Me ha pasado (como a tantos otros) una historia similar.
Repetir con una puta y ésta llegado un determinado momento proponerme irse a vivir a mi casa, ¡incluso decirme que está deseando desde hace años tener otro hijo, que no tiene con quién y que quiere que yo sea el padre! Eso sí "el hijo será sólo mío". Pero qué putas que son.
Ante mi rotunda negativa la actitud de la puta en cuestión cambia de la noche a la mañana como la de la puta del creador del hilo: pasar de un día ser cariñosa, besitos, caricias, etc., al día siguiente actitud distante, ni besitos ni abrazos. ¿Por qué sucede esto? Sencillo. Las putas viven muy rápido, están acostumbradas desde hace años a obtener de los hombres todo lo que desean casi instantáneamente, empezando por el dinero, regalitos, cenas, viajes, etc. Cuando detectan una posible víctima tiran el lazo, si la presa no pica el anzuelo no se esfuerzan en seguir intentándolo, inmediatamente lo descartan y pasan al siguiente; porque cuando una mujer tiene que chupar del orden de 1.500 pollas al año, por ley de grandes números existe una elevada probabilidad de que alguno de los portadores de esas mil quinientas pollas caiga en la red y sea lo suficientemente idiota o tenga las defensas bajas por cualquier razón personal como para dejarse mangonear por la puta en cuestión.