¿Tenemos los hombres miedo al compromiso?

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(...) Le pregunté que para qué coño quería tanta libertad, si apenas salía y cuando lo hacía se aburría, y ni viajaba ni tenía ninguna afición conocida. (...)

La tenía, ya está, sin más, como el que tiene un jarrón Ming guardado en una urna y no lo toca ni deja que le dé le luz y sólo de viento en ciento se atreve a acariciarlo un poco. Suficiente. De sobra incluso.
 
El miedo al compromiso en la pareja existe, es una realidad. Es la manifestación del miedo al compromiso que existe en otros ámbitos de la sociedad. Ya no interesa que algo sea duradero, mucho menos para siempre. Vivimos la época del "usar y tirar", no del arreglar. El consumo sostiene el sistema y para tal se nos ha educado. Lamentablemente, el modelo económico ha trascendido al mundo sentimental y las relaciones se han vuelto también de "usar y tirar".

Cuando una pareja plantea un problema, se cambia por otra, sólo se queda uno con lo bueno y evita lo malo. Es la filosofía que se nos vende, aunque en mi opinión, este planteamiento es una engañifa, porque, al ser humano, le toca más el sufrimiento que el placer, y así, el lazo que se crea en el dolor es mucho más fuerte y llena mucho más que el que crea el placer. Sólo quien ha atravesado y superado problemas de verdad junto a una pareja puede comprender el vínculo que se crea, la intimidad, la confianza, el respeto y el apoyo.

Esa experiencia humana se está perdiendo por culpa del consumismo vital que nos invade. Muy poca gente ya sabrá qué es compartir toda tu vida con una persona y sentir que eso le ha dado sentido a tu existencia. Es una lástima.

Evidentemente, excluyo a aquellos que ejercitan su opción de vivir en soledad, por gusto, por independencia o por desconfianza de los dones que una mujer ofrezca. Lo absurdo se manifiesta en aquellos que beben los vientos por una mujer detrás de otra, pero temen seguir adelante, sufrir, sacrificar, entregar... y vencer.

PENTECOST rebuznó:
El problema es la definición que las mujeres le dan al compromiso, y no es otra que los dos miembros de la pareja deben asumir y aceptar lo que ELLAS consideran maduro y comprometido. Por lo tanto, es perfectamente comprensible que los hombres no demos nuestro brazo a torcer y no queramos aceptar ese "compromiso". Tan simple como eso.

Quoteo estos dos posts porque me parecen brillantísimos. No puedo estar más de acuerdo con lo que dice Misógino Empedernido, ni podría expresarlo de manera más clara ni más elegante ni más sencilla al tiempo. Bravo.

Y con respecto al post de Pentecost, tres cuartas de lo mismo. El rechazo al compromiso siempre lo pone de manifiesto una mujer al respecto de un hombre. Porque este compromiso al que se suelen referir es "no quiere hacer lo que yo diga de aquí a que se muera o yo me harte". Ni más ni menos.

El mismo miedo que tienen los hombres al compromiso lo tienen las mujeres. Porque el compromiso es común, es recíproco, y asusta, como es natural, porque uno se juega mucho. Uno y una. Ambos. Los dos. Y como es natural, asusta, y asusta por igual, porque ninguno pone menos que el otro, ni se sojuzga al otro más de lo que sojuzga él mismo. Pero ah, amigos, estaríamos hablando de un compromiso verdadero, cierto, real. No de un estado de coñocracia y de ahora se juega según mis reglas, que es lo que suele pasar en todas las que se quejan de que el otro no quiere comprometerse.

Ah, pero es que yo doy lo mismo, dirá alguna. Sí. Pero la diferencia es que tú lo quieres dar voluntariamente, a ti no te importa darlo, pero al otro sí le importa, así que no vale lo mismo, como no valdría al revés. Tú no arriesgas nada que no quieras arriesgar. El otro sí. Sales ganando. Lógico que diga que así no mola. Y luego, claro, está la parte en la que el otro tiene que dar pero tú no das. La parte, por ejemplo, en la que él deja de salir con sus amigos, en la que sus hobbys mueren porque ese dinero destinado, por ejemplo, a la compra de figuritas de rol o a la colección de camisetas de equipos de fútbol es destinada a la economía común pero no así el dinero destinado a la compra de tus zapatos o de tus pinturas. Por ejemplo.
 
Ya no interesa que algo sea duradero, mucho menos para siempre. Vivimos la época del "usar y tirar", no del arreglar. El consumo sostiene el sistema y para tal se nos ha educado. Lamentablemente, el modelo económico ha trascendido al mundo sentimental y las relaciones se han vuelto también de "usar y tirar".

