etaxys
Veterano
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- 10 May 2004
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Estoy celebrando el primer año de unión de mi amiga lesbiana con su novia, cena en un mexicano y copas muchas copas, la última en el Black & White. Mis amigas se van, esta noche toca follar y según ellas les lleva mucho tiempo. Veo a mi amiga Dana y me invita ha sentarme con unas amigas suyas, me presenta a una brasileña y después a Shasa que enseguida la reconozco, es un travesti brasileño que hace películas pornos, en persona es mucho más guapa . En el medio de nosotros hay un ser que intentare describir lo mejor posible, deciros que es él único que no tiene copa. Es hombre, gordo, cara afeitada con puntitos de barba cerrada, vestido negro de noche, chaqueton de esos de pelo como de conejo o zorros en tonos marrones, pestañas postizas, purpurina alrededor de los ojos y estrellitas de colores debajo de ellos, en conjunto era como se suele decir un "cristo". Me olvidaba lo más importante, un pelucón en la cabeza lleno de mechas. Moviendo las pestañas postizas me mira y estiro la mano para saludarle, Dana me retira el brazo diciendo - a ella no -. La verdad es que son muchas noches y casi nada me parece raro. Bebemos y charlamos de la actualidad, de repente escucho un ¡rassssss!, los sonidos son difíciles de escribir y escucho un ¡choooopppp! seco, con la luz tenue y en segundos no me entero muy bien, mi cabeza tiene que ir colocando este momento. Seguimos hablando como si no pasara nada. El del pelucón nos mira a todos moviendo la cabeza, abre la boca gorda y fea para hablar, le miro y ¡rassssss!. La brasileña le acaba de meter con un guante en toda la boca, se echa para atrás como asustado. Al rato vuelve a la carga para hablar y ¡choooopppp!. Dana le mete un codazo en el costado, agacha la cabeza con gemidos pequeños, sin dejar de mirarnos con sus pestañas postizas arriba y abajo. Conversamos y no dejan de sucederse los golpes, ya no puedo más me empiezo a descojonar, Dana me coge y me levanta - vamos a por unas copas -.
Me cuenta que están trabajando, mil euros por cabeza les ha pagado su cliente, por cena, copas y por último apartamento, me pide que no me ría y actué como si no pasase nada, que si no puedo contenerme me vaya. No se el motivo, me apetece quedarme, me gusta mirar la cara de Shasa, que pena que tenga ese pedazo de polla entre las piernas. Le hago un par de amagos con el puño al del pelucón, el alcohol me hace efecto y me dan ganas de romperle la cara a este imbécil. Shasa me dice que le puedo dar, pero que no le marque la cara, - sado light - me dice.
El del pelucón le cuchichea algo al oído, me invitan al apartamento, esta noche me siento sobrao y necesito quemar adrenalina. Los dos taxis nos dejan en la calle San Hermenegildo, subimos a un segundo y una señora nos da la llave de un apartamento en el tercero, es moderno y tiene de todo. El esclavo empieza a chupar las botas de Shasa babeandolas, esta a cuatro patas en el suelo, Dana le levanta el vestido, aparece un culo celulitico con unas bragas rojas y puntilla alrededor, le da palmadas en el culo diciendo - no pares, eres nuestro perro -. La brasileña abre un tubo de lubricante, el perro se acerca a mi y se pone de rodillas mirandome, pidiendome, implorandome. Le miro los ojos, su frente entre el pelucón, su cuerpo, sus labios, la barbilla y creo ver en mi cabeza un programa de noticias de la televisión. Dana me dice - dale un golpe, te lo esta pidiendo -. Levanto el brazo y con la mano abierta le meto una leche en un lado de la cabeza, no es muy fuerte pero el pelucon sale disparado, se queda con sus cuatro pelos mirandome y moviendo sus pestañas, justo en ese momento le reconozco. Me despido de ellas, le doy una patada en el culo al esclavo y me voy. Vaya políticos que tenemos, algunos son como perritos, las próxima elecciones me pensare el votar.
Me cuenta que están trabajando, mil euros por cabeza les ha pagado su cliente, por cena, copas y por último apartamento, me pide que no me ría y actué como si no pasase nada, que si no puedo contenerme me vaya. No se el motivo, me apetece quedarme, me gusta mirar la cara de Shasa, que pena que tenga ese pedazo de polla entre las piernas. Le hago un par de amagos con el puño al del pelucón, el alcohol me hace efecto y me dan ganas de romperle la cara a este imbécil. Shasa me dice que le puedo dar, pero que no le marque la cara, - sado light - me dice.
El del pelucón le cuchichea algo al oído, me invitan al apartamento, esta noche me siento sobrao y necesito quemar adrenalina. Los dos taxis nos dejan en la calle San Hermenegildo, subimos a un segundo y una señora nos da la llave de un apartamento en el tercero, es moderno y tiene de todo. El esclavo empieza a chupar las botas de Shasa babeandolas, esta a cuatro patas en el suelo, Dana le levanta el vestido, aparece un culo celulitico con unas bragas rojas y puntilla alrededor, le da palmadas en el culo diciendo - no pares, eres nuestro perro -. La brasileña abre un tubo de lubricante, el perro se acerca a mi y se pone de rodillas mirandome, pidiendome, implorandome. Le miro los ojos, su frente entre el pelucón, su cuerpo, sus labios, la barbilla y creo ver en mi cabeza un programa de noticias de la televisión. Dana me dice - dale un golpe, te lo esta pidiendo -. Levanto el brazo y con la mano abierta le meto una leche en un lado de la cabeza, no es muy fuerte pero el pelucon sale disparado, se queda con sus cuatro pelos mirandome y moviendo sus pestañas, justo en ese momento le reconozco. Me despido de ellas, le doy una patada en el culo al esclavo y me voy. Vaya políticos que tenemos, algunos son como perritos, las próxima elecciones me pensare el votar.