Vaya, Vaya, Da gusto ver por aqui a tanto caballero, cabalgando en corceles blancos, con armaduras impolutas, en los que no se posan el polvo del camino ni hacen mella las tribulaciones del alma. Hombres de los de verdad, de los que en su puta vida han dicho un te quiero para meterla en caliente, de los que jamas han pagado cenas por sexo, de los que han ido con la verdad por delante: "¿Hola, se que no me conoces pero quiero follar contigo, por cierto, si no hablas mejor, creo que eres una lerda de pelotas pero tu culo es acojonante y quiero rompertelo."
Caballeros que no conocen la hipocresia, el engaño. la doblez, el error, que jamas han creado una imagen distorsionada de si mismos a esa mujer con la que cierran el pacto, que son tan bobos que si hubieran estudiado algo sabrian lo que son los vicios del consentimiento, y que viciando el pacto distorsionando el objeto o la causa del mismo convierten sus acuerdos en nulos, en basura. Otra forma de engaño. Mas rastrera y miserable que la que en este hilo nos ocupa.
Estos paladines de la moral no ponen cuernos, dicen que ya no estan enamorados y las dejan, y a por otra. ¿Verdad? Y eso no es traicionar, porque en el contrato sí esta pactado a fuego lo de la fidelidad, ahora, lo de para siempre y hasta que la muerte nos separe, los cojones, eso para otros.
PUes yo me cago en casi todos vosotros, HIJOSDEPUTA (El "casi" me libra de que haya alguno puro y honrado, en tal caso avisaré a Diógenes que estara encantado de conocerlo). Me cago en los moralistas de mierda que vienen aqui a impartir doctrina de a quince pelas. Si el tipo que ha abierto el hilo es un miserable, que lo es, esta mil millas por encima vuestro en su altura moral.
Ese tipo comete errores, y los esta pagando, y pagara por mucho tiempo. En su pecado lleva la penitencia. NO hace falta justificarle, no es posible, pero vosotros, ¿vosotros creeis que estais limpios y que ademas podeis dar lecciones? ¿De moral? NO me jodais, con solo tener un user en este Foro ya se esta incapacitado para dar lecciones de moral a nadie.
Mentis, con todos los dientes de la boca, cuando decis que respetais los pactos, y lo sabeis. El pacto, capullos , no solo se circunscribe a la fidelidad, alcanza a mucho mas, a la convivencia, al respeto mutuo, al sostenimiento y cuidado de la familia y del hogar, a la educacion de los hijos... pero para vosotros, en vuestra cortedad de miras, si se rompe cualquier otro aspecto no importa. Hijos de puta, os comprometisteis a amar para siempre (Os suena aquello de la amaras, la respetaras...hasta que la muerte os separe') y quien rompe el compromiso lo rompe tambien cuando deja de querar, de cuidar a los hijos, de sostener el hogar, de respetar... Y no solo de ser fiel.
Sois tan cortos que creeis que Bulonado, no cria con cariño a su hijo, que ha tratado con correcion y afecto a su mujer, que ha vivido un matrimonio en el que, como todo en la vida las circunstancias han cambiado. Y si se le han cruzado los cables y se ha liado con una mujer inestable emocionalmente la cual le arrastrara a un infierno que ni imagina si sigue con ella (Sal de ahi cagando leches amigo, ese es mi briconsejo de hoy).
Bulonado la ha cagado (bonito pareado) y no puede estar orgulloso de ello, ahora que el peloton de fusilamiento sea la parroquia de esta iglesia,....ANDA YA!
Aquí no se trata de que para poder decir lo que está bien y está mal haya que ser perfecto. Aquí de lo que se trata es de que lo que está bien está bien y lo que está mal está mal. Lo que ha hecho el protagonista del hilo está mal en su totalidad, como tú mismo reconoces. ¿Que quizá otros hemos hecho cosas mal en otros momentos? Sin duda, no somos dioses, ni siquiera semidioses. Somos humanos, y como tales nos equivocamos, y nos tropezamos. Pero hay una distancia enorme entre equivocarse y tropezarse en un momento dado y cometer el error a sabiendas y a propósito y planear cómo y sostenerlo en el tiempo.