Cuando una pareja plantea un problema, se cambia por otra, sólo se queda uno con lo bueno y evita lo malo. Es la filosofía que se nos vende, aunque en mi opinión, este planteamiento es una engañifa, porque, al ser humano, le toca más el sufrimiento que el placer, y así, el lazo que se crea en el dolor es mucho más fuerte y llena mucho más que el que crea el placer. Sólo quien ha atravesado y superado problemas de verdad junto a una pareja puede comprender el vínculo que se crea, la intimidad, la confianza, el respeto y el apoyo.

Esa experiencia humana se está perdiendo por culpa del consumismo vital que nos invade. Muy poca gente ya sabrá qué es compartir toda tu vida con una persona y sentir que eso le ha dado sentido a tu existencia. Es una lástima.

Evidentemente, excluyo a aquellos que ejercitan su opción de vivir en soledad, por gusto, por independencia o por desconfianza de los dones que una mujer ofrezca. Lo absurdo se manifiesta en aquellos que beben los vientos por una mujer detrás de otra, pero temen seguir adelante, sufrir, sacrificar, entregar... y vencer.

Todo eso me parece completamente cierto y penoso. Lo que pasa es que no es "miedo al compromiso". Es rechazo, pero no miedo.

Para empezar, esa tendencia al usar tirar a todos los niveles personales se ha extendido en nuestros días. En generaciones anteriores no existía, por lo menos no tan generalizadamente, porque socialmente tampoco había oportunidad. Sin embargo, lo del "miedo al compromiso" lo lleva oyendo el hombre desde la noche de los tiempos.

Es más, hoy en día también eres acusado de ello incluso si tus principios te mantienen alejado del consumismo vital que mencionas. Puedes creer en las relaciones para siempre (con la consciencia de que no es como en las películas, que hay que sudar la camiseta); puedes querer tener hijos, nietos y todo lo que haga falta con una mujer; puedes ser fiel por naturaleza; pero si las ceremonias te causan repelús, serás acusado de sufrir miedo al compromiso por no querer casarte en una iglesia por todo lo alto.

Y siempre será el hombre el miedica, a pesar de que el usarytirarismo de nuestro tiempo afecta, como mínimo, por igual a los dos sexos. ¿Cómo se explica eso?
 
Pues sabeis lo que hago yo? me he autoanalizado y creo que me junto con elementos de aúpa con los que el compromiso parece imposible, por eso, para evitarlo sin tener que pensar en ello. Supongo que es más fácil dar por hecho que algo caerá por su propio peso a tener que decidir. Y la verdad es que es una gilipollez, porque luego acabas viendo a todo el mundo normal y te metes en cada follón... pero no puedo evitarlo.
 
Pues sabeis lo que hago yo? me he autoanalizado y creo que me junto con elementos de aúpa con los que el compromiso parece imposible, por eso, para evitarlo sin tener que pensar en ello. Supongo que es más fácil dar por hecho que algo caerá por su propio peso a tener que decidir. Y la verdad es que es una gilipollez, porque luego acabas viendo a todo el mundo normal y te metes en cada follón... pero no puedo evitarlo.
Reléase, a ver si usted se entiende.
 
Partiendo de la base de que todas son unas hijas de puta que buscan nuestro billetero (todas, y no vale tener novia rica PORQUE ES MENTIRA) no existe el miedo al compromiso, existe el miedo a ser robado. Cuando una chica te propone compromiso o intenta meterte buya para tal sientes la misma puta sensación que cuando vas al metro de barcelona un viernes noche, acojone, intentas tener todos los sentidos alerta, audacia, más acojone, etc, es cuestión de supervivencia y mantener un patrimonio que sólo te pertenece a tí (aunque trabajes en un puerto o en una franquicia informática, por poco que sea es tuyo, no lo compartes con tu santa madre ¿lo vas a compartir con una puta?).

Resumiendo, los caballeros tenemos sentido común.
 
Grandísimas verdades volcadas en este hilo, os felicito.

Pero es que además, además de todo lo dicho aquí: personas consumíendose unas a otras como productos, cribas caprichosas, visión sesgada y parcial de lo que es responsabilidad y madurez... pero es que además, lo que muchas tias entienden por compromiso es un artificio complemente momentáneo.

Habrá tias que quieran amarrar a un tio por su pasta, su alfismo o para crear una familia, pero por lo que yo veo en esas tias de veintitantos-treintaytantos es simplemente afán de estatus y BODA.

