Un nuevo Abramovich se hace con la propiedad del Manchester United
MADRID. Después de dos años de asedio, el multimillonario norteamericano Malcolm Glazer ha adquirido el control del club más rico del mundo. El Manchester United ya le pertenece. Ayer compró el 28,7 por ciento de las acciones a los irlandeses J. P. McManus y John Magnier -los del famoso caballo de carreras «Rock of Gibraltar»-, que hasta ahora eran los principales inversores. Y ya posee el 56,9.
El empeño de Glazer se materializó cinco días antes de que se cumpliera el plazo límite dado por la Bolsa para que el millonario emitiera su oferta de compra o rechazase la idea. La compañía de Glazer, Red Football Limited, realizó el anuncio de la adquisición de 75.736.960 acciones para un total de 149.886.193. En noviembre pasado ya se hizo con el 28,1 por ciento de las acciones, en el límite de la máxima propiedad que ostentaban Magnus y JP McManus (28,9 por ciento).
Pero Glazer no puede parar ahí. Según la legislación está obligado ahora a hacer otra oferta por el resto de acciones a razón de 3,81 euros por cada una. Y si logra un 18,1 por ciento más y se hace dueño del 75 más una acción el Manchester podría dejar de cotizar en la Bolsa de Londres y el norteamericano podría transferir su deuda al club.De lograr un 90 por ciento más una acción, Glazer podría optar por la compra obligatoria y obtener el 10 por ciento restante de las acciones del club.
La operación de ingeniería financiera acontece dos semanas después de que el Manchester United expresase públicamente a través de un comunicado que no recomendaría las propuestas de absorción de Glazer por considerar sus maneras muy agresivas.
El asunto no se quedó en una petición. Conllevó una revuelta popular por parte de los aficionados y accionistas del Manchester. Escaló a la aristocracia del dinero. Keith Harris, presidente de la entidad financiera Seymour Pierce, pidió ayuda al banco japonés de inversiones Nomura para disponer de 300 millones de euros con el fin de evitar que Glazer diese el golpe definitivo al pastel de las acciones.
Los seguidores del Manchester temen que Glazer aumente el precio de las entradas y se niegan a que se enriquezca a su costa, según un comunicado del grupo Shareholders United (Accionistas Unidos), que representa el 17 por ciento del accionariado, en un número estimado de 20.000. «Estoy realmente triste -decía el presidente de esta asociación, Nick Towle-. No pienso poner un penique de mi bolsillo en el de este señor. Es un día triste para el Manchester, para el fútbol inglés y para el fútbol en general».
«El corazón y el alma del Manchester se han vendido hoy», comentó el técnico de la casa Tommy Docherty. La principal preocupación de los aficionados del Manchester es que Glazer «no tiene ni idea de fútbol» y que su estilo empresarial consiste en exprimir las compras que realiza. «Hoy es un día en el que ha cambiado todo para el Manchester», dice Docherty.
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