Sí, y cuentos. También teatro. Es cierto que algunas mujeres alcanzan en ocasiones esos orgasmos tan espectaculares, pero no olvide que una mujer no tiene el sentido del placer tan focalizado, tan directo, tan explícito como el nuestro. Haga una sencilla prueba: juegue, sin que lo vea, a introducirle 1 dedo, ó 2, ó 3. Pase a la lamerle el clítoris con la lengua al mismo tiempo. Le aseguro que llegará un momento en que no sabe siquiera si le está rozando el clítoris con la lengua o con el dedo, si le está introduciendo 1 dedo ó tres o si se llama Carmen o Azucena. Si ella no se mira, y no ve lo que usted le hace, ni siquiera sabrá si tiene el dedo dentro o no.
Las mujeres no tienen una sensibilidad directa acusada y focalizada en su zona genital; todo su cuerpo es una fuente de sensaciones y, para ellas, tener mayor o menor sensación clitorial o vaginal no es tan relevante. No tienen un glande dispuesto a cualquier sensibilidad por mínima que sea.
De hecho, la naturaleza es muy sabia y ha previsto que esa
insensibilidad tenga una razón convincente: evitar partos aún más dolorosos de los que de forma natural ya se producen. El clítoris, la mayor parte de las veces, cubierto por su propio capuchón de piel, se mantiene inaccesible e insensible.
Otra prueba más: introduzca un dedo más de 3 ó 4 centímetros y haga en su interior lo que le plazca. Ella NO sabrá jamás lo que usted le está haciendo. De hecho, para quien dude de lo que digo, los ginecólogos extirpan sin anestesia las verrugas, lunares y los pólipos vaginales en cuanto están situados más allá de unos pocos centímetros de la entrada de los labios menores. Saben con absoluta seguridad que el interior de la vagina, incluyendo la zona del cuello del útero, son totalmente insensibles y que una mujer es incapaz de decir de forma fehaciente y convencida de qué le han hecho, qué le han metido y cómo.
He visto mujeres que desconocen qué es un espéculo y que no dudarían ni un instante en dejar de ir al médico si vieran lo que realmente les meten, pese a que cuando salen de la consulta dicen que no han sentido dolor alguno.
No creemos mitos.