Toda esa mierda que pueden llegar a argumentar extraida del cosmopolitan, esos términos tan politicamente correctos, tan neutrales y poco directos, son manejados para conseguir lo que quiere toda mujer: un descomunal y desproporcionado homenaje a sí misma.

Conozco tias jóvenes que no piensan ni se han parado a pensar en cómo será su vida una semana después de la boda, viven para la boda, quieren que su boda sea el máximo acontecimiento de la historia y el matrimonio es una especie de elípsis lumínica y maravillosa hasta el siguiente sarao.

Las amigas casadas CAGAN por encima de las solteras en términos sociales femeninos. Todas sus conversaciones son en torno a ver cómo convence maruchi a su novio para hacerle pasar por el aro. ESO es lo que llaman compromiso, a eso se refieren con toda su puta insistencia y pataleo, a la fiesta en su honor en donde ellas serán las mas guapas y todos los demás hacen de comparsa en el desfile de la niña.

Y ahí tenemos una muestra mas de su concepto de madurez y responsabilidad, emparejarse de por vida con un tio por la fiesta y una posición que les dé cierto reconocimiento, que luego la vida en común es una puta mierda, ah, pues nada, para eso tienen leyes cojonudas que les permiten arrancar un enorme pedazo de ex y seguir follando con futuras víctimas con gastos pagados.
 
Reléase, a ver si usted se entiende.
No sé qué es lo que no se entiende. Igual te refieres lo de ver a todo el mundo normal. Quiero decir que una vez que conoces a las personas, por muy raras que parezcan, acabas entendiéndolas un poco y te das cuenta de que no son tan diferentes del resto.
 
Procedo al comentario de texto:

Pues sabeis lo que hago yo? me he autoanalizado y creo que me junto con elementos de aúpa con los que el compromiso parece imposible
Hasta aquí bien, se comprende.

, por eso, para evitarlo sin tener que pensar en ello.
¿qué tiene que ver esto con lo anterior? ¿Acaso sugiere que selecciona sus parejas para evitar pensar en el compromiso. Evítelo y punto, y deje a sus parejas en paz, elija las que más felices le hagan.

Supongo que es más fácil dar por hecho que algo caerá por su propio peso a tener que decidir.
¿Y esto que tiene que ver con todo lo demás? ¿Qué caerá por su propio peso? ¿Qué hay que decidir? Tal y como está puntuado resulta ininteligible.

Y la verdad es que es una gilipollez, porque luego acabas viendo a todo el mundo normal y te metes en cada follón... pero no puedo evitarlo.
Esta parte es de traca. ¿Qué tiene que ver la normalidad de la gente con lo anterior? ¿Y la normalidad de la gente con meterse en follones?

¿Y la confesión final, que es la que tiene sentido, no refleja perfectamente el "soy así y no puedo evitarlo" que arguyen las mujeres para justificar su comportamiento? Claro que se puede evitar, puede costar más o menos trabajo, pero se puede evitar, sin duda alguna. Todos podemos rectificar un comportamiento que nos parece erróneo... pero claro, en este caso no sabemos de qué habla, así que poco más se puede decir.
 
A la vista del atinado sesgo que está tomando el hilo a lo mejor habría que rebautizarlo; bien pudiera llamarse algo así como "¿Y a qué viene esa jodida pasión femenina por el compromiso?"

Cada vez que en mi vida me discursearon a cuenta del compromiso y mi supuesta alergia a él acabé concluyendo que aparte de una especie de perpetuo "si, bwana" poco más hubiera podido obtener con asumirlo.

El compromiso normalmente es un concepto unidireccional para ellas: yo recibo, tú me das; tú haces, yo aguardo; yo dicto, tú acatas. Ellas suelen inmolar en el altar del compromiso algunas cosas, cierto es; una de ellas su figura por mor de los embarazos pero, caramba, se supone que es la aspiración suprema de muchas de ellas, así que no veo dónde está en el fondo la renuncia, aunque no por ello se haya de negar el esfuerzo a empeñar en el día a día por tener hijos. En cambio mucho me temo que para ellos el compromiso supone cerrar el cuarto de juegos y tirar la llave o a lo sumo reducir a la clandestinidad algunos pocos ratos en los que se vuelve a disfrutar de algunas pequeñas cosas; ¿merece la pena?

Estoy cansado además de eso del "miedo", ya que el uso del lenguaje no es inocuo. Se emplea deliberadamente el argumento del temor para descalificar y nada más, atacando al hombre en su tonta vanidad de no parecer nunca un cobarde. Podría utilizarse otro tipo de términos: rechazo, desconfianza, inoportunidad, etc. pero no, se prefiere decir miedo porque así se pone la etiqueta de miedoso gratis y como de pasada, pareciendo todo muy inocente e indeliberado.

