Muy correcto y atinado. A esas edades uno no pilla ni media. Es más, ni siquiera años después uno aprecia la intención de esas cosas, simplemente porque no las has vuelto a releer. Ahora bien, si alguien te refresca la memoria o si alguien te dice lo que había entonces sí, entonces te vuelves a acordar y lo interpretas con tus nuevos conocimientos. Y luego, claro, está lo del "si llego a saber entonces lo que sé hoy". A todos nos pasa.
Al respecto de las proposiciones indecentes, he perdido la cuenta de cuántos maricones me las han hecho. Desde que tenía quince años hay tíos intentando que me cruce a su acera y proponiéndome tratos de culo. El último, no hace más de un mes, un fulano que cogió la rodaja de limón de un gintonic que me acababa de tomar, se la mete en la boca, la rechupetea, y me dice "Sabe a tu saliva...mmmmm...." Le contesté "Pues chupa fuerte que va a ser lo más cerca que vas a estar de tocar mi saliva". Se rió, y yo también, mientras pensaba "tío repugnante, quítate de mi vista".
La primera, a los quince, fue más explícita: un fulano del pueblo de mi vieja, padre de familia y todo, me propuso hacerme un pajote. Empezó hablando de que qué guay el polvo que había echado con su mujer la noche anterior, luego preguntó si yo había follao ya, le dije que no, luego que si me habían hecho alguna paja por lo menos, dije que tampoco, y entonces me dice "¿quieres que te haga yo una? Me quedé con cara de WTF?, y simplemente dije que mejor no, el tío insistió un buen rato y luego lo dejó. Lo cierto es que me dio absolutamente igual su propuesta, no le di más importancia que si me hubiera propuesto comer sandía, que no me gusta.
No sé qué pasaba en esa familia, porque ese mismo verano sus hijas no hacían más que darme la matraca para que les enseñara la polla, lo estuvieron haciendo medio verano, y fue algo a lo que me negué porque tenían como doce años o así, y a esa edad cuatro años de diferencia es un mundo. Llegan a tener mi edad y a lo mejor otro gallo hubiera cantado.
De esa familia la única que no me propuso nada fue la mujer, gracias a Dios, porque era una obesa mórbida.