Abro hilo con el título de la mediocre novela de Jean Echenoz para a continuación pasar a citar la bellisima de Mario Benedetti:
“Pero a mí me falta decisión, me falta estar seguro. ¿Usted ha pensado alguna vez en el suicidio? Yo sí. Pero nunca podré. Y eso también es una carencia. Porque yo tengo todo el cuadro mental y moral del suicida, menos la fuerza que se precisa para meterse un tiro en la sien.”
La cosa empezó con algunas pequeñas anomalías, rupturas de las pautas que regían un cuerpo que había venido resistiendo con solvencia los embates del tiempo. Tal vez nada llamativo en sí mismo pero sin duda peculiar en un contexto de orden y regularidad.
A ello siguieron algunas dudas y sus respectivas consultas, pruebas y sus resultados y finalmente un diagnóstico.
No me han encontrado nada incurable pero he decidido no tratarlo, simplemente, porque no veo en ello un inconveniente ni nada terrible sino una oportunidad. Ante una falta de coraje como la descrita más arriba, unida a un hartazgo sistemático y creciente hacia lo que son estos tiempos he optado por dejar que las cosas sigan su curso.
El galeno es un viejo conocido y les puedo asegurar que no se ha sentido muy sorprendido al exponerle mi decisión, supongo que me conoce mejor de lo que jamás había llegado a pensar. Me he limitado a plantear algunas preguntas lógicas: tiempo aproximado disponible, cuándo y cómo llegarán las limitaciones físicas severas y qué se podrá hacer para minimizarlas y, por supuesto, en qué medida cabe sobrellevar el dolor.
Así que me voy, opto por dejar de lado este teatrillo de baja estofa trufado de gilipollez, degradación de toda clase, estulticia, corrección política y demás plagas que constituyen el mundo actual. Cierto es que me agradería asistir a cómo el Forero Máximo arma la de San Quintín apretando el botoncito allá, desde la Best Korea, pero como ese placer es un tanto incierto me limitaré a dejar que transcurra un paulatino y sosegado crepúsculo sacataradiano.
Como supongo que habrá quien se plantee algunas cuestiones me anticipo a posibles preguntas:
Sí, he cagado hoy.
Sí, pienso fundirme buena parte de lo que tengo en putas.