Muchas sí cumplen esto, pero hay otras que van de forma consciente con la calculadora bajo el brazo (y a partir de cierta edad cada vez más), y que ven a un médico o a un ingeniero de caminos y les empieza a echar humo la raja registradora.
Qué va, hombre, ni con 30 ni con 40 años van a reconocerse a sí mismas jamás que están con un tío porque es médico o ingeniero. Tú pregúntales y verás cómo te responden: "es que tiene un algo, es que nos compenetramos, es que me quiere mucho", y mil chorradas que no tendrán nada que ver con el estatus social y económico del interfecto. Y no lo dicen por hipocresía, es que ellas realmente se lo creen.
Volviendo al tema del hilo, lo que quiero decir es que, para aplicar la regla de los 90 días que dice Amroth, una mujer tendría que racionalizar la relación, tendría que explicitar, en su fuero interno, lo que espera o no espera del tío con el que está,
uséase, tendría que poner las cartas sobre la mesa (y no sobre la mesa interpersonal, sino sobre la intrapersonal, la intrapsíquica), es decir, tendría que ponerse a sí misma las cartas sobre la mesa. Y esto, a la inmensa mayoría de mujeres -heterosexuales- no les conviene. No les conviene porque en la mentalidad femenina, decidirse por algo es cerrarse puertas. Decir "quiero a este tío para tal cosa" significa decir "cierro las puertas a otras cosas que este tío me pueda ofrecer", y esto no conviene. Pasividad, languidez, reactividad, esperar a que el varón demuestre su valía, ofrezca cosas, rompa la baraja, las abduzca, las secuestre, eso sí les conviene. ¿Os suena lo de "ven y secuéstrame"? ¿Os suena lo de "no sé, ya veremos, depende"? ¿Y lo de "no sé, es que tú me das algo que él no me da"?
En fin, que para la mujer, decidir, planificar, explicitar, ponerse a sí misma las cartas sobre la mesa, es cerrarse puertas. ¿Absurdo? Puede ser, pero si la estrategia de la no-planificación les ha funcionado durante millones de años, será que no es tan mala como parece.
Pero nada, ahora volved a responder que sí, que ellas lo tienen todo muy claro y que saben lo que quieren, que sí hombre, que sí. No entenderéis la cabecita de esas lerdas en la puta vida.