Amroth Elendil
Veterano
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- 11 Abr 2006
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Para no perder la costumbre de historias bizarras, esto es lo último que me ha ocurrido:
La noche de Halloween estuve mandando mensajes a colegas para ver qué opciones lúdicas había. Al final me contestó un amigo que actualmente está alquilando su piso a un inglés campeón de la cerveza y a una taiwanesa super loca que se ligó en un bar. De este primer personaje podríamos hablar largo y tendido, pero hoy vamos a hablar de la china que vive con mi amigo: resulta que se conocieron un día que ella estaba sola en un bar tomando una cerveza porque se había peleado con su marido. Mi amigo fue tanteándola y en pocas semanas el maridito de la china tenía los cuernos más retorcidos que una cabra montesa. De hecho hasta se divorciaron y la china se quedó en la puta calle de un día para otro. Así que mi amigo dijo: "pa la saca, tú te vienes a mi casa. Como no me quedan más habitaciones libres, duermes en mi cama, me friegas el piso, me haces la comida y me das 200 euros cada mes".
Como iba diciendo, me llamó mi amigo totalmente borracho desde su casa y me dijo que me viniera al piso, que estaban los 3 pedales perdidos.
Una vez allí, comprobé enseguida que me iba a costar mucho ponerme a su nivel etílico en un tiempo récord. Hice lo que pude y en poco tiempo ya tenía a la china encima mío haciéndome unos masajes super raros. Mi amigo estaba ya k.o. total, cosa que aprovechó el compañero de piso inglés para meter mano a la china, pero ésta no se dejaba. Eso sí, conmigo estaba tonteando mucho... Mi amigo se fue a la cama pedal perdido y yo me quedé con la china bailando en el comedor mientras el inglés preparaba más vodka con hielo. Todo esto con la puerta de la habitación de mi amigo entreabierta, de modo que pudo ver con medio ojo abierto alguna que otra escena surrealista y subida de tono entre la china y yo ("cabrooonessss.... ¡sois unos cabroneesss! ¡Traedme agua, cabrones, que tengo seeed!).
El tiempo iba pasando y yo pensé que en cualquier momento la china se querría ir con mi colega a dormir, ya que igualmente compartían cama. Pero qué va, la china se quería quedar ahí conmigo... y mientras tanto el inglés intentaba atacar todo lo que podía, con escaso éxito (a todo esto, tengo que decir que nuestro buen amigo inglés cervecero es OBESO)... Al final, acabamos los 3 en el sofá. El inglés se durmió cual imperturbable elefante y yo me quedé ahí con la china un rato pensando en mi amigo que estaba pedal perdido, roncando en su habitación. Al cabo de unos minutos, decidí que si no hacía algo en ese momento, no era lo suficientemente hombre, pero a la vez me convertiría en un Judas robachinas. La cuestión es que nos comimos los morros y algo más, pero como no había habitaciones libres, acabamos en la cocina haciendo marranadas varias, mientras los otros 2 habitantes del piso dormían como troncos huecos rellenos de licor y cerveza barata.
Al final me fui de la casa porque no había forma de ponerse a dormir por ningún sitio, pero la china quería más y mejor, así que nos pasamos los teléfonos y me dijo que no se venía conmigo a mi casa para que mi colega no sospechara nada (no veas qué ajetreo: recién divorciada y ya está "corneando" a mi amigo).
Así empezó una historia de quedadas en secreto después del curro, polvos interminables en mi casa y mil inventos para que nadie (y en especial mi amigo con el que vive) se entere de nada. La situación actual es que la china dice que me ama locamente y que con mi amigo ya no folla más, que se está buscando un piso pero que de momento no interesa que mi amigo se entere de nada por si se mosquea y la echa de casa como su ex-marido (jajajaj)
A todo esto tengo que añadir que mi amigo tampoco la tenía como nada "serio" y que se ha ido picando a otras por ahí... Si no fuera por esto, seguramente nunca habría intentado nada con ella (creo).
