Estoy de acuerdo con vosotros.
LA NAVIDAD ES LA FESTIVIDAD RELIGIOSA MÁS HIPÓCRITA JAMÁS INVENTADA.
Es la típica fiesta en la que se divierten (o mejor dicho, hacen como que se divierten), los que durante el año están amargados, bien porque solo piensan en el trabajo, porque no tienen sentido del humor o porque no se comen una rosca. En Navidad, estos amargados se ponen un
'matasuegras' en la boca, un gorrito de colores y se lian a saltar haciendo coros cogidos de los hombros al son de algún villancico cutre y caduco. Una imagen patética. Huyo como loco de esos ambientes tan esperpénticos. Hay que divertirse durante el año y reirnos todos los días. No esperar a que un día del calendario esté en rojo.
Se supone que la Navidad representa el Nacimiento de
Jesús. Y según la tradición (porque evidencias históricas no existen al respecto), Jesús nació en un pesebre o una cueva y en un ambiente muy humilde. Sus padres,
José y
María, se encontrarían sin alimento y muy cansados, después del largo viaje que recorrieron hasta alcanzar Belén de Judea. ¿Y cómo celebran los
'catoliquitos' de a pie este acontecimiento?: pues comiendo más y mejor. La cena de Navidad es la más exquisita de todas las cenas del año (no falta el pavo, el cordero, los mariscos, los dulces y pasteles...) Es la cena que más dinero nos cuesta. Por lo demás, como bien decís, la Navidad se ha convertido en la fiesta consumista por excelencia: regalos, cotillones, Reyes...
LA NAVIDAD ES UNA PURA FALACIA.
Pero eso no es todo. Lo más grave es que ni siquiera Jesús nació un 25 de diciembre. Ni siquiera en invierno...
Hoy día, los historiadores, exégetas y filólogos neotestamentarios coinciden en afirmar que el 25 de diciembre fue una fecha acomodaticia. Fue una fecha elegida por la Iglesia Católica en el siglo IV, exactamente en el Concilio de Nicea y por
Clemente de Alejandría. ¿Las razones?: Hacer coincidir la festividad del Nacimiento de Jesús con la festividad romana del
'Sol Invicto' (
'Dies Natali Solis Invicti'), que se celebraba en esas mismas fechas del solsticio de invierno. Fue una forma efectiva de cristianizar un culto pagano vinculado con el natalicio del Sol. La fecha del 25 de diciembre, guarda relación simbólica con el renacimiento de la Naturaleza, que siempre está unida al ciclo anual del Sol, y con las fuerzas del Bien y del Mal. A partir de esa fecha, los días se alargan (la Luz), y las noches se acortan (las Tinieblas), alcanzando su cumbre el 24 de junio (solsticio de verano), el día más largo y la noche más corta, fecha en la que los cristianos celebran la festividad de
Juan el Bautista, y fecha relacionada también con muchos cultos mistéricos (ritos mágicos, de fertilidad, del fuego). Así pues, ese mágico y mitológico día del 25 de diciembre, vinculado a tantísimas tradiciones paganas ancestrales, era idóneo para celebrar también el nacimiento de Cristo (que para el mundo cristiano simboliza la Luz que viene a salvar el mundo, el
'Sol de Justicia'). No deja de ser curioso que también el 25 de diciembre sea la fecha de nacimiento de otros dioses-solares anteriores a Cristo (
Mitra,
Dioniso,
Baco...)
Otro dato que pone en entredicho que Jesús naciese en diciembre, nos lo aporta
Lucas en su Evangelio. Se refiere a que cuando tuvo lugar el nacimiento de Jesús, en la zona había pastores con sus rebaños. Y lo cierto es que en esa época del año, en Belén y toda esa región de Palestina, los frios, los vientos y la nieve son abundantes. No hay constancia de que en tales fechas los pastores estén en la intemperie. Ni tampoco en verano, ya que las temperaturas son altísimas. Por eso, los especialistas bíblicos piensan que el nacimiento de Jesús pudo haber sido realmente en primavera, entre los meses de marzo o abril (
Cipriano de Cartago lo ubicó el 28 de marzo, mientras que
Daniel de Hipólito el 2 de abril).
En otro momento contaré que Jesús ni siquiera nació en el año 0 de nuestra Era. Sino entre 4 y 6 años antes. Así pues, pocas cosas hay de ciertas en todas estas tradiciones que nos han vendido desde hace dos mil años y que todo el mundo acepta así por las buenas. Ni siquiera deberíamos de estar en el 2003, sino entre el 2007 o 2009. ¡Mentiras de la historia!. La pena es que pocas personas se molestan en averiguarlo y se tragan todo lo que le echen...
Saludos
Ummita