El amor, amigo Baldo, se ve sin duda afectado por el paso del tiempo; el amor cambia, pasa por varios estadios, incluso es normal que se agote y muera. De hecho lo raro es que no se agote y que no muera. Todos hemos amado y luego hemos dejado de amar. Todos, en las fases finales del amor, hemos bajado la intensidad de la atención, hemos dejado de luchar, hemos bajado los brazos y podremos, incluso, haber hecho por acelerar esa degradación.
Prometer amar hasta la muerte es una falacia impuesta en un rito, rito por el que al menos yo no he pasado. Yo no prometo eso jamás, porque no sé nunca cuánto durará mi amor. Yo sólo prometo que mientras este dure no haré nada por estropearlo y sí todo lo posible por avivarlo y extenderlo y agrandarlo. Prometo hacerlo bien, prometo esforzarme, y a veces eso no es suficiente y el amor se degrada. Bien, aún así yo prometo que mientras quede un algo salvable en ese amor, un átomo a partir del cual se pueda regenerar, lo intentaré. Me niego a prometer amor eterno, porque no sé si podré cumplirlo. Me comprometo a que mientras lo sienta lo voy a seguir alimentando y no voy a hacer nada que lo menoscabe. Esto sí puedo prometerlo. Y, por supuesto, mientras estoy con una persona, no voy a ponerme palos en las ruedas.
Una persona digna de tal nombre no se compromete a lo que no puede hacer, y si en algún momento se da cuenta de que lo que tiene entre manos es un amor que ha muerto, también ha de hacer lo correcto: finiquitar esa relación y no vivir en la impostura ni en la mentira, y entonces, una vez libre, ya podrá iniciar otra relación.
Y, por otro lado, está el tema del hijo: ese compromiso es inquebrantable. Independiente del amor por la madre de ese niño. Uno podrá dejar de amar a la madre, y dejar de estar con ella, pero no es de recibo desentenderse del niño en ningún caso. Mezclas el ser fiel a su mujer con que lo sigue siendo con el hijo, como si una cosa compensara la otra, como si fueran parte del mismo todo. El matrimonio de este fulano es ya una farsa, una cosa quebrada, y el único responsable es él; veremos qué ocurre con su paternidad. Matrimonio y paternidad van cada uno por separado, y se han de valorar por separado aunque un único acto pueda afectar a ambas cosas.
¿Qué es lo que pretendías con tu post? ¿Decir "habrá que ver lo que hagas tú" o algo así? ¿Quitar la razón a quien le haya echado la bronca a este patán? ¿Pretender decirnos a quienes le hemos dicho lo que le hemos dicho que no somos nadie para decírselo y que nos bajemos del pedestal? Sí, me da a mí que es esto último. Te confundes. No hace falta subirse a ningún pedestal para decir lo que hemos dicho varios, como no hace falta ser Maradona para decir que Julio Salinas era una puta mierda. Eso se puede hacer perfectísimamente desde el suelo, incluso se puede hacer desde más abajo del fango en el que vive el autor del hilo. Nadie se ha subido a ningún pedestal, nadie se ha arrogado la autoridad moral, ni nadie ha venido aquí diciendo que es Dios. Sólo se le ha dicho la verdad. ¿Con dureza? Sí, por supuesto, la situación lo requiere. ¿Con soberbia? No.
Becerro de oro rebuznó:
Por tanto, primero he de decirte que estás haciendo bien en ser infiel. Es algo natural y consustancial al hombre, y quien te diga lo contrario está contaminado de la curiosa mezcla de moral judeocristiana y feminazi imperante en estos locos tiempos.
Ni moral judeocristiana ni puntas de pollas.
德
El primer ideograma, a la izquierda, representa el concepto
caminar.
La cruz significa
diez.
El rectángulo con las dos líneas es
ojo
La línea de más abajo, uno.
El ideograma final es una estilización del dibujo de un corazón (una especie de receptáculo de la que saltan tres gotas de sangre).
Caminar. Corazón. Uno. Diez. Ojos.
Conjugando esos ideogramas, los chinos escriben "moral". Porque para ellos el hombre con moral, el hombre virtuoso, es que que camina con el corazón de uno como si diez ojos le miraran.
Y de judeocristianos poco tienen los chinos. Y de feminazis me parece que tampoco. Y sin embargo ese ideograma representa, de manera clarísima, cómo hay que hacer las cosas, y cómo hay que conducirse por la vida.