Con franqueza, a la mierda el compromiso en tanto se siga esgrimiendo de esa manera tan falaz, repulsiva y gratuita.
 

Creo que el problema, más que en la puntuación (que yo veo pluscuamperfecta), está en el desarrollo. Abrevié demasiado. Me quedo con lo de la rectificación, aunque las comportamientos viscerales son difíciles de controlar. Y no me extiendo más porque de verdad me parece un hilo muy bueno, no quisiera irme por los cerros de úbeda con mis paranoias.


Sólo quiero añadir que no todas las mujeres en cuanto conocen a uno con pinta de pudiente, que no les provoca el vómito, se ven tirando el ramo. No, de verdad que no. Creo que ese miedo al compromiso está generalizándose por momentos. Las hay, no os voy a decir que no. De hecho hoy tengo que llamar a una de ellas para escaquearme de su bodorrio que, madre mía de mi vida la lata que me está dando. Pero también hay muchas chicas a las que la palabra compromiso les da escalofríos, tristeza, claustrofobia, angustia, de todo! muchas más de las que pensais.
 
...Pero también hay muchas chicas a las que la palabra compromiso les da escalofríos, tristeza, claustrofobia, angustia, de todo! muchas más de las que pensais.



Mi opinión es que hay chicas que si le tiene miedo al compromiso, pero son una minoría inapreciable y por tanto en lo que a mí respecta no cuentan.

La mayoría están teledirigidas, cual viles misiles PATRIOT, hacia la sagrada institución del matrimonio por los motivos que todos sabemos y que aceleran y recortan días del calendario si huelen "PASTA".

Y desde luego te garantizo, que si descubren un hombre con la treintena muy pasada, ponen unas caras muy raras y preguntan "porque no te has casado", como si ese hombre tuviera un defecto de fabricación, o fuera un ser extraño, o llevara una maldición incrustada en su alma.

Para ellas es incomprensible y conozco casos de muy buena tinta de chicas que nada más casarse alcanzan un "estatus" y lo frotan, refrotan y exponen a todas horas sobre las amigas, familiares y vecinas que no se han tenido "la suerte" de encontrar un maridito que las soporte.

Y para finalizar, ya veríamos cuantas bodas se celebrarían y cuantas no, si un par de semanitas antes de pasar por la iglesia, se le pusieran a la novia delante de los morros los documentos de separación de bienes.

Hay mucha guarra suelta y no me refiero a lavarse el coño en el bidet.

:0)
 
Ahora que sale el tema de las bodas me gustaría saber por que tantas ganas de aparentar (por parte de todos los implicados), hipotecándose la familia de los novios por un banquete de 500€ el cubierto mas o menos, mas un vestido de un diseñador de esos importantes y demás invitados fardando de coche y traje.

Las dos ultimas bodas a las que he ido fueron unos espectáculos dignos de verse. Todos los invitados parecian unos potentados del petróleo, parecía no importarles nada el gasto que estaban haciendo, iglesias con meses de espera, restaurantes de superlujo... Claro que habia que ver a las familias de la parejita un mes despues del "feliz acontecimiento": arrastrándose para pagar deudas sin parar.

Supongo que todos tenemos necesidad de alimentar a nuestro ego, aunque muchas parejas parecen pasarse en la boda.

Lo unico divertido de todo esto, son las damas de honor (desesperadas por cazar a cualquiera en este día) y los parientes borrachos que te asombran humillandose en la pista de baile.
 
Se quejaba amargamente Misógino en uno de sus post de como hemos sido convertidos a la religión de lo superfluo, del usar y tirar, del consumo sin límite y que esta conducta, traslada al mundo de las relaciones, tiene como consecuencia el desesperanzador carrusel de idas y venidas sentimentales. Ya nadie repara lo dañado, ya nadie apuesta por el futuro, ya nadie acepta la incomodidad de la rutina, del paso del tiempo, de la inevitable poco excitante costumbre. No han intoxicado con el ideal de lo inmediato y ahí radica la gran fractura que nos separa.

¡MENTIRA! Con lo que realmente no han intoxicado es con la fabula del amor, de la maravillosa complicidad que se mantiene y se alimenta a través de los años, del poderoso nexo que dos personas que se aman pueden construir con voluntad y cariño. Esas parejas que tanto envidiáis, que permanecen unidas por décadas, con esfuerzo, con respeto, con amor sincero y entregado, no son más que la consecuencia de una sociedad y una época donde las cosas se hacían de una forma muy concreta. Todos aceptaban que el matrimonio era para toda la vida, ya llovieran rayos del cielo o marido descargara hostias como panes. No había otra opción, no se venia al mundo a divertirse ni a disfrutar del momento sin preocuparse del que dirán o de que nos traerá el futuro. Aquello no era amor, señores, aquello no surgia de la voluntad conjunta de dos personas que se querían por estas juntas a traves de los años y las desgracias. Aquello la única opción y nada más.

