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Es que lo que yo digo que es cerrazón de mente no es que no os guste el reguetón, eso me parece lo normal porque a mí tampoco me gusta. Lo que es cerrarse en banda es echarse las manos a la cabeza porque una música que está de moda sea una mierda. O sentir la necesidad de entrar a hilos de estilos de música que te parecen una mierda a decir que son una mierda porque no saben de música, como si a alguien que le guste el reguetón le importase un capullo a qué conservatorio ha ido el que se sube al escenario mientras ellos arriman cebolleta o se meten cocaína rosa.Y no se trata de cerrazón de mente. Ya está bien de usar lo de la cerrazón mental para pretender colar una cosa que es una basura. Toda cosa que es intrínsecamente mierda utiliza lo de la cerrazón mental para abrirse camino. Desde lo de poner un vaso en una estantería y llamarlo arte a la ideología woke o el reguetón. Todo usando el mismo comodín. Cómete esto, no seas cerrado de mente. Si no te gusta es que eres un viejo anticuado. Esto es lo que se lleva ahora y lo que gusta a los jóvenes, cómetelo, antigualla. Pues mira, no. Es una MIERDA y no por eso soy un cerrado de mente. A ver si ahora ser abierto de mente va a ser equivalente con comer mierda.
Estáis viniendo al hilo del McDonald's a recordar a los demás que esto no es comida de verdad. Es absurdo juzgar todo con el mismo criterio, esta gente quiere menear el esqueleto como el que quiere ponerse todo cerdo con 3 big macs. Y eso está tan objetivamente mal como lo está el swing o la salsa.
A ver si la música electrónica en la que se basan festivales donde la gente paga $1000 por un fin de semana en el desierto, sin contar glamping ni botellines de agua a $9, no es también samples y un imbécil manejando el Winamp. Y los cantantes que usan micrófono son unos farsantes de mierda que no tienen ni puta idea de proyectar la voz por encima de la orquesta ni de cantar en alemán o italiano, como es debido. Pero eso no significa que a la gente le guste la música mal, es que las personas usan la música con fines distintos y alguien que entienda ese sencillo hecho puede entender también que cada situación tiene su banda sonora apropiada, y por muy eterno que sea Bach, no invita nada al festeo ni a pegarse puñaladas en los bajos de la calle Orense.