Lo ke piensan los moros del resto del mundo
"La clemencia de Dios ha tenido una excepcional relevancia en la misión profética de Mahoma, sello de los profetas. El mensaje recibido por el Profeta está fielmente recogido en el Alcorán, copia perfecta de la sabiduría increada de Dios o Alcorán eterno. Aunque el contenido de la revelación sea intemporal, la misión de Mahoma divide en dos a los tiempos y al mundo: lo anterior es el tiempo de la altiva ignorancia; lo posterior, el tiempo de la salvación. El mundo del Islam es la morada de la salvación; el mundo de los infieles es el de la perdición; por eso después se hablará de Dar al-Islam y de Dar al-harb, pues el segundo debe ser islamizado por la convicción y aún por la coerción violenta (yihad) ante la contumancia de los infieles. Todos los hombres por su propia condición, origen y destino comunes deberían formar una sola comunidad; pero de ella se autoexcluyen los infieles y aún los creyentes de buena fe que siguen la Torá judía y el Evangelio cristiano. Habida cuenta de la alta misión de Mahoma, los dichos, hechos y silencios del Profeta recogidos por la tradición, siempre que ésta esté probada y no contradiga los textos alcoránicos, constituyen la zuna y tienen valor teológico, espiritual o moral, según los casos. La coerción violenta sobre el infiel empecinado y el imamato o sucesión de los lugartenientes del Profeta, aunque no sean pilares del Islam, obligan a los musulmanes. La Si´a considera que la catequésis del infiel y el yihad son también pilares del Islam."
En: "Historia del pensamiento en el mundo islamico. Vol. I" Alianza Editorial.
Miguel Cruz Hernández, catedrático emérito de Pensamiento Islámico en la Universidad Autonoma de Madrid.