Sobre las relaciones anales y más

iskariote

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Igual que ellas preguntan datos acerca de nuestra capacidad adquisitiva, ¿no sería de recibo preguntar sobre su cavidad rectal y cuán receptiva es a nuestro falo?

Porque si lo de follar en la primera cita ya es tabú, esto es peor que un pergamino arcano. Y para mí no tiene sentido plantearme una relación con una mujer que se niegue en rotundo a darme el culo. Es que ni por asomo se me ocurriría.

Resulta extremadamente complicado sacarlo a colación y os aseguro que es el único tema de conversación en el que pienso, ininterrumpidamente.
 
Y para mí no tiene sentido plantearme una relación con una mujer que se niegue en rotundo a darme el culo. Es que ni por asomo se me ocurriría.

Resulta extremadamente complicado sacarlo a colación y os aseguro que es el único tema de conversación en el que pienso, ininterrumpidamente.

¿Tan importantes son para ti las relaciones anales hasta el punto de pensar en ese tema sexual concreto, ininterrumpidamente?

Esto puede dar para hilo, porque yo tuve una única relación anal y, con franqueza, me pareció bastante poco atrayente e interesante como para no volver a repetir con posterioridad, al margen de que no noté diferencia alguna entre penetrar vaginalmente o por el culo. ¿Entran en juego aspectos de dominación o de sumisión? ¿Puede usted ampliarnos más este asunto?

Resulta curioso que por lo general, hay muchos hombres que han pensando en muchas ocasiones que desean a toda costa practicar relaciones anales, si es que aún no lo han hecho, pero luego, cuando le preguntas durante una conversación, por norma general suelen afirmar que no les interesa especialmente o que les atrae más una penetración convencional.
 
Igual que ellas preguntan datos acerca de nuestra capacidad adquisitiva, ¿no sería de recibo preguntar sobre su cavidad rectal y cuán receptiva es a nuestro falo?

Porque si lo de follar en la primera cita ya es tabú, esto es peor que un pergamino arcano. Y para mí no tiene sentido plantearme una relación con una mujer que se niegue en rotundo a darme el culo. Es que ni por asomo se me ocurriría.

Resulta extremadamente complicado sacarlo a colación y os aseguro que es el único tema de conversación en el que pienso, ininterrumpidamente.

Mengana, te presento a Iskariote. Iskariote, esta es Mengana.
Hola Iskariote! -amago de dos besos carrilleros-
Mengana, te tragas mi semen como que ya mismo? Si no, no quiero perder el tiempo.

Así vas bien, majete.
 
¿Tan importantes son para ti las relaciones anales hasta el punto de pensar en ese tema sexual concreto, ininterrumpidamente?

...

¿Entran en juego aspectos de dominación o de sumisión? ¿Puede usted ampliarnos más este asunto?

Las mujeres dicen que los hombres no somos capaces de pensar en más de una cosa a la vez. Es obvio que se equivocan, lo que no entienden es que una de esas cosas SIEMPRE es el sexo. No creo que yo sea el único.

Tampoco creo que yo sea el único que tiene ciertos caprichos que le satisfacen especialmente. No termino de resolver el porqué, pero posiblemente haya algo de dominación, si así quieres llamarlo, algo romántico en la entrega total que supone exponerse a una práctica potencialmente dolorosa por el placer de un simio como yo. Quizá también tenga que ver aquello del límite elástico vaginal y la mayor estrechez de la puerta de atrás, especialmente si tenemos en cuenta que mi portentoso agarre de gancho acostumbra a pasar tanto tiempo en torno a mi polla como a la barra olímpica.
 
No termino de resolver el porqué, pero posiblemente haya algo de dominación, si así quieres llamarlo, algo romántico en la entrega total que supone exponerse a una práctica potencialmente dolorosa por el placer de un simio como yo. Quizá también tenga que ver aquello del límite elástico vaginal y la mayor estrechez de la puerta de atrás, especialmente si tenemos en cuenta que mi portentoso agarre de gancho acostumbra a pasar tanto tiempo en torno a mi polla como a la barra olímpica.