Hoy podemos gestionar, con todas las matizaciones que queramos hacer, nuestras propias decisiones con un margen de libertad bastante amplio, sobre todo en el terreno sentimental. Nunca hasta ahora en la Historia el ser humano habia tenido la posibilidad de elegir entre tantas opciones como queria vivir su pasión y sus sentimientos. Ahora es como se muestra realmente la verdadera naturaleza del amor humano. No existen condicionantes, por mucho que culpemos a unos determinados valores de la falta de raigambre de nuestros compromisos emocionales.

El ser humano ha decidido ser más emocional y sincero que nunca. Cuando ama, se entrega. Cuando este amor desapece, busca nuevo abono para corazón. Asi de justo y noble, asi de necesario y saludable. No hay nada mejor que la verdad y hacer las cosas a la cara sin convertirse en preso de un ideal o de una obligación. La pareja exige un esfuerzo, un compromiso, un querer porque se quiere, pero no es un contrato que te oblige a amar para siempre. Te exige respeto, fidelidad, entrega, no eternidad.
 
El miedo al compromiso. Señor... Hasta los ligues de una noche me sueltan "Yo es que paso de compromisos/Soy un hombre sin compromisos/No me apetece un compromiso" y todas las frases capaces de formularse en relacion a mi persona y la palabra "compromiso".

Lo traumatizante no es que te lo diga un ligue de una noche que, como tal, no te interesa lo mas minimo. Lo realmente frustrante es que te lo diga un chaval al que estas conociendo tranquilamente. Sin ataduras, dejandote llevar y con toda la libertad del mundo para ambos. Una persona a la que empiezas a conocer y te agrada, por eso sigues viendote con ella. De repente, un dia desaparece. Despues de la semana/mes prudencial, decide reaparecer. ¿La razon de la desaparicion? No quiere compromisos...

Me parece que hay demasiada gente con un miedo impresionante a una relacion seria. Con miedo a enamorarse y que le hagan daño. Con miedo a desenamorarse y hacer daño. En fin, con miedo. Tanto que se comportan como verdaderos esquizofrenicos y echan a perder relaciones (del tipo que sea) solo por no saber poner cordura y madurez.
 
No debo ser muy convincente, porque se agobió, la dejó y volvió a tener su tan ansiada libertad, básicamente para no hacer nada con ella. Dabuten.
Pues eso es, básicamente, para lo que os sirve a ti y a muchas otras muchachas en edad de merecer, vuestra preciada y mimada independencia que con tanto mimo y afán os han vendido hasta que la habéis interiorizado como vuestra.
Ale, dale de comer al gato...ejerce tu libertad de solterona zaragozana.

En otro orden de cosas, no hay más que ir a un restaurante y ver al típico grupo de borrachos micrófono en mano cantando, para ver que después de que se hiciera una guerra "para darle voz al pueblo", lo que el pueblo tenía que decir era: "Asssssturiassssss, paaaaaaaatriaaa queridaaaaa hicsssss".
Si el ansia de libertad y espíritu democrático del ciudadano medio cabe en un dedal de costurera, lo mejor sería volver a los matrimonios concertados.
 
Inclito rebuznó:
El ser humano ha decidido ser más emocional y sincero que nunca. Cuando ama, se entrega. Cuando este amor desapece, busca nuevo abono para corazón. Asi de justo y noble, asi de necesario y saludable.
O así de caprichoso, de voluble y de cómodo. Las grandes metas de la vida, las que de verdad merecen la pena, se consiguen con esfuerzo y a base de perseverar. Nadie consigue una licenciatura (excepto Roldán) sin esfuerzo, nadie monta una empresa sin voluntad decidida y esforzada lucha contra los problemas. Antes, el amor, que no el enamoramiento, se cuidaba con voluntad, hoy se fía todo al instinto, al apetito, al gusto cómodo, al capricho... y así van las cosas: familias con tres padres y cuatro madres, gente que se casa y se separa a los dos meses, personas que se quedan por el camino.
Zaratustra69 rebuznó:
Me parece que hay demasiada gente con un miedo impresionante a una relacion seria. Con miedo a enamorarse y que le hagan daño. Con miedo a desenamorarse y hacer daño. En fin, con miedo. Tanto que se comportan como verdaderos esquizofrenicos y echan a perder relaciones (del tipo que sea) solo por no saber poner cordura y madurez.
Es que la cordura y el amor no se suelen llevar bien, si hay algún aspecto de la vida en que la locura aún tiene cabida es, precisamente, en el amor.
 