La conclusión es que me siento a gusto con la chinita: es amable conmigo, le encanta fregar, planchar, cocinar... y follar. Eso sí, sin marranadas, todo bastante simple. Pero tiene un minicoño que me vuelve loco. Y me cuida un montón. Se podría decir que es una mujer "como las de antes". Peeero me siento como un Judas con mi amigo (a pesar de que sólo la quería para follar) porque todo esto lo estamos haciendo a sus espaldas y me tengo que callar como una puta porque quizás es verdad que se podría mosquear y echarla del piso. Me llama para que quedemos todos juntos y yo no soy capaz, trato de evitarlo. Y lo cierto es que ya no follan, porque precisamente mi amigo me lo contaba el otro día por msn y estaba un poco mosca. Eso sí, ella me cuenta que cuando no duerme conmigo y está en la casa de mi amigo, muchas veces él vuelve al piso con 3 o 4 copas de más y claro, como duermen juntos, siempre intenta hacer algo con ella. Y un día tuve que acompañarla al hospital por una movida, mi amigo también se enteró y mientras iba a visitarla me tuve que largar de allí para no cruzarme con él. Buffff... tengo que reconocer que lo paso un poco mal con esta situación...
En fin... creo que estoy encoñado. La situación es tan bizarra y ella es tan exótica y diferente a todo lo que había conocido hasta ahora (desde su cultura y costumbres, el hecho de poder comunicarme con ella sólo en inglés, las cosas raras que se compra para comer en los bazares chinos a 0,5 € y su minicoño que sólo meterle la punta ya me creo Nacho Vidal y ella se corre 4 o 5 veces), que me estoy dejando llevar completamente como un petrolero a la deriva.
Este es el primer problemón. El segundo y no tan importante comparado con el primero, es que ella tiene 39 años y yo 27. Realmente aparenta muchos menos. Y tiene cosas mezcla de adolescente y de dibujo animado manga que la rejuvenecen, aparte de un cuerpecito de 43 kilos (la levanto de la cama con una mano) sin un gramo de grasa y unos pezones turgentes y... hummmmm....
El plan es que ella encuentre por fin un piso para quedarse (yo actualmente vivo con mi familia y no es posible que se quede a vivir formalmente conmigo, cosa que no impide que durmamos juntos casi cada noche) y después contarle todo el culebrón a mi amigo. Sabiendo que tiene sus rollos por ahí, es posible que no se llegue a mosquear demasiado...
También decir que esta historia está inmensamente resumida, porque sólo la odisea del ex-marido de la china, los acontecimientos posteriores, las quedadas a escondidas, las llamadas, las cuentas secretas de msn y mil cosas más, podrían servir para escribir un ladrillo de considerables proporciones.
Pues eso. Opinad, amigos putalocurescos...
La noche de Halloween estuve mandando mensajes a colegas para ver qué opciones lúdicas había. Al final me contestó un amigo que actualmente está alquilando su piso a un inglés campeón de la cerveza y a una taiwanesa super loca que se ligó en un bar. De este primer personaje podríamos hablar largo y tendido, pero hoy vamos a hablar de la china que vive con mi amigo: resulta que se conocieron un día que ella estaba sola en un bar tomando una cerveza porque se había peleado con su marido. Mi amigo fue tanteándola y en pocas semanas el maridito de la china tenía los cuernos más retorcidos que una cabra montesa. De hecho hasta se divorciaron y la china se quedó en la puta calle de un día para otro. Así que mi amigo dijo: "pa la saca, tú te vienes a mi casa. Como no me quedan más habitaciones libres, duermes en mi cama, me friegas el piso, me haces la comida y me das 200 euros cada mes".
Como iba diciendo, me llamó mi amigo totalmente borracho desde su casa y me dijo que me viniera al piso, que estaban los 3 pedales perdidos.
Una vez allí, comprobé enseguida que me iba a costar mucho ponerme a su nivel etílico en un tiempo récord. Hice lo que pude y en poco tiempo ya tenía a la china encima mío haciéndome unos masajes super raros. Mi amigo estaba ya k.o. total, cosa que aprovechó el compañero de piso inglés para meter mano a la china, pero ésta no se dejaba. Eso sí, conmigo estaba tonteando mucho... Mi amigo se fue a la cama pedal perdido y yo me quedé con la china bailando en el comedor mientras el inglés preparaba más vodka con hielo. Todo esto con la puerta de la habitación de mi amigo entreabierta, de modo que pudo ver con medio ojo abierto alguna que otra escena surrealista y subida de tono entre la china y yo ("cabrooonessss.... ¡sois unos cabroneesss! ¡Traedme agua, cabrones, que tengo seeed!).