Como más que apuntes sobre una primera cita en estos mensajes se ha pasado a hablar de prácticas sobre relaciones anales y no sabemos nada o casi nada sobre las experiencias de nuestros queridos conforeros, he pensado que es mejor desligarlos y abrir tema nuevo para que nos cuenten sus gustos o disgustos acerca de dar por culo y este tipo de prácticas en concreto.

a) ¿Os gustan las relaciones anales?
b) Si os gustan, ¿es porque tenéis una sensación de mayor placer al pensar que estés sometiendo o humillando de alguna forma a la hembra en cuestión y eso os pone más?
c) ¿Os disgusta si lo habéis probado y no queréis repetir más? Si es así, por qué.
d) Queréis probarlo, pero nunca os habéis atrevido ni habéis tenido la oportunidad de hacerlo.

Para las señoritas del foro: ¿os gustan que os den por detrás? ¿Disfrutáis tanto o más que con una relación vaginal normal? ¿Lo hacéis sólo por darle gusto a vuestra pareja sin que realmente os apetezca ni os produzca un placer especial o ninguno?

¿Un hilo? ¿En serio?

Es una práctica tan buena como cualquier otra y, en muchos casos, incluso una obsesión o algo muy deseado por muchos hombres. ¿Por qué no hablar sobre ello? Da para hilo de sobra.
 
Como más que apuntes sobre una primera cita en estos mensajes se ha pasado a hablar de prácticas sobre relaciones anales y no sabemos nada o casi nada sobre las experiencias de nuestros queridos conforeros, he pensado que es mejor desligarlos y abrir tema nuevo para que nos cuenten sus gustos o disgustos acerca de dar por culo y este tipo de prácticas en concreto.

a) ¿Os gustan las relaciones anales?
b) Si os gustan, ¿es porque tenéis una sensación de mayor placer al pensar que estés sometiendo o humillando de alguna forma a la hembra en cuestión y eso os pone más?
c) ¿Os disgusta si lo habéis probado y no queréis repetir más? Si es así, por qué.
d) Queréis probarlo, pero nunca os habéis atrevido ni habéis tenido la oportunidad de hacerlo.

Para las señoritas del foro: ¿os gustan que os den por detrás? ¿Disfrutáis tanto o más que con una relación vaginal normal? ¿Lo hacéis sólo por darle gusto a vuestra pareja sin que realmente os apetezca ni os produzca un placer especial o ninguno?



Es una práctica tan buena como cualquier otra y, en muchos casos, incluso una obsesión o algo muy deseado por muchos hombres. ¿Por qué no hablar sobre ello? Da para hilo de sobra.

a) A veces si y a veces no. Depende de cómo te pille el cuerpo. Tanto dar como recibir.

b) c) y d)
No le he horadado el culo a muchas. Algunas me lo pidieron ellas abiertamente y otras en ocasiones me apetecía y no me dejaron darles por culo.

Nunca ha sido algo que me obsesionara ni obligatorio. Sólamente con una aquello fue una obsesión. Con la novia que estuve más tiempo. Tenía un culo que lo pedía a gritos pero la cabrona no se dejaba. Eso sí se ponía muy perra cuando le metía furtivamente un dedo. Pero de ahí no pasó. Me quedé con las ganas y bien que me jodió y me jode no haberlo hecho ya.

En cuanto a recibir, tampoco han sido muchas. Ya conté por aquí mi relación con una bisexual en la uni y su amiga lesbiana, y mis polvos con las dos trufados de porros y un arnés de por medio.

He estado varios años sin repetir, pero hace un par de meses me deje horadar por una follamiga y con su consolador. Abrió su mesita para coger condones y ahí estaba. Aparte del lol al verlo nos dió por jugar los dos con él y bueno, estuvo bien. Una vez al año no hace daño.
 