Zaratustra69 rebuznó:
(...) Me parece que hay demasiada gente con un miedo impresionante a una relacion seria. Con miedo a enamorarse y que le hagan daño. Con miedo a desenamorarse y hacer daño. En fin, con miedo. Tanto que se comportan como verdaderos esquizofrenicos y echan a perder relaciones (del tipo que sea) solo por no saber poner cordura y madurez.

Y dale con lo del miedo, que lo habrá pero no necesariamente en todos los casos, porque resultan más que irritantes todos esos dedos acusadores y juicios sumarísimos cuando a uno simplemente no le apetece meterse en semejantes fregados relativos a las relaciones "serias".

Llevo toda la puta vida escuchando la misma canción, a ritmo de vals, de chotis y de rock duro y acaba por resultar cansino que decidan sobre uno mismo que si no hace tal o cual cosa es porque tiene miedo ya que, claro está, la parte que sí quiere a toda costa el compromiso y la seriedad está en lo cierto y su decisión es atinada, justa, correcta y oportuna y uno tiene que pasar por el aro de ello sopena de resultar un cobarde.

Estoy harto de esa mierda, me han soltado lo del miedo al compromiso tanto las implicadas directas como sus amistades, además de algún familiar, y ya se me han acabado las razones que pueda exponer razonada y civilizadamente para hacer saber que el compromiso me trae al pairo, que no me importa, no me apetece y carezco de la más mínima gana por experimentarlo.

¿Cordura y madurez? La que uno intenta imponer desde un principio, pretendiendo mantener las formas, definiendo unos límites que se desea sean respetados, advirtiendo de hasta qué punto se desea llegar,... Da lo mismo, quien se empeña en que el compromiso es la panacea para una existencia feliz llega como un mihura y pretende arrasar con todo, que el mundo se pliegue a su capricho hormonal del momento y caigan todas las barreras, y para colmo resulta que el inmaduro es quien intenta poner un poco de sosiego en el asunto. Insisto, puta mierda.
 
¿Compromiso? ¿Pa' qué? La monogamia es una estructura obsoleta y anticuada. Sin ir más lejos, en toda relación duradera tiene que existir un dominado y un dominante . Una perpetua guerra por la superioridad desgasta, cansa y asfixia al amor. Cuando era lícito moler a palos a tu mujer si te llevaba la contraria, el matrimonio para siempre era viable. Pero ahora no hay dominados a priori, todos queremos ser dominantes. ¿Quién va a firmar por eso? ¿Quién va a querer tener hijos hoy, para que te ridiculice o desautorice tu esposa/o delante de ellos? ¿Qué clase de niños saldrían de ese mundo sin autoridad, de esas casas anárquicas, donde la única figura que se respeta minimamente son ellos mismos? No hay que imaginar. Salgan a la calle, un sábado por la noche preferentemente, y encontrarán la respuesta.

Observen las relaciones monógamas de hoy. Son matrimonios destinados al fracaso. Hoy por hoy hay más divorcios que matrimonios. Y predigo que dentro de 100, 200 o mil años no habrá matrimonios. Y quién sabe si relaciones de más de un par de años. ¿Miedo al compromiso? Pavor, mejor dicho. Mejor solo que mal acompañado.
 
mister4 rebuznó:
La monogamia es una estructura obsoleta y anticuada.

Un punto interesantísimo el de su post, oiga. Pensandolo bien, con la pérdida del cabeza de familia como nucleo familiar (valga la redundancia), efectivamente la monogamia se queda como algo insostenible.
Quizás, la educación de los hijos debiera pasar a ser algo monoparental. De esta forma se recuperaría, la figura de autoridad que tanto se está perdiendo.

En cuanto al compormiso, por lo menos por fortuna ahora tenemos una postura más relajada que es la pareja de hecho. Aún así, la soltería se sigue viendo como algo mnegativo e inapropiado más que como una opción más.
Una lástima.
 
Misógino Empedernido rebuznó:
Es que la cordura y el amor no se suelen llevar bien, si hay algún aspecto de la vida en que la locura aún tiene cabida es, precisamente, en el amor.

Efectivamente. Sin embargo, lo que yo he comentado nada tiene que ver con el amor. Y, a mi modo de verlo, si existiese amor, no existiria tal miedo. Claro que estoy dispuesta a dar facilmentente la razon a quien consiga convencerme de lo contrario (si fuese posible).


