Los Riazor Blues, peña aficionada al Deportivo de la que se cree que era miembro el asesino, han publicado una nota oficial anunciando su disolución. La he traducido al castellano y dice lo siguiente:
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Comunicado oficial
La peña deportivista "Riazor Blues" quiere comunicar lo siguiente:
Depués de los trágicos hechos que se produjeron en Santiago el pasado martes y reunidos los máximos responsables de la Peña, los Riazor Blues quieren condenar la muerte del aficionado deportivista Manuel Ríos y pedir sinceras disculpas a su familia y amigos y también al deportivismo y a la ciudad de La Coruña.
No buscamos disculpas, maldecicmos sin regates lo sucedido por mucho que aún desconozcamos la identidad del agresor y ni siquiera sepamos si pertenece a nuestro grupo. Es lo de menos. De los Blues podía ser cualquiera. La única condición era estar dispuesto a dejarse la piel por el Depor, pero siempre con intenciones pacíficas.
El caso es que el equipo creció y nosotros también. Y muchos encontraron en nuestra identidad un colchón que resultó incontrolable. Por eso, para que nadie vuelva a tener un manto y un amplio colectivo que pueda ocultar sus impulsos destructivos, la peña Riazor Blues decide disolverse.
Por muy grande que sea, ninguna bandera merece la pena si debajo de ella puede esconderse un solo violento. A partir de ahora, ellos serán los únicos culpables, con nombre y apellidos. Ellos pagarán, no todos aquellos que reunidos en una denominación común únicamente buscaron participar activamente en el milagro de un equipo de fútbol convertido en el más feliz símbolo de un territorio, todo lo contrario de la tragedia que ahora vivimos.
No hablamos de un cambio de nombre, ni de una reconversión. Simplemente, los Riazor Blues dejamos de estar. Este es nuestro paso para terminar con la violencia. Ojalá sean muchos los que nos sigan. Empezando por esas peñas de toque fascista que siguen paseándose con chulería a pesar de tener asesinatos a sus espaldas. Y continuando con fuerzas de seguridad, clubes, federaciones, medios de comunicación y cualquier tipo de organismo futbolístico. El reto es de todos. Sabemos que los primeros en dar el paso tenemos que ser nosotros, pero de nada servirá si no nos seguís. Con sinceridad. Aceptando la parte de culpa que nos toca, mucha en nuestro caso.
No sabemos quien fue el que manchó de sangre nuestras ilusiones, pero no podemos negar que fuimos la catapulta. Y nada más lejos de nuestras itenciones. Para esto, mejor apartarse. Y lo hacemos confiando en el deportivismo. Sabemos que sabrán heredar el auténtico espíritu de los Blues. Que lo mejor que dejamos, la entregada pasión por el Depor, seguirá presente en Riazor y donde quiera que vayamos. Sin violencia. Como siempre deseamos que fuera. Hasta que el juguete se cargó y se nos fue de las manos. Hace años, entre todos, dignificamos el fútbol cuando conseguimos que aquel Dépor de la heroica modestia ascendiese por encima de los cielos e hiciese realidad todos nuestros sueños. Ahora, los deportivistas tenemos otro desafío aún mayor. Volver a dignificar el fútbol siendo capaces de que el deporte conserve su festiva esencia libre de muertes y agresiones.
Con nuestra disolución, los Riazor Blues damos un pequeño paso para conseguirlo.
Que sea para bien.
Descanse en paz Manuel Ríos. Forza Depor. Por siempre.
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Personalmente me parece una actitud ejemplar de una de las aficiones menos violentas (si no la menos) de España. Los Riazor Blues llevaban desde el año 1987 en que se fundó cuando el equipo militaba en la segunda división, animando al equipo sin provocar incidentes como los que, desgraciadamente, se viven en otras ciudades españolas y se han vivido, con trágico desenlace, en Santiago el martes pasado.