Sodomizar es sinonimo de dominación y dejar claro quien manda, las mujeres quieren sentirse sometidas.
Es complicado convencer a una mujer para dicho cometido pero una vez conseguido y sabiendolo hacer con enemas, lidocaina, anal plug de menor a mayor tamaño etc no pocas veces me ha pasado que después solo te pidan que les revientes en culo y que le pongas una naranja en la boca para chuparle el ojete tan fuerte que puedas hacer zumo de naranja.
 
A las tías le va, en líneas generales, el tema ser dominadas. Evidentemente, tienen que sentirse confiadas, seguras, etc, etc.
Llega un momento en la relación, durante el chof-chof a la manera de como Dios ha dado a entender, en que ellas mismas son las que proponen ser analmente penetradas.
Asimismo, llega también un punto en la relación con componente anal, en el que plugs, paciencia y demás empiezan a sobrar porque el ojete entrenado se dilata prácticamente al contacto de nuestro vengador calvo. Un poco de gel para que aquello no haga raca-raca, y hale.

Respecto a la trascendencia del hecho, diría que es más bien un tema de comodidad para los días en que están con el tomate ya que, personalmente, el tacto y olor de sangre con olor a hierro me corta el rollo totalmente.

Ya a nivel placer es, como dice otro forero, bastante similar. Imaginarse un culo prieto que nos estrangule la polla para exprimirla deja de ser posible dada la dilatación que, increíblemente, puede llegar a coger.

Un pero es correrse dentro, ya que la moza las más de las veces tendrá, llamémoslo así, los esfíneteres "excitados" el resto de la velada. Supongo que las cañerías reaccionan ante los "cuerpos extraños".
 
Nunca he entendido lo de relacionar el sexo anal con la dominación cuando objetivamente tiene más que ver con la admiración y destrucción de lo bello. El hombre empalmado es un ser poseído por la sinrazón. Embrutecido, por la acumulación de sangre en la polla o por cualquier otra causa, es un animal capaz de destruir lo más hermoso. Sólo un bruto irredento y borracho podría cortar una cabeza a una escultura o cargarse un lienzo de fachada a base de espray para dejar constancia de que el Yoni estuvo allí. El humano, que admira un objeto hasta idealizarlo, necesita, de alguna manera, conquistarlo y, para ello, destruirlo.

De pequeñitos no tardamos en meter tapar todos los orificios de nuestro propio cuerpo por simple curiosidad, aunque eso nos provoque dolor. Somos así. Y tanto nos rascamos una herida que la reabrimos. Tanto exploramos nuestras fosas nasales que sangramos. Tanto investigamos nuestro ombligo que extraemos pelusa datada en el cuaternario.

Cuando crecemos nos dividimos en dos clases: o de culos o de tetas. Casi nadie es de coños, mirar coños en la calle está feo. Pero con los culos y las tetas es otro cantar.

El que es de tetas fantasea con follárselas, con meterles la polla, -pese a que no tengan boquete- y recurre a cosas raras y extrañas como las pajas cubanas. Bocados, pellizcos y hasta cortes. Amasarlas, revolverlas, que no haya mundo más allá de la teta. Teta, teta, teta.

El de culos por su parte... Ay, el que es de culos. El que ve un culo y se pone tan erecto como un gitano ante la puerta de un cuartel, no se puede conformar con follarse un coño a 4 patas; porque ese ser, que cuando embiste se ase de de las nalgas de una culona, no se siente satisfecho si no explora su objeto de adoración. Porque ver un coche bonito está muy bien, pero tú quieres meterte dentro. Porque sabes que el coño no es el orificio que admiras si estás follándote a una puerca borracha. Porque, meterla en el coño no destruye ni modifica la morfología de ese melocotón que tienes delante. Pero si la metes en el culo, ah, el culo, eso es otra cosa. Puede que te dé el mismo gustito que introducirla en el coño, incluso menos porque el coño está encharcado y en el ano sólo encuentras tropezones, pero, ah, en ese momento tú estás modificando, destruyendo lo que admiras.

