Becerro de oro rebuznó:
Mas autocrítica Neumal, no existe un complot de los medianos contra los muy altos, ese triste honor nos corresponde a los guapos, a vosotros vuestras características físicas os lastran de antemano para la carrera.
Que no hay un complot dice... Yo os invitaría a salir una noche conmigo por los garitos de Barcelona o Madrid para que vierais la tremenda campaña de acoso y derribo a la que soy sometido cada vez que entro en escena en cualquier sitio. Os invitaría si saliese por la noche, cosa que no hago desde hace la tira, porque para aguantar gilipolleces, prefiero quedarme en casa leyendo...
Si realmente la gente tuviera tan claro que ser alto es una minusvalía como tú sugieres, la gente se callaría la boca y guardaría un silencio respetuoso a mi paso como el que guardan ante un tetrapléjico. Pero no, no se callan, no, no dejan de contar chistes, no, no dejarán nunca de someterme a mobbing y bullying, no. ¿Y sabes por qué? Porque no tienen tan claro que medir 2 metros sea una minusvalía. Al contrario, en el fondo sospechan que es una plusvalía, que ganamos un pastón jugando a baloncesto, que como se descuiden les levantamos a todas las zorrupias; muchos incluso creen que por ser alto perteneces a una especie de esfera social superior y sólo te relacionas con gente de tu misma condición. Incluso se quedan flipando cuando les digo que no, que mis amigos son gente normal y que tengo un trabajo normal de administrativo y que incluso tengo hermanas. ¡Hermanas!, exclaman. Sí, hermanas, digo. No sé por qué pensé que eras hijo único, responden. Yo sí lo sé. Se creen que alguien tan alto por fuerza tiene que haber acaparado todo el material genético de sus padres y no haber dejado restos para posibles hermanos.
Que no hay complot dice... Vamos, a mí me han llegado a preguntar en plan serio si soy agente de bolsa, y vistiendo con pantalones vaqueros y una camisa de cuadros raída. El día que me ponga traje y corbata, directamente me preguntan dónde tengo la limusina y si quiero alfombra roja en el suelo. Sí, yo también lo flipo, pero hoy en día, no sé si es por el efecto Gasol o por la influencia del baloncesto, la gente asocia 2 metros de estatura a éxito y dinero. Por lo tanto, cuidado, si veis a un tío de 2 metros, no os confiéis, no dejéis de ridiculizarlo, no dejéis de señalar sus defectos, no dejéis de hacer chistes a su costa, porque como os descuidéis, cualquier zorrita pensará que ese tío de 2 metros juega en la NBA y tiene un pastón y se abalanzará sobre su bragueta para hacerle la felación del siglo. Y sin arrodillarse.
Que no hay complot... Me cago en San Cucufato.