Hace unos días
Cristiano Ronaldo dejaba un titular para enmarcar
“Mourinho nos ha demostrado que no hace falta jugar bien para ganar”.
Mantener la posesión no es suficiente garantía de éxito, ni siquiera con un 80% en la primera parte en una semifinal de Champions en casa de uno de los favoritos, mucho menos cuando no se crean ocasiones aunque el dominio sea en campo contrario,
cierto, no hace falta jugar bien para ganar, pero ayuda bastante. Luego, cuando vienen mal dadas, cuando te dedicas a perseguir sombras por el campo, la tostada siempre cae del mismo lado, con la mantequilla para abajo, Ley de Murphy o Ley de probabilidades.
Si juegas al 0-0, lo anuncias por megafonía, presumes de ello y confías toda tu suerte a una galopada en el partido de vuelta,
sucede lo que sucede, alguna vez sale cara, pero la mayoría te la parten y la culpa siempre es de los demás, hasta de Unicef.
No entro en si fue roja, no hay acuerdo posible, los colores ciegan la razón, pero si andas continuamente en el alambre, tarde o temprano te desplomas al abismo (para mí, sí que lo fue, soy de la teoría que no hace falta romper para castigar). Aun así,
no me gusta la dinámica en la que se ha metido el conjunto azulgrana de protestas, escenas por el suelo y moribundos en cada empentón, pierden credibilidad los autores, el espectáculo y el rendimiento del equipo. Con la escenificación de Pedro se pierde la verdad de la acción, la obstrucción y su amarilla, Alves con sus aspavientos desvirtúa los piscinazos de Di María y Busquets con sus quejas continuas sin razón, ni participa, ni elabora, ni apoya, se difumina.
Con la enésima expulsión a un conjunto de Mourinho, que no del R.Madrid, el resto del debate desaparece.
Como decía Relaño en su Twitter “En las Ventas habría sido de pañolada” No se hablará del planteamiento, aunque ese poso de vergüenza torera flota en el ambiente (ojo, todo son válidos), sin embargo, ahora ya no vale aquello de que jugándole de tú a tú al Barcelona nos mata porque se comprobó en Mestalla que no es cierto, ni se comentará
porque los 3 nueves empezaron en el banquillo ¿se acuerdan del famoso pulso del 9? Tampoco se realizará autocrítica porque según la mayoría ha sido un robo arbitral, ni se hablará que se incumplió la normativa UEFA de regar el campo antes del comienzo.
Ya ven, tanto que se reían algunos, ahora lo defienden.
La vergüenza de los aspersores ha tomado el puente aéreo, unos los ponen por perder y otros los quitan para no perder.