Como el niño que hace un castillo de arena y, tras contemplarlo y sentirse satisfecho con lo que ha conseguido, se lo carga a patadas mientras da carcajadas estridentes.

Porque nada da más placer que destruir lo que se admira cuando uno está poseído por la irracionalidad.

Y es que meter la polla es el epítome de la existencia masculina y, por eso, que un hombre quiera horadar un culo, un coño, una teta, una boca o una oreja, es un acto de la más amplia generosidad, donde el individuo da lo más sagrado que tiene, su polla, para pasar a ser una suerte de minero chileno que explora las profundidades de los submundos femeninos.

Follad culos, les guste a priori o no, porque es la mejor manera decirles que admiráis su cuerpo.
 
Como ya conté hace algunos años atrás, mi experiencia en este asunto se limita a una única relación anal. Una follamiga me preguntó si quería probar, lo hice y, con franqueza, no sentí nada especial que ya no hubiera sentido con una penetración vaginal. Lo que sí me llamó la atención, al comienzo, es que desde donde yo estaba, de espaldas detrás de ella, no supe que la tenía dentro de su culo hasta que lo comprobé visualmente en detalle, pero sí percibí que sentía menos placer que introduciéndola en un coño de toda la vida. Seamos sinceros: al margen de razones psicológicas de placer, humillación, dominación o sumisión, una vagina está mucho mejor diseñada por razones evolutivas para dar placer y provocar el orgasmo.

El problema vino a posteriori. Transcurridas unas dos semanas de aquella relación, que por cierto ya estaba finiquitada entre ambos, empecé a sentir molestias y calor en el bajo vientre, al sentarme, al ponerme de pie, una especie de inflamación generalizada y difusa, algo de fiebre a última hora de la tarde y sensación de opresión en los huevos. No presté mayor atención al asunto, hasta una noche en la que al hacerme la típica y tópica paja a la crema antes de irme a acostar con la peli ponno que más me gustaba, observé horrorizado, literalmente con la cara blanca, que eyaculaba SANGRE. Sí, tal cual.

Evidentemente, pensé que llegaba mi última hora y como cualquier forero que se precie, lo primero que hice es consultar con don Google qué podía ser aquello, aparte de un carcinoma fulminante que me daba sólo un mes de vida como mucho y entonces leí por primera vez la palabra hematospermia. Afortunadamente, al día siguiente, llamando a tres o cuatro urólogos para una cita de urgencia, uno de ellos me pudo hacer hueco para esa misma tarde.

Llegué a la consulta, le expliqué los síntomas casi en voz baja, tartamudeando por el miedo, y después de terminar, me sonríe y me pregunta a bocajarro: ¿ha tenido usted algún tipo de relación anal sin protección en los últimos meses?

Entonces, avergonzado, se me vinieron a la mente las mil imágenes casi olvidadas de aquella única penetración por el culo de mi vida. El médico me hizo el clásico y desagradable tacto rectal, me mandó un análisis de sangre y una ecografía de toda la zona urogenital y me dijo (algo que luego se confirmó con los resultados de las pruebas), que tenía una prostatitis aguda por una infección de Escherichia Coli. Resultado: un mes y medio completo de 3 cápsulas al día de una cefalosporina de última generación, un antiinflamatorio y un analgésico que me dejaron prácticamente medio muerto, sin fuerzas ni para ponerme los pantalones, cuando terminé de tomar el tratamiento. Me explicó que desgraciadamente la próstata es una glándula que tiene una capacidad muy alta para evitar la entrada de antibióticos y que el tratamiento debía cumplirlo a rajatabla si quería una curación completa. Al margen, me indicó que nada de hacerme manitas o tener relaciones en los siguientes 15-20 días.

Después de aquella experiencia, no quise volver a repetir, ni siquiera con la sugerencia de que siempre que la metiera por el culo fuera con preservativo, al ser el glande, según el urólogo, una zona de p¡el muy delgada y sensible que, por ser una mucosa, tiende a pillar ETS de una forma muy rápida. Ahí, en aquel momento, se disolvieron los pocos deseos que tenía de tener otra relación por detrás.

