Viajes Praga y Budapest

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Dr. LeChuck rebuznó:
pero que recuerdos me trae, que mal me encuentro ahora, quiero volver :cry:.

A mi me pasa igual. Yo estoy muy a gusto en mi casa, con mis cosas y mi gente. Pero cuando miro fotos y recuerdo viajes pasados me entra una nostalgia de la hostia. Esa sensación de libertad y de no tener un rumbo fijo, esa excitación constante por descubrir sitios tan diferentes a lo que conoces, encontrarte con gente nueva en cualquier sitio y cualquier hora, olvidarte de tus problemas españoles y simplemente abrir tu mente a lo nuevo y disfrutar... Todo eso engancha mucho, pero hay que adaptarse a la dura realidad de ser un hombre pobre :cry:
 
Comenté hace algunos meses, creo que en el hilo de forochateo, que me iba de viaje de trabajo a Budapest. Aunque tuve poco tiempo de hacer turismo, algo vi, pero apenas me moví de la zona de Vaci Utca, que es donde estaban mi hotel y la zona de curro.

Vaci Utca es la calle más comercial que conocí en Budapest, infestada de tiendas de souvenirs y restaurantes por un lado, y más tiendas de souvenirs y tiendas de ropa por el otro. En ella se encuentra el conocido restaurante Fatale, que fue recomendado por algún forero de por aquí, y en el cual pude comer un par de veces. ya posteare fotos más adelante.
En cada uno de sus extremos hay dos plazas bastante chulas, una de las cuales tiene un mercado inmenso en el que daba gusto perderse.
A su vera, prácticamente, está el Danubio, que de noche nos da una estampa bastante bonita.

De noche pude salir poco, pero lo que vi tampoco era para tirar cohetes. Mucha tía buena, y mucha tía horrible. Y las copas caras, aunque las cervezas baratas.

En lo que se refiere a la gastronomía, la verdad que ese restaurante no está nada mal, se come bien y de forma abundante, aunque no es tan exagerado como me habían comentado.
También tuve la oportunidad de cenar en el restaurante del hotel Simon Nosequé. En teoría, y por lo que pregunté en la recepción, era un sitio de alto standing, así que entré algo acojonado. Una vez dentro, vi que tenían música tradicional en directo (muchos lo tienen), y el ambiente no estaba nada mal, con camareros que hablan inglés perfectamente, al igual que la comida, aunque las raciones, eso sí, eran más pequeñas.
En ambos sitios, las cuentas no fueron ni mucho menos altas, no superando los 30€ en ninguno de los dos e incluyendo cervezas enormes y dos platos.
Eso sí, la propina a veces la incluyen directamente, un 10% del total, y la simpatía de los camareros tampoco está incluida.

A nivel de precios, pues según por dónde os mováis pueden flucturar más o menos, u os estafarán más o menos.
Hay muchos restaurantes y tiendas que te cobran en Florines y en Euro; lo ideal es pagar en Florin, ya que el redondeo que hacen al cambiar al Euro es muy a su favor, y la diferencia entre un precio y otro puede oscilar, a veces, entre 3 y 6 pavos.
Aunque no soy de frecuentar clubes de presciputas, me dijeron ya de antemano que tuviera mucho cuidado en ellos, que al Europeo/Americano de turno se la meten doblada, y pude escuchar el caso de uno al que cobraron 300€ en bebidas por hacer el tonto y despistarse.
Igualmente, es importante preguntar los precios de los taxis previamente, para evitar sorpresas desagradables.

Y ésto es todo.
 
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