa y a los batidos de mantequilla de maní. La mayoría del tiempo prefiero ver una serie en mi cama con mi súper inteligente gato, pero me he estado obligando a jugar fútbol, tratar de comer sano, correr 5k y a escribir sobre lo rara que es la vida. Estoy en busca de un hombre que también crea que la vida es extraña y que me obligue a subirme a una montaña rusa por primera vez“.
Esta es la biografía que mi amiga Erica escribió para mí en el portal de citas online. Dio en el clavo.
Las citas online parecían ser una alternativa ideal y estaba segura que iba a ser una entrada para ampliar mis horizontes amorosos. Como escritora, me hubiese sido bien fácil crear un perfil despampanante. Sin frases de conquista torpes o la necesidad de leer entre líneas. En este panorama de citas, tenía la opción de resaltar mis mejores características.
En el transcurso de una semana, me acerqué a 10 hombres diferentes, con mensajes cortos pero cuidadosamente diseñados. El silencio que los siguió fue absoluto.
Seleccioné otras sugerencias, me contacté con ellos y esperé a que uno de ellos mordiera el anzuelo.
No, resultó en otra seguidilla de rechazos. Así que, en realidad, fue como ser rechazada 20 veces consecutivas. Veinte hombres que parecían ser perfectos para mí en cuanto a personalidad e intereses, no estaban interesados, a pesar que me “veía” y “sonaba” como mi mejor yo. Incluso la mejor versión de mí misma no era deseable. Para alguien que a cada hora lucha con asuntos de autoestima, esto fue como una patada en el estómago.
Después de 40 rechazos, pensé que era hora de cambiar mi perfil, como cuando en las películas la chica se da vuelta después de salir del salón de belleza. Pensé que ese nuevo maquillaje digital de mi perfil atraería la atención de un chico.
Pero, no pasó nada. Mi bandeja de entrada permaneció vacía y, con cada click, mis inseguridades incrementaron.
Decidí borrar todos mis cinco perfiles de las páginas citas. La triste vergüenza de una bandeja vacía.
Traté de conseguir una cita en línea y ni siquiera una persona me mensajeó de vuelta | Upsocl Mujer
Traté de conseguir una cita en línea y ni siquiera una persona me mensajeó de vuelta
Este artículo fue originalmente escrito por Patrice Bendig para Huffington Post.
Los servicios de citas en línea me hicieron sentirme más sola y rechazada que nunca.
Esta es mi cara de “soy una persona normal y feliz” ¿Estoy haciendo mucho esfuerzo?
Siempre supuse que la vida después de la universidad iba a ser difícil. Unirme al mercado laboral durante uno de los momentos económicos más turbulentos de la historia de nuestra nación, significaba que tendría que trabajar mucho más para entrar a la industria de las comunicaciones. Irme de la casa de mis papás significaba que tendría que aprender a vivir bajo un presupuesto muy limitado, lo que resultaría en muchas comidas de fideos instantáneo la semana antes del día de pago. Lo que no esperé es que mi vida romántica sería así de difícil.
Si mi vida dependiera de ello, aún así no podría conseguir una cita. Sólo con escribir esta oración me dolió. Siendo una mujer heterosexual y soltera en un área metropolitana, uno pensaría que es bastante simple conocer hombres. No me gusta beber mucho, así que la escena de los bares no es mi tipo de plan de viernes noche. Y, aunque creo que no hay nada de malo con el sexo casual, no es para mí.
Aunque soy introvertida y prefiero pasar tiempo con mi gato mirando Netflix, salí de mi zona de comodidad y me uní a un equipo mixto de fútbol y me registré a una clase de comedia. Fue una pérdida de tiempo. La mayoría de los tipos ya tenían una relación y, el resto, mostró cero interés en mis torpes intentos de coqueteo. Cuando nada fructiferó, recurrí a la única salida que nunca me había defraudado: Internet.
“Me fascina crear listas de cosas que debo hacer antes de morir y obligarme a hacer actividades nuevas, como cocinar (¿esa es una actividad, no?). Soy adicta a los frapé de café, a mi sobrino de cuatro años, a la música de los noventa y a los batidos de mantequilla de maní. La mayoría del tiempo prefiero ver una serie en mi cama con mi súper inteligente gato, pero me he estado obligando a jugar fútbol, tratar de comer sano, correr 5k y a escribir sobre lo rara que es la vida. Estoy en busca de un hombre que también crea que la vida es extraña y que me obligue a subirme a una montaña rusa por primera vez“.