El tiempo iba pasando y yo pensé que en cualquier momento la china se querría ir con mi colega a dormir, ya que igualmente compartían cama. Pero qué va, la china se quería quedar ahí conmigo... y mientras tanto el inglés intentaba atacar todo lo que podía, con escaso éxito (a todo esto, tengo que decir que nuestro buen amigo inglés cervecero es OBESO)... Al final, acabamos los 3 en el sofá. El inglés se durmió cual imperturbable elefante y yo me quedé ahí con la china un rato pensando en mi amigo que estaba pedal perdido, roncando en su habitación. Al cabo de unos minutos, decidí que si no hacía algo en ese momento, no era lo suficientemente hombre, pero a la vez me convertiría en un Judas robachinas. La cuestión es que nos comimos los morros y algo más, pero como no había habitaciones libres, acabamos en la cocina haciendo marranadas varias, mientras los otros 2 habitantes del piso dormían como troncos huecos rellenos de licor y cerveza barata.
Al final me fui de la casa porque no había forma de ponerse a dormir por ningún sitio, pero la china quería más y mejor, así que nos pasamos los teléfonos y me dijo que no se venía conmigo a mi casa para que mi colega no sospechara nada (no veas qué ajetreo: recién divorciada y ya está "corneando" a mi amigo).
Así empezó una historia de quedadas en secreto después del curro, polvos interminables en mi casa y mil inventos para que nadie (y en especial mi amigo con el que vive) se entere de nada. La situación actual es que la china dice que me ama locamente y que con mi amigo ya no folla más, que se está buscando un piso pero que de momento no interesa que mi amigo se entere de nada por si se mosquea y la echa de casa como su ex-marido (jajajaj)
A todo esto tengo que añadir que mi amigo tampoco la tenía como nada "serio" y que se ha ido picando a otras por ahí... Si no fuera por esto, seguramente nunca habría intentado nada con ella (creo).
La conclusión es que me siento a gusto con la chinita: es amable conmigo, le encanta fregar, planchar, cocinar... y follar. Eso sí, sin marranadas, todo bastante simple. Pero tiene un minicoño que me vuelve loco. Y me cuida un montón. Se podría decir que es una mujer "como las de antes". Peeero me siento como un Judas con mi amigo (a pesar de que sólo la quería para follar) porque todo esto lo estamos haciendo a sus espaldas y me tengo que callar como una puta porque quizás es verdad que se podría mosquear y echarla del piso. Me llama para que quedemos todos juntos y yo no soy capaz, trato de evitarlo. Y lo cierto es que ya no follan, porque precisamente mi amigo me lo contaba el otro día por msn y estaba un poco mosca. Eso sí, ella me cuenta que cuando no duerme conmigo y está en la casa de mi amigo, muchas veces él vuelve al piso con 3 o 4 copas de más y claro, como duermen juntos, siempre intenta hacer algo con ella. Y un día tuve que acompañarla al hospital por una movida, mi amigo también se enteró y mientras iba a visitarla me tuve que largar de allí para no cruzarme con él. Buffff... tengo que reconocer que lo paso un poco mal con esta situación...
En fin... creo que estoy encoñado. La situación es tan bizarra y ella es tan exótica y diferente a todo lo que había conocido hasta ahora (desde su cultura y costumbres, el hecho de poder comunicarme con ella sólo en inglés, las cosas raras que se compra para comer en los bazares chinos a 0,5 € y su minicoño que sólo meterle la punta ya me creo Nacho Vidal y ella se corre 4 o 5 veces), que me estoy dejando llevar completamente como un petrolero a la deriva.
Este es el primer problemón. El segundo y no tan importante comparado con el primero, es que ella tiene 39 años y yo 27. Realmente aparenta muchos menos. Y tiene cosas mezcla de adolescente y de dibujo animado manga que la rejuvenecen, aparte de un cuerpecito de 43 kilos (la levanto de la cama con una mano) sin un gramo de grasa y unos pezones turgentes y... hummmmm....
El plan es que ella encuentre por fin un piso para quedarse (yo actualmente vivo con mi familia y no es posible que se quede a vivir formalmente conmigo, cosa que no impide que durmamos juntos casi cada noche) y después contarle todo el culebrón a mi amigo. Sabiendo que tiene sus rollos por ahí, es posible que no se llegue a mosquear demasiado...
También decir que esta historia está inmensamente resumida, porque sólo la odisea del ex-marido de la china, los acontecimientos posteriores, las quedadas a escondidas, las llamadas, las cuentas secretas de msn y mil cosas más, podrían servir para escribir un ladrillo de considerables proporciones.
Pues eso. Opinad, amigos putalocurescos...