Esta mañana acudí con unos amigos a la puerta de nuestro antiguo instituto y pude ver a las que eran nuestras mejores amigas de aquel entonces, chicas de dos o tres cursos menos.
Es curioso, tanto tiempo pasado y aun así te reciben como un Heroe, quizás hiriéndote al comprobar que un día tuviste eso todos los días y hoy eres más bien una persona vulgar y anodina. Ellas fueron las artífices de un Ego ya de por si crecido por oscuros designios de la naturaleza.
Quien haya sido alguna vez el marginado de la clase no entenderá nada de lo que estoy diciendo, pero pienso que el resto podreis entender bastante bien lo que significa ser una de las personas mas populares del lugar y un día (¡Ah todo acaba siempre!) que se te acabe el chollo y empiece la vida universitaria o la laboral, una vida menos idólatra y mucho más real.
No se me sobreentienda, no es que uno necesite que le adoren pues, aunque presuntuoso, todavía no he llegado a tal nivel. Simplemente hablo de esas dosis diarias de afecto y reconocimiento de gente querida, por las que uno seria capaz de matar sin el menor remordimiento.
Esto quedaría bastante "chupi", cosa que jamás me perdonaría, de no ser porque el final es jodido como la dura realidad, que no por ello deja de ser menos fiable. El final es que luego, cuando te despides y vuelves a casa descubres una vez más que la vida no es eso. La vida, mi vida actual, es un gran sueldo como reconocimiento, buenos amigos y proyectos de futuro.
¿Que?, si lo que todo Dios desea.
Pero no hay mayor putada que haber sido feliz.
Es curioso, tanto tiempo pasado y aun así te reciben como un Heroe, quizás hiriéndote al comprobar que un día tuviste eso todos los días y hoy eres más bien una persona vulgar y anodina. Ellas fueron las artífices de un Ego ya de por si crecido por oscuros designios de la naturaleza.
Quien haya sido alguna vez el marginado de la clase no entenderá nada de lo que estoy diciendo, pero pienso que el resto podreis entender bastante bien lo que significa ser una de las personas mas populares del lugar y un día (¡Ah todo acaba siempre!) que se te acabe el chollo y empiece la vida universitaria o la laboral, una vida menos idólatra y mucho más real.
No se me sobreentienda, no es que uno necesite que le adoren pues, aunque presuntuoso, todavía no he llegado a tal nivel. Simplemente hablo de esas dosis diarias de afecto y reconocimiento de gente querida, por las que uno seria capaz de matar sin el menor remordimiento.
Esto quedaría bastante "chupi", cosa que jamás me perdonaría, de no ser porque el final es jodido como la dura realidad, que no por ello deja de ser menos fiable. El final es que luego, cuando te despides y vuelves a casa descubres una vez más que la vida no es eso. La vida, mi vida actual, es un gran sueldo como reconocimiento, buenos amigos y proyectos de futuro.
¿Que?, si lo que todo Dios desea.
Pero no hay mayor putada que haber sido feliz.