Esta es la biografía que mi amiga Erica escribió para mí en el portal de citas online. Dio en el clavo.
Las citas online parecían ser una alternativa ideal y estaba segura que iba a ser una entrada para ampliar mis horizontes amorosos. Como escritora, me hubiese sido bien fácil crear un perfil despampanante. Sin frases de conquista torpes o la necesidad de leer entre líneas. En este panorama de citas, tenía la opción de resaltar mis mejores características.
En el transcurso de una semana, me acerqué a 10 hombres diferentes, con mensajes cortos pero cuidadosamente diseñados. El silencio que los siguió fue absoluto.
Seleccioné otras sugerencias, me contacté con ellos y esperé a que uno de ellos mordiera el anzuelo.
No, resultó en otra seguidilla de rechazos. Así que, en realidad, fue como ser rechazada 20 veces consecutivas. Veinte hombres que parecían ser perfectos para mí en cuanto a personalidad e intereses, no estaban interesados, a pesar que me “veía” y “sonaba” como mi mejor yo. Incluso la mejor versión de mí misma no era deseable. Para alguien que a cada hora lucha con asuntos de autoestima, esto fue como una patada en el estómago.
Después de 40 rechazos, pensé que era hora de cambiar mi perfil, como cuando en las películas la chica se da vuelta después de salir del salón de belleza. Pensé que ese nuevo maquillaje digital de mi perfil atraería la atención de un chico.
Pero, no pasó nada. Mi bandeja de entrada permaneció vacía y, con cada click, mis inseguridades incrementaron.
Decidí borrar todos mis cinco perfiles de las páginas citas. La triste vergüenza de una bandeja vacía.
Mentira. O en cualquier caso, no está claro con qué perfiles de chico intentó contactar, si en realidad estos leyeron el mensaje, etc. Y sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) no habla de todos los que le abrieron chat y rechazó. Me recuerda a esa gorda que puse la conversación, que al preguntarme cuanto me media y mandarle foto enmorcillao me bloqueó. En su estado pone algo como "tengo mis curvas y que? escribeme o tienes miedo...". Como la del artículo, abrirá a tios que no la tocarian ni con un alargador de pene con mando a distancia.
RogerSmith
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resquemor rebuznó:
Yo creo que se dedicó a hablarles a tíos de los que ella cree "dignos de mí", que como toda mujer, cree que puede optar a más de lo que vendría a ser su target. Si una tía de 3, le entra a tíos de 8-9 que, fácilmente pueden optar a auténticos pivones, para que se van a fijar en ella? Cada uno debe ser consciente de sus posibilidades y a qué puede aspirar(lección que el género masculino aprendió hace tiempo pero ellas al parecer no), si eres una chica mona y con un cuerpo bonito, tendrás a decenas de tíos detrás y podrás elegir, si eres un cetáceo sin un mínimo de gusto al vestir ni al tomarse fotos, nada de personalidad y estás desesperada, te tendrás que conformar con un Cachondo o un Ferris, eso es ley de vida.
Por cierto, la historia me recuerda a una versión penosa(y más realista) de aquel anuncio de meetic o edarling en el que una tía bastante petable se apunta a boxeo para cazar tíos(salí de mi zona de comodidad y me uní a un equipo mixto de fútbol y me registré a una clase de comedia. Fue una pérdida de tiempo. La mayoría de los tipos ya tenían una relación y, el resto, mostró cero interés en mis torpes intentos de coqueteo).
raizen
Asiduo
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Este tipo de artículos siempre me han parecido que buscan la polémica más que la veracidad.
Decir que es una pobre chica rechazada por una sociedad que sólo mira el físico va a atraer más visitas dónde quiera que escriba que si dice que le ha hablado a guaperas que han pasado de ella y, al misno tiempo, que ella ha pasado de los feos, que seguro que más de uno le habrá escrito.
Da igual lo fea que sea una chica que por Internet siempre habrá algún chico dispuesto a follarsela.
Enviado desde mi LG-D802 mediante Tapatalk
Decir que es una pobre chica rechazada por una sociedad que sólo mira el físico va a atraer más visitas dónde quiera que escriba que si dice que le ha hablado a guaperas que han pasado de ella y, al misno tiempo, que ella ha pasado de los feos, que seguro que más de uno le habrá escrito.
Da igual lo fea que sea una chica que por Internet siempre habrá algún chico dispuesto a follarsela.
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Muerto por dentro
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Resquemor ligando por la red.
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