A partir de ese momento, cambié el ano por la vagina y cuando quiero imaginar eso de la dominación y tal, pongo a la señorita a 20 uñas mirando para Cuenca y me vale exactamente igual.

Ni he probado ninguna otra vez ni voy a volver a hacerlo. Ya tuve mi propia medicina, pero comprendo que haya mucha gente que disfruta o siente disfrutar con este tipo de relaciones concretas, por la carga psicólogica que @iskariote o @Spawner comentan.
 
El post de Spawner acerca del dar por culo como alegoría o práctica de la destrucción de lo bello es para enmarcar, de verdad. Este foro se ve que va cogiendo, poco a poco, el tono que antaño tenía. Enhorabuena a los responsables.

Por otro lado, echo a faltar aquí el debate sobre el dar por culo por error, el estar tan encegado por meterla que metes sin mirar ni dónde y te das cuenta de que has entrado por donde no es al ver que la otra aprieta los puños, pega un berrido y se pone rígida. Se te queda una cara de "hostia puta, ya la he liao" y sigues, pero el susto no te lo quita nadie; joder cómo se ponen.
 
Por otro lado, echo a faltar aquí el debate sobre el dar por culo por error.

Recuerdo que en una ocasion haciendole la postura del aguililla a mi ex

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Me equivoqué de agujero despues de que se saliera del coño.
Se cayó a plomo en la cama quedando boca abajo extendida y rigida mientras gritaba de supuesto dolor mientras yo no sabia si reirme o seguir penetrandola para que gritara con razón.
Pasó accidentalmente,y yo traté de argumentar que fue accidental pero no me creyó y poco tiempo después y después de sacarme el trapo sucio decenas de veces me dejó.
-Pues que te den por el culo- le dije.

Fue lo ultimo que escuchó.
 
A las tías le va, en líneas generales, el tema ser dominadas. Evidentemente, tienen que sentirse confiadas, seguras, etc, etc.
Llega un momento en la relación, durante el chof-chof a la manera de como Dios ha dado a entender, en que ellas mismas son las que proponen ser analmente penetradas.

Discrepo. He tenido dos relaciones especialmente largas en las cuales, tanto una como otra me dijeron desde el primer día que ellas no querían ni iban jamás a permitir tener relaciones anales, que no las habían tenido nunca y doy fe de que después de estar con ambas durante años, eso se cumplió a rajatabla y, cuando dice @ilovegintonic que la puedes meter por equivocación, te aseguro que ha faltado un microsegundo para que el berrido de la susodicha haya permitido que no entre ni un centímetro hacia dentro.

Cuando una mujer te dice que no en ese apartado sexual concreto, suele ser siempre un NO rotundo y no creo que sea por sentirse humilladas, sometidas ni nada similar, porque en otro tipo de prácticas aceptan sin rechistar ese papel de sumisión absoluta, sino porque les desagrada cualquier cosa que tenga relación con el ano como órgano del cuerpo humano sucio, desagradable o antihigiénico.
 
He tenido dos relaciones especialmente largas en las cuales, tanto una como otra me dijeron desde el primer día que ellas no querían ni iban jamás a permitir tener relaciones anales, que no las habían tenido nunca y doy fe de que después de estar con ambas durante años, eso se cumplió a rajatabla

De lo único que puedes dar fe es de que TU no pudiste catar su donete del amor.

Que una horda de senegaleses le petaran el ojete todos los lunes por la tarde de 16:00 a 17:25 escapa de tu control y conocimiento.

Que tenga una buena tarde.

Hijo de puta.
 
Hace eones, tuve una pareja muy "timida". Al principio no quería hacer nada que no fuese sexo vaginal. Un dia ella a cuatro patas, por "error" se la meti por el ojete.
Ostias, se transformo, de una monja que solo quería lo normal, a una zorra que quería de todo.¿A alguno le ha pasado?
 