Saca-al-tarado Te digo lo mismo que a Misogino, no hablo de dos partes y que una es la que no quiere comprometerse. Yo comentaba como, algunas personas, tienen una obsesion terrible con el compromiso. No se dan la oportunidad de conocer a otras personas solo por miedo. Y es un miedo irracional, estupido e inmaduro. No se dejan llevar, no VIVEN, no se arriesgan.

A mi me ha sucedido muchisimas veces, el hecho de encontrarme conociendo a un chaval sin querer nada de el. Solo conocernos. ¿Que aparece la magia? Bienvenida sea. Y si no, pues oiga, quedara una bonita amistad. Y verme recibiendo un sermon sobre la negacion al compromiso. Pero oiga, ¿se ha preguntado usted si es lo que yo quiero, lo que yo busco? Evidentemente, no. Porque en su cabeza solo existe un miedo terrorifico a encontrarse con algo nuevo. A que su vida cambie. A tener que luchar por cosas y mover el culo. A ganar y a perder. Pero sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal), a quedarse SIN LIBERTAD. Sin darse cuenta, que hace mucho tiempo que estan sin ella, sin que nadie mas que sus cabecitas obsesivas hayan tenido que ver.

Yo unicamente comentaba a ese colectivo inmaduro e inseguro. Probablemente, personas que hayan sufrido por amor y no hayan tenido la madurez necesaria para afrontarlo de la manera correcta.
 
Zaratustra69 rebuznó:
(...) Saca-al-tarado Te digo lo mismo que a Misogino, no hablo de dos partes y que una es la que no quiere comprometerse. Yo comentaba como, algunas personas, tienen una obsesion terrible con el compromiso. No se dan la oportunidad de conocer a otras personas solo por miedo. Y es un miedo irracional, estupido e inmaduro. No se dejan llevar, no VIVEN, no se arriesgan.

A mi me ha sucedido muchisimas veces, el hecho de encontrarme conociendo a un chaval sin querer nada de el. Solo conocernos. ¿Que aparece la magia? Bienvenida sea. Y si no, pues oiga, quedara una bonita amistad. Y verme recibiendo un sermon sobre la negacion al compromiso. Pero oiga, ¿se ha preguntado usted si es lo que yo quiero, lo que yo busco? Evidentemente, no. Porque en su cabeza solo existe un miedo terrorifico a encontrarse con algo nuevo. A que su vida cambie. A tener que luchar por cosas y mover el culo. A ganar y a perder. Pero sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal), a quedarse SIN LIBERTAD. Sin darse cuenta, que hace mucho tiempo que estan sin ella, sin que nadie mas que sus cabecitas obsesivas hayan tenido que ver.

Yo unicamente comentaba a ese colectivo inmaduro e inseguro. Probablemente, personas que hayan sufrido por amor y no hayan tenido la madurez necesaria para afrontarlo de la manera correcta.

Seguimos en las mismas, Zaratustra, me plantea cuestiones que son pura extensión (aunque también tal vez reducción) del concepto de compromiso. Está usted insistiendo una y otra vez en el miedo y debería asumirse que hay gente que no busca relaciones duraderas o incluso de ningún tipo porque no le da la gana y punto, a lo sumo son (somos, o mejor dicho en mi caso, he sido) capaces para lo efímero por ser aquello en lo único que cabe hallar algún aliciente.

No lo confunda con el miedo, por lo menos no en todos los casos, porque no tiene nada que ver con ello, ni tampoco con la inmadurez, ni con la inseguridad, ni con otras zarandajas más o menos convencionales. Se trata simplemente de optar por algo diferente a lo que se supone que ha de ser la aspiración de la mayoría.

Hace usted referencia a la magia, y en fin..., sobre ello creo que ya se ha dicho bastante y muy certero sobre las intoxicaciones químicas que hay detrás de todo ello; no es nada trascendente ni maravilloso, sólo el cebo de la perpetuación y si alguien quiere ver detrás un vínculo con lo celestial pues adelante, no habré de ser yo quien le quite la ilusión pero, por favor, no pretenda que todos debamos creer en ello.

