Pues sí hamijos, me he vendido por un puñado de euros. Os cuento, resulta que un familiar mío me ofreció la posibilidad de vender entradas para los toros en la plaza de mi ciudad. El caso es que soy antitaurino desde que tengo uso de razón, pero el porcentaje que me llevaba por entrada vendida era bastante apetecible. El caso es que agobiado por la maldita hipoteca, gastos, putas y demás historias dije que sí. Hoy me han pagado y la cantidad ha sido muy sabrosa, pero dentro de mí latía un sentimiento hasta ahora desconocido, como una pequeña voz que me decía "traidooooor, que cojones has hecho".
En fin, supongo que ahora tendré que aguantar vuestros insultos (los cuales me mereceré, no hay duda), pero sería de agradecer que contaráis alguna experiencia similiar a la mía, algún caso en el que os habéis tragado el orgullo y agachando las orejas habéis colaborado en algo con lo que no estabáis de acuerdo.
P.D.: La única nota positiva de este caso es que con un poco de suerte esta masacre llamada "Fiesta Nacional" acabará en unos años, ya que la mayoría de gente que van a las corridas son viejunos, marujas y maduritos barrigudos con puro.