Roger Sterling por fin encuentra una mujer con la que ser feliz y por supuesto no es una niñata sino una de su edad, Peggy se queda luchando y disfrutando lo que ha conseguido (siempre me pareció que tenía mérito jugar un juego con las reglas de otros, pero me ha parecido siempre una desagradecida), Betty morirá siendo bella y no envejecerá como ella siempre temía (cuidadín con la carta que le envía a Sally), Joan lo consigue todo menos el amor, al que renuncia por ser una mujer de éxito, Pete vuelve a ser un hombre de familia, Bert Cooper muere unos capítulos antes y su muerte no es más que el paso de la vieja escuela a una nueva, a unos nuevos tiempos; en cuanto a Don seguirá haciendo lo que mejor sabe hacer, lo único que ha conseguido hacer bien. Es un desastre como persona, como marido, como padre, como amigo, pero vendiendo es un Dios.