En cuanto al concepto de libertad mucho me temo que no es monolítico pues cada cual la interpreta como quiere y en consecuencia la disfruta o aspira a ella de modo diferente. Para mí la libertad básicamente es un compendio de silencio, ausencia de rendición de cuentas, disposición absoluta del tiempo que dejan libre las funciones biológicas y sociales más básicas, empleo de recursos de todo género para propio disfrute y/o beneficio y capacidad de movimientos ilimitada, aparte de otras cosas que no enunciaré por no ser exhaustivo, aunque comprenderá que todo casa deficientemente con una pareja, a la cual tampoco aspiro en modo alguno. A todo ello puede denominarlo usted egoísmo pero yo le doy un nombre parecido a libertad y con ello me muevo por la vida mal que bien. Probablemente no coincida con el ideal que usted tiene para sí, pero ello no implica que ninguno de los dos esté equivocado.
 
Zaratustra69 rebuznó:
Me parece que hay demasiada gente con un miedo impresionante a una relacion seria. Con miedo a enamorarse y que le hagan daño. Con miedo a desenamorarse y hacer daño. En fin, con miedo. Tanto que se comportan como verdaderos esquizofrenicos y echan a perder relaciones (del tipo que sea) solo por no saber poner cordura y madurez.

Me parece genial que hagas uso de la palabra gente porque es una situacion que afecta a ambos sexos.
Entiendo por un lado que él/la que sale de una relacion larga no quiera comprometerse pronto y quiera disfrutar de su nueva soltería.
Y por otro lado entiendo perfectamente las personas que tienen miedo a enamorarse que no a comprometerse. Antes de un compromiso creo que deberia de darse el enamoramiento mutuo y a partir de ahi establecer un compromiso comun, en plan: "yo te quiero,tu me quieres ¿y ahora que hacemos?".
Por otro lado, a todos alguna vez nos han hecho daño, y es por eso que vamos con mas cuidado de elegir bien las manos en las que ponemos nuestro corazon, tendemos a intentar llevar lo mas lentamente y sin sobresaltos la posible nueva relacion pero perder la oportunidad de que pase algo bonito por temor a que en cualquier momento todo se vaya a la mierda es simplemente de inmaduros. En esta vida para ganar hay que arriesgar y he de reconocer que me gustaria poder arriesgar mas de lo que lo hago.

EDITO: Vale Zara, veo que has puesto mas o menos en tu ultimo post,me he distraido y he tardado 1000 años en contestar y verlo.
 
Para empezar el matrimonio es una gilipollez impuesta por nuestra cultura que (ahora que reclaman tanta igualdad) en caso de separación deja al macho tirado en la puta calle.

Todavía tienen que explicarme mis ex-amigos que placer ven en eso de currar, lavar los niños, hacer comida para cuatro, llevarlos al cole... Hay quien habla claro y dice que con los niños se acaba la libertad de uno, sólo se piensa en los niños, hago esto por el niño, compro esto por el niño.

Yo tengo claro que si tengo un niño la prioridad sigo siendo yo cosa que dudo que mi conyuje tomara de la misma manera. Eso provocaría una separación y yo en la puta calle pagando pensión.

No gracias.
 
Zaratustra69 rebuznó:
Y, a mi modo de verlo, si existiese amor, no existiria tal miedo. Claro que estoy dispuesta a dar facilmentente la razon a quien consiga convencerme de lo contrario (si fuese posible).
Recojo el guante de su tentadora oferta.
No sé quién dijo, con visión poética, que el amor nace de casi nada y muere de casi todo.
Y en ése casi todo se pueden incluir circunstancias externas, cambios existenciales, laborales, familiares, de expectativas vitales, terceras personas, etc.

Quien se haya comprometido alguna vez con algo sabrá lo difícil que es hacer honor a la palabra dada. Y claro, ante un nuevo compromiso, surge el miedo, que no es incompatible con el amor, porque tiene una causa racional y nace de la propia experiencia. Ahora bien, es el propio amor quién debe ayudarnos a dar el paso, a arrostrar el miedo, combatirlo día a día sin perderle la cara, con esfuerzo, determinación y perseverancia. Si el amor no nos lleva a eso, no será amor... pero el miedo siempre nos perseguirá, como una sombra, en cada decisión.

ElHombreQueViola rebuznó:
Todavía tienen que explicarme mis ex-amigos que placer ven en eso de currar, lavar los niños, hacer comida para cuatro, llevarlos al cole... Hay quien habla claro y dice que con los niños se acaba la libertad de uno, [...]mi conyuje
En mi opinión, cuando uno decide tener un hijo, éste debe convertirse en su prioridad máxima. Sin este planteamiento, mejor no alumbrarlo. Hay quien disfruta del trato con los infantes, goza en las tareas cotidianas y su vida es más feliz disfrutando de las gracietas de un niño, conozco a muchos así. Cada cuál que decida en qué grupo quiere estar.
Conyuge se escribe con ge. Y tal.
 
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