La tía de la foto de Kraftschlag con el tetamen al aire en el partido España-Italia las tiene falsas y el pelo teñido, así que más asquito no puede dar.
Los de Cuatro pidiendo perdón porque habían perdido el sonido. ¿Perdón? Ojalá fuera siempre así, oyendo el sonido ambiente del campo y sin oír a las cotorras de los comentaristas con sus gritos a destiempo y sus frases terminadas con entonación ascendente para producir una sensación artificial de emoción, como si el fútbol no fuera de por sí emocionante. Me cago en los periodistas.
Por cierto, se dice TIEMPO AÑADIDO al final del partido, no "tiempo de descuento". ¿Qué descuento, descuento de qué? GILIPOLLAS. Y al árbitro se le llama árbitro. Los médicos y los abogados también son profesiones colegiadas y nadie dice "voy a ver al colegiado", sino "voy al médico" o "al despacho del abogado". Lo dicho, me cago en los periodistas, que además le contagian su mediocridad a la gente, que luego repiten sus frases hechas.
Y me alegro por Alemania. Primero para que no se clasifique la mierda de Turquía, que no debería no oler la Eurocopa, no ya jugarla, y segundo, porque a mí sí me gusta como juega. Bueno, no es que hagan florituras, pero tampoco es el continuo menosprecio de las cotorras comentaristas, siempre desacreditando el juego alemán, sin ver sus virtudes, como ese pase largo y preciso del segundo gol, o la jugada del tercero.
Ahora que España juega con atención y procurando no cometer errores, si lo repiten contra Rusia pueden ganar, pero me parecen bastante imprevisibles (los dos equipos).