Hace eones, tuve una pareja muy "timida". Al principio no quería hacer nada que no fuese sexo vaginal. Un dia ella a cuatro patas, por "error" se la meti por el ojete.
Ostias, se transformo, de una monja que solo quería lo normal, a una zorra que quería de todo.¿A alguno le ha pasado?
No, cambios radicales de comportamiento sexual no. Alguna que otra casada reprimida que iba buscando recuperar el tiempo perdido sí. Y casualmente en muchas de ellas la fantasía por lo anal estaba presente, así que no en pocas ocasiones me ha tocado ser el que las desvirgue.




En mi caso, tener sexo anal llegó a ser casi una obsesión. Con mi pareja nunca lo había hecho y las primeras amantes tampoco es que tuvieran esa afición. Diría que una vez con una especie de ninfómana llegué a hacerlo, pero a ese culo le podría haber metido el brazo hasta el codo, por lo que no la cuento.

Y así llegué hasta una de mis amantes. Yo tenía 36 y ella 48, pero en el sexo al inicio no funcionaba la cosa, se excitaba mucho pero apenas con el oral conseguía correrse y cuando ya estaba planteándome dejar de vernos un día salió el tema del anal. Ella dijo que en su día lo disfrutaba pero hacía años que su marido pasaba del tema, así que nos pusimos al lío. Y vaya si lo disfrutaba, fue más de un año de sexo casi exclusivamente anal, así que ahora con el máster hecho, si se tercia pues adelante, pero tampoco lo busco, además de que iniciar a alguna mujer en el anal está bien pero requiere de demasiado tiempo.

Por lo pronto ahora mi pareja disfruta de un dedo furtivo pero sin intentos de llegar a más, y la sumisa lo odia por lo que es uno de los mejores castigos para ella.
 
Todas las mujeres nos ponen un límite. Y todas lo negocian. Es normal ante la propaganda constante de que se merecen un premio por ser mujeres.

Estoy muy desconectado de las noticias. Me enteraría solamente por aquí si me interesase algún hilo sobre "actualidad".

Me impacta mucho ser consumidor de alguna "gran plataforma audiovisual", incluyendo lo que la gente repite en las redes sociales digitales, y presenciar el constante aluvión de promesas de princesa, frases alentadoras y defensa a ultranza de personas que simplemente tienen un coño pero que hoy día son tan esclavas como nosotros. Como lo hemos sido siempre. Del trabajo, de depender de otros.

Y sólo puedo pensar en destruir ese sueño, en clavar sus rodillas en el colchón y darle por el culo. Coronar la cima más alta, derribar la puerta mejor sellada.
 
Última edición:
Pues sí, por error, porque a mí darle a una por el culo me da exactamente igual que darle por el coño, con la salvedad de que por el coño va más suave todo y no hay que andar como si caminaras sobre hielo fino; de hecho prefiero por la vía clásica y salvo momentos muy muy muy puntuales y cada vez más escasos, el darle por el ojals a una no es algo que tenga en mi lista ni en ninguna de mis prioridades. De hecho si no volviera a hacerlo en la vida no me pasaría nada ni lo echaría de menos. La primera a la que le dí por el najas, una holandesa que me sacaba doce años, me lo hizo hacer ella, y me pareció un poco flipante por el hecho de que estaba haciendo algo que nunca había hecho antes: miraba y decía "coño, le estoy follando el culo a esta, wow", pero nada más. Ni más placer ni más morbo, sino algo en plan "ahí va, la hostia, ¡por el culo!". Y ahí se me acabó el particular interés que pudiera haber tenido antes.
 
Yo tengo un colega de estos de farra cuyo mote es "por ese agujero no David" así que imaginad de donde viene. Lo bueno es que le llamamos así literalmente cada vez que nos dirigimos a el así que da lugar a situaciones de bar bastante lolescas.
 
