Max_Demian
Puta rata traicionera
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- 17 Jul 2005
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Están ahí fuera, pasando frío en las calles, bebiendo en los bares, comprando en las tiendas... Se odian y se aman los unos a los otros, se dejan arrastrar por sus instintos más primarios, vibran de placer y aúllan de dolor. Están en todas partes: han cruzado mares, han escalado montañas y atravesado desiertos. Surcan el aire y arañan las entrañas de la tierra. En aras de un progreso que deviene en autodestrucción y codicia se oprimen y se atormentan. El infierno en la tierra son los corazones podridos por la ignorancia.
Pero, ¿qué hay del amor? ¿Existe el amor aquí dentro?
Se buscan y se encuentran y se sacian de placer mezquino y barato. Dinero y olvido mezclado con vagas nociones de dignidad y justicia. El que la hace la paga, ojo por ojo y diente por diente. Entre todo el escombro surge un escape de perdón sincero que produce una explosión calurosa: la tormenta ha pasado y nos escondemos detrás del biombo a lamernos nuestras heridas. Ahora puede amanecer.
Y es que la redención del hombre pasa por el calor de su pecho. Inocentes que, aunque soberbios y miserables, irán al cielo para que la historia se repita las veces que sea necesario. Si Dios es perfecto no tuvo necesidad alguna de crear al hombre. Si no hay Dios y somos el producto de una sucesión de asombrosas casualidades no hay sino nihilismo.
Disculpadme, no he podido evitarlo.
Pero, ¿qué hay del amor? ¿Existe el amor aquí dentro?
Se buscan y se encuentran y se sacian de placer mezquino y barato. Dinero y olvido mezclado con vagas nociones de dignidad y justicia. El que la hace la paga, ojo por ojo y diente por diente. Entre todo el escombro surge un escape de perdón sincero que produce una explosión calurosa: la tormenta ha pasado y nos escondemos detrás del biombo a lamernos nuestras heridas. Ahora puede amanecer.
Y es que la redención del hombre pasa por el calor de su pecho. Inocentes que, aunque soberbios y miserables, irán al cielo para que la historia se repita las veces que sea necesario. Si Dios es perfecto no tuvo necesidad alguna de crear al hombre. Si no hay Dios y somos el producto de una sucesión de asombrosas casualidades no hay sino nihilismo.
Disculpadme, no he podido evitarlo.