Mi relación con el sexo anal es extraña: cuando llevo tiempo sin hacerlo, cada vez me va pareciendo más y más atractivo y a temporadas puede llegar a ser una obsesión, pero cuando consigo horadar el esfínter a la interfecta, durante el (corto) acto siempre pienso lo mismo: "Pues tampoco es para tanto, no vale la pena tanta preparación para luego esto". Desde ese punto, motivación cero hasta que volvemos al principio...

Lo que me jode es que tuve una temporada donde la Alina se dejaba, y de un tiempo a esta parte ha echado el candado. El consuelo que me queda, además de recuerdos cada vez más borrosos, es que es más motivación mental (por hacer algo más "depravado" que el sexo normal) que no porque sea mucho mejor que el sexo vaginal.
 
Discrepo. He tenido dos relaciones especialmente largas en las cuales, tanto una como otra me dijeron desde el primer día que ellas no querían ni iban jamás a permitir tener relaciones anales, que no las habían tenido nunca y doy fe de que después de estar con ambas durante años, eso se cumplió a rajatabla y, cuando dice @ilovegintonic que la puedes meter por equivocación, te aseguro que ha faltado un microsegundo para que el berrido de la susodicha haya permitido que no entre ni un centímetro hacia dentro.

Cuando una mujer te dice que no en ese apartado sexual concreto, suele ser siempre un NO rotundo y no creo que sea por sentirse humilladas, sometidas ni nada similar, porque en otro tipo de prácticas aceptan sin rechistar ese papel de sumisión absoluta, sino porque les desagrada cualquier cosa que tenga relación con el ano como órgano del cuerpo humano sucio, desagradable o antihigiénico.

Me interesa mucho el detalle que expone: desde el día D y la hora H en las que inicia una relación, y en dos ocasiones, le han cerrado posibilidades de divertimento.

Esto lleva a pensar que o bien tiene a las opusianas como su particular y frustrante fetiche sexual, o bien es usted alarmantemente incompetente en lo relativo a la excitación femenina.

Le podría indicar, a riesgo de que acabemos comparando nuestros miembros viriles, que en sucesivas relaciones largas (y no tan largas), el NO se ha acabado convirtiendo en un SI las más de las veces, e incluso en petición expresa otras tantas, por encima incluso de la clásica penetración vaginal.

Pero cederé en otras dos afirmaciones: es correcto que ante la penetración "accidental", surgen todo tipo de sentimientos por parte de ella, entre los que no destaca en ningún caso la penetración anal en modo "total, ya que hemos empezado..." porque vamos, debe doler como pegarle a un hijo.

Respecto a la parte antihigiénica, y siendo como son seres totalmente mentales, es cierto que de sentirse retrotraídas será por este hecho, incluso cuando ya se está en faena.
 
Pero como va a ser lo mismo reventar un culo a follartela en modo tradicional?

Vosotros sabeis el gusto que da en los huevos cuando la mujer relaja y contrae el esfinter con la polla dentro y sientes las palpitaciones anales?
Vosotros sabeis el gusto que da en los huevos cuando la rellenamos como un jodido pavo navideño sin tener que terminar en un sucio condon o haciendo la marcha atrás y terminar en modo forero pajero ?

Todos son ventajas.

Hijos puta.
 
Penetraciones anales he efectuado algunas, más que nada por variar y romper la monotonía, me lo he pasado bien bombeando en esa postura mientras agarraba a la zorra con fuerza de las cachas y he tenido buenos orgasmos, pero lo que no me gusta es el olor que desprende al sacarla.

Es repugnante.

La primera sodomización que hice fue curiosa, era una ecuatoriana pequeñita que se puso a cuatro patas y se la metí por la raja y empecé a bombear. Al rato vi su mano como me cogía del rabo y se la inyectaba en el ano. Entró son complicaciones, comencé el bombeo con mucho morbo y allí que deje mi cuajada bien caliente y bien adentro.

Era una tipa muy rara que no le gustaba hablar, era más bien de actuar, y no gimió ni gritó de dolor como me han hecho otras.

Definitivamente si a